La veteranía es un grado… por desgracia. Sobre la “internacionalización de la ingeniería española”

Soy el Sr. Lobo, soluciono problemas (Harvey Keitel en Pulp Fiction)

Barcelona. Media mañana. Empresa importante. Despacho con vistas. Café y ensaimadas a tutiplén. Sacarina. Caras muy serias.

— Soy el Sr. Lobo, soluciono problemas. (gracias Sr. Tarantino por esa gloriosa frase)

— Gracias por venir Sr. Lobo. Le hemos llamado porque queremos que nos asesore sobre eso de la “internacionalización de la ingeniería española”.

(hay gente que consigue pronunciar las comillas, me pregunto cómo lo harán) ¿Qué tienen en mente?, ¿construcción?, ¿consultoría?, ¿dirección de obra?

— Nos gustaría entrar en dirección de obra, fiscalización y todo eso. En resumen, ganar concursos en el extranjero.

— De acuerdo. Antes de seguir con el tema, ¿conocen a alguien bien situado en el Ministerio de Educación?

— Pues… si, supongo que si, algún contacto tendremos, ¿por qué?, ¿no querrá decir en el Ministerio de Fomento?

— No, el de Educación. Lo primero que deben hacer es llamar a ese contacto y decirle, alto y claro, que reconozcan de una puñetera vez el máster a las titulaciones antiguas. Si no les hace caso prueben directamente con un GMA, suele funcionar.

— ¿GMA?

— Guantazo con la Mano Abierta, es mano de santo. (me encanta esta frase)

— Vale, pero… ¿qué tiene eso que ver con nuestro problema?.

— Mucho. A ver, tienen ustedes ¿cuántos?, ¿cincuenta y tantos años?, seguramente, y son todos ingenieros de seis cursos, ¿verdad?.

— Verdad, seis largos y horribles cursos y un Proyecto Final de Carrera, algunos todavía soñamos que no hemos terminado.

(Que me vas a contar a mi…) Correcto, y sabrán ustedes que hemos pasado de seis a cinco cursos y ahora vamos hacia grados de cuatro cursos.

— Lo sabemos perfectamente, contratamos ingenieros… bueno, lo hacíamos, antes de la crisis.

(y bien que os viene que haya tantos, para pagar menos, que nos conocemos) Y seguramente saben también que todos los planes, ya sean de seis, cinco o cuatro cursos, tienen la misma valoración en un concurso, el grado.

— ¿Que puntúan igual?, pero se tendrá en cuenta la preparación, ¿no?, ¡¡ hay dos cursos de diferencia !!

— En el extranjero se valora mucho la formación y se valora mucho la experiencia, como aquí, pero también se trabaja con titulaciones oficiales, como aquí, y su titulación oficial, les guste o no, es el grado, el grado, el GRA-DO. Ah, por cierto, valoran todavía más los cursos de postgrado, y eso aquí ya no se lleva tanto. Veo que tienen ustedes gente con más de veinte años de experiencia. No es lo normal, lo normal es tirar a la gente que cobra mucho o “perderlos” cuando se montan su propia empresa. Ustedes los han conservado, eso está muy bien, lástima de formación posterior.

— ¿Cómo que “lástima de formación posterior”?, les hemos pagado todos los cursos de formación que nos han pedido, ¡¡ estamos muy orgullosos de haberlo hecho !!

— Y les honra pero, por desgracia, no son cursos oficiales de postgrado, así que de cara a un concurso no tienen nada de nada, CERO PUNTOS, por no mencionar que ninguno de sus ingenieros tiene un doctorado.

— Es que eso no sirve para nada, vale, vale, ya me callo, no me mire así, que me da miedo.

— No sirve para nada, ya lo sé, lo he oído muchas veces. Pues mire usted qué cosas, resulta que fuera de nuestras fronteras sí sirve, y mucho. Y por esos mundos de Dios tener un doctorado está muy bien visto y puntúa un montón, increíble, ¿verdad?.

— ¿Y qué hacemos?, ¿matricular a todos nuestros ingenieros en la universidad y esperar dos o tres años?, ¡¡ menuda solución !!

— No, lo que tienen que hacer es exigir lo que les corresponde. Con cuatro años se tiene un grado y con dos cursos más un postgrado, pero resulta que ustedes, ingenieros “pata negra” bregados en mil exámenes y con seis cursos y un PFC a sus espaldas, sólo tienen un mísero grado. De acuerdo a la ley les correspondería tener grado y máster y no tienen NADA, les han robado el máster en sus propias narices, y hasta que no solucionen eso no van a ganar un puñetero concurso ni haciendo trampas.

— Nadie nos había dicho nada de esto.

— Claro que no, porque no se dijo nada, cuando se cambió la ley se corrió un tupido velo para no levantar la perdiz y ahí quedo todo…

— Entonces… ¿qué hacemos?, en los concursos piden gente con más de diez años de experiencia, piden ingenieros del plan antiguo, así no hay forma de ganar.

— Ya se lo he dicho, deben llamar al Ministerio de Educación (o cómo narices se llame ahora) y exigir el reconocimiento. No serán los únicos, en los grupos de LinkedIn hace ya tiempo que se insiste en el tema, cuántos más sean, mejor. (hago una pausa y cojo una ensaimada con un movimiento estudiado. Me tiro por encima todo el azúcar glacé, genial, a la porra la pose de tío duro)

—  Yo he oído algo de que el Colegio de Caminos nos puede hacer un papel reconociendo ese máster.

— (no falla, siempre hay un listillo, agazapado en la sombra esperando su momento) Cierto, también las Escuelas están haciendo ese papel, pero para concursos no sirve, piden titulación oficial, y ese papel no está reconocido. Pregunte en el colegio y se lo dirán.

— ¿Cómo hemos llegado a esto?, ¿qué ha pasado con nuestra carrera?, ¡¡ 200 años de historia tirados a la basura !!

— (y por supuesto, un teatrero que se coge la cabeza en plan trágico) ¿Qué ha pasado?, que estábamos muy ocupados trabajando, eso ha pasado. Durante muchos años hemos fabricado ingenieros “para consumo propio” y nadie tenía el más mínimo interés en homologar títulos o aprender idiomas. Nos costará un tiempo, pero lo arreglaremos, en peores plazas hemos toreado.

— De acuerdo, haremos unas cuentas llamadas y nos volveremos a ver en unos días. Por cierto, antes de irse… ¿qué opina usted de las titulaciones actuales, Bolonia y todo lo demás?

— Eso lo dejamos para la siguiente reunión. Ustedes vayan llamando, llevamos ya muchos años de retraso, no perdamos más tiempo.

— Vale, vale, nos ponemos a ello.

 

Ningún ingeniero fue dañado durante la redacción de esta entrada. Las ensaimadas eran de régimen. Todo es ficticio y virtual, salvo que el autor del blog estuvo hace muy poco en una oferta para Sudamérica y pudo comprobar de primera mano cómo eran los baremos y cómo se puntuaban las cosas… y cómo se perdió la oferta de la manera más tonta posible (con la ilusión que me hacía a mi postear con UTC-5)

Más cosas, por si quieres ampliar la información:


“El pensamiento estético de los ingenieros. Funcionalidad y belleza”. José Antonio Fernández Ordóñez

El Pensamiento Estético de los Ingenieros. José Antonio Fernández Casado

El sábado pasado, hablando sobre las razones para estudiar una ingeniería, terminaba el post con dos párrafos de «El pensamiento estético de los ingenieros. Funcionalidad y belleza«, el magnífico discurso de ingreso de José Antonio Fernández Ordóñez en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1990.

No puse ningún enlace al discurso completo porque no existe versión on-line «oficial” (o al menos, yo no la he encontrado), pero como muchos de vosotros me la habéis pedido por correo, enlazo la versión escaneada que circula por la red, un texto por el que discurren Agustín de Betancourt, John A. Roebling, Thomas Telford, Eduardo Torroja, Gustave Eiffel, Eugenio Ribera, Eugene Freyssinet, Carlos Fernández Casado y muchos otros nombres ilustres.

Disfrutad de su lectura, porque vale la pena:

“El pensamiento estético de los ingenieros. Funcionalidad y belleza” José Antonio Fernández Ordóñez

“El pensamiento estético de los ingenieros.
Funcionalidad y belleza” José Antonio Fernández Ordóñez [pdf, 19 MB]

 

Añado también una breve presentación de José Ramón Navarro Vera, Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Catedrático de Urbanística de la Universidad de Alicante, con motivo de la presentación de “Pensar la ingeniería”, una recomendable antología de textos de José Antonio Fernández Ordóñez editada por la Fundación Juanelo Turriano.

La Comisión Nacional de la Competencia insiste, los Colegios Profesionales no escuchan y la Ley de Servicios Profesionales amenaza con aparecer… winter is coming

Revisando artículos compruebo que la terna “Ley de Servicios Profesionales + Ley Ómnibus + Colegios Profesionales” ha salido por aquí en tres ocasiones:

El post completo aquí → El gobierno quiere suprimir «algunos» colegios profesionales.

  • En febrero de 2011 hubo otro artículo sobre el tema porque el borrador de la Ley de Servicios Profesionales del Ministerio de Economía [pdf, 63 KB] calificaba las distintas ramas de la ingeniería española como “anomalías” dentro del contexto europeo y abogaba por su eliminación para acometer “una nueva regulación de las atribuciones de ingeniería” que permitiera a cualquier ingeniero disponer de habilitación “para cualquier actividad profesional de las que ahora están reservadas a los ingenieros en sus distintas ramas y especialidades”.

El post completo aquí → ¿Reformas en la ingeniería? Si, pero con criterio, por favor.

El post completo aquí → Los Colegios Profesionales no hacen los deberes, según la Comisión Nacional de la Competencia

Pues bien, seguimos igual. El pasado 18 de julio la Comisión Nacional de la Competencia analizó los estatutos del Colegio Oficial de Geólogos, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos y los Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas, y concluyó que “siguen persistiendo algunas de las más importantes restricciones a la competencia recogidas en su Informe sobre los Colegios Profesionales de 2012” insistiendo, una vez más, en la necesaria y urgente aprobación de una ley de Servicios Profesionales que clarifique esta situación (nota de prensa – pdf – 33,4 KB).

Como me consta que muchos geólogos visitan el blog, enlazó aquí el informe de la CNC sobre las incorrecciones detectadas en los estatutos del Colegio Oficial de Geólogos (pdf – 139 KB – 15 páginas).

Informe de la Comisión Nacional de la Competencia sobre los estatutos del Colegio Oficial de Geólogos

En cuanto a la Ley de Servicios Profesionales, Alfredo Pérez Rubalcaba dijo en mayo de 2011 que dicha ley estaría en el congreso antes del 30 de junio de 2011. De aquel tema nunca más se supo pero, curiosamente, Soraya Sáenz de Santamaría anunció la semana pasada que está prevista para el segundo semestre de 2012, lo malo es que ya estamos en el segundo semestre de 2012… si, winter is coming.

Ingeniería y Territorio vuelve con un número dedicado a la crisis

Hace ahora un año lamentaba en el blog la cancelación de la revista Ingeniería y Territorio, con ese interesante último número dedicado a “La Restauración de la Obra Pública”.

Pues bien, un año después, Ingeniería y Territorio vuelve a la vida con un cambio de formato, antes era una revista en papel con versión digital, y ahora es una revista digital con versión en papel. Esta nueva etapa nace bajo la vía del patrocinio, lo que explica la presencia de publicidad en la versión digital (antes no llevaba), cosa que quizá a alguno le incomode pero que demuestra que la publicidad es compatible con las publicaciones digitales.

La revista se puede leer a través de la propia página web o descargar para leer con más comodidad, en este caso además del clásico formato pdf se ha añadido el epub, para libros digitales y dispositivos móviles (smartphones, tablets y demás).

Pulsa en la imagen para acceder a la revista.

 Ingeniería y Territorio número 93... Crisis

Me gustaría destacar dos puntos del editorial de su director, Ramiro Aurín, primero ese:

“Más crítica y autocrítica, y menos silencios cómplices están en la raíz de la recuperación del prestigio y la credibilidad del sector”

sobre el que poco más se puede añadir, y este:

“La nueva Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros de Caminos amanece con las mejores intenciones. Esperemos que sepan llevar el Colegio a superar el síndrome de perpetuarse antes que evolucionar, que afecta a todos los organismos humanos, y que suele llevarlos a su inutilidad y extinción”

La frase podría aplicarse también a muchos políticos ya caducos, aferrados al cargo con uñas y dientes, pero me ha recordado algo del discurso de ingreso de D. José Antonio Jiménez Salas en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en 1982.

“Todo organismo vivo, si se encuentra en un medio no renovado, muere víctima de sus propios desechos”

Pues eso… renovarse o morir.


Los Colegios Profesionales no hacen los deberes, según la Comisión Nacional de la Competencia

El pasado 26 de abril, la Comisión Nacional de la Competencia publicó su «Informe sobre los Colegios Profesionales tras la transposición de la directiva de servicios» (pdf – 577 KB), un enmarañado texto de 104 páginas que comienza culpando a los Colegios Profesionales por no haber adecuado su funcionamiento a las nuevas normativas liberalizadoras, luego al gobierno por no haber concretado todavía qué colegiaciones son obligatorias, después a las autonomías por no haber actualizado sus leyes, y, al final, recomienda (una vez más) eliminar la colegiación obligatoria y transformar los Colegios Profesionales en Asociaciones Profesionales… vamos, que reparte leña para todos (por lo menos no quiere eliminar la carrera, como insinuó el gobierno).

Es evidente (y después de leer el informe, todavía más) que padecemos una excesiva regulación, lo que no tengo tan claro es que se pueda arreglar liberalizando el mercado de un día para otro, ¿tiene sentido que los Colegios Profesionales se basen en la titulación, en lugar de la profesión?, ¿sería mejor crear asociaciones profesionales, independientemente de la titulación?, ¿qué hacemos ante el intrusismo, entonces?, ¿denunciamos a todo el que intente calcular algo sin tener la capacitación técnica necesaria?, ¿y eso quién lo decide?, ¿nosotros?, ¿las compañías de seguros que deben «respaldar» esos cálculos?, ¿el juez…?

Visto lo visto, a este paso sólo van a tener trabajo los abogados, en plan Penélope, haciendo y deshaciendo su propia creación, gobierno tras gobierno…

En fin, si quieres pegarle un vistazo, aquí tienes el informe:

Informe sobre los Colegios Profesionales tras la transposición de la directiva de serviciosInforme sobre los Colegios Profesionales tras la transposición de la directiva de servicios

 (que la colegiación no sea un requisito para ser perito judicial, pero sólo los colegios puedan hacer listas de peritos judiciales me ha encantado)