Cálculo de asientos en suelos granulares ¿exactos o probables?

El cálculo de asientos en suelos granulares es un problema recurrente, sobre todo en edificación, donde es muy habitual fijar la tensión admisible de un suelo granular «por condiciones de asiento».

Salvo en estructuras singulares, esta convención suele ser correcta y basta un simple cálculo de hundimiento para confirmarlo. A partir de un cierto tamaño de cimentación, no muy grande, la tensión necesaria para que se produzca la rotura por hundimiento del suelo es muy superior a las utilizadas habitualmente en edificación.

Pero los suelos granulares tienen un problema, que es muy difícil extraer muestras inalteradas y, caso de lograrlo, más difícil todavía ensayarlas. Justamente por eso, y puesto que son las relaciones mecánicas entre partículas las que parecen controlar su comportamiento, terminan estudiándose a partir del golpeo del ensayo SPT, ya sea directamente o por medio de correlaciones para obtener sus parámetros elásticos.

Vale, bien, calculamos la tensión admisible bajo condiciones de asiento con el SPT pero… ¿con qué método?, ¡¡ hay más de 40 !!

Comparada con otras materias, la geotecnia no tiene muchas revistas especializadas, lo cual no implica necesariamente que se cumpla la Ley de Parkinson. Además, como ocurre en todas las revistas, hay grupos de presión, amiguismo y favores por doquier.

No estoy muy al día de factores de impacto e índices ISI, pero tengo entendido que Géotecnique ya no es de las primeras de la lista. Sea cual sea su posición, es innegable que llegó un momento en el que se volvió muy teórica, con artículos y estudios muy correctos desde un punto de vista formal pero de escasa utilidad práctica a nivel de calle.

Por eso sorprende encontrar en el número 7 del año 2004 un artículo, bueno, una Nota Técnica, de Sivakugan y Johnson, sobre la fiabilidad de los métodos de cálculo en suelos granulares que uno esperaría encontrar en otro tipo de revistas, como el Journal of Geotechnical and Geoenvironmental Engineering del ASCE, que ya hizo una monografía sobre el tema en 1994, «Behavior of five large spread footings in sand«, de Briaud y Gibbens, de muy recomendable lectura y que, posteriormente, ha publicado algunos artículos más sobre este mismo tema.

Independientemente de dónde se publiquen, bienvenidos sean este tipo de estudios, porque si hay algo que necesitamos en geotecnia, y sobre todo en el cálculo de asientos en suelos granulares, es poder cuantificar la incertidumbre, ya sabemos que los métodos no son exactos pero ¿por cuánto no lo son?.

La novedad, esta vez, radica en el tipo de análisis realizado sobre las parejas de valores «asientos calculados – asientos observados», ajustando los resultados a una distribución beta, con resultados bastante aparentes, por lo que se ve.

Los autores analizan los cuatro métodos más usados, el de Terzaghi y Peck (1967), el de Schmertmann et al. (1978), el de Burland y Burbidge (1985) y el de Berardi y Lancellotta (1994), obteniendo gráficas de densidad de probabilidad para distintos asientos, calculados y observados, desde 20 a 40 mm.

Hay dos párrafos de esta Nota Técnica que hacen referencia a la monografía del ASCE que comentaba antes que no me resisto a copiar:

The settlement prediction exercise in Texas, USA, in 1994 clearly demonstrated the inadequacy of the current state of the art of settlement prediction (Briaud & Gibbens, 1994). In spite of having abundant soil data through extensive laboratory and in-situ tests, the predictions were quite poor. In a typical design situation, where the engineer has only access to very limited soil data, the problems can only be compounded.

Geotechnical engineers often have their preferred methods based on their beliefs. For example, in the Settlement ’94 prediction session held in Texas, the 31 international experts used 22 different methods: the most popular ones among the consultants were the Schmertmann et al. (1978) and Burland & Burbidge (1985) methods, whereas the academics preferred finite element methods.

Sólo es una nota técnica, así que se limitan a dar las conclusiones, dejando algunas cosas en el aire, que supongo estarán en el documento principal (que no he podido encontrar todavía), como son las granulometrías y los datos relativos al ensayo SPT (eficiencia, correcciones, etc). En cualquier caso es una lástima que no hayan considerado otros métodos, como el de Schultze y Sherif (1973) o el de Papadopoulos (1992).

Conclusiones, las esperadas:

  • Todos los métodos indican más asiento del que se produce en la realidad
  • Los asientos pequeños son los que marcan las mayores diferencias entre métodos, a partir de una cierta magnitud los métodos coinciden razonablemente
  • El método más antiguo es el más conservador y el método moderno el que se más se aproxima a la realidad, algo lógico si se tiene en cuenta que los sucesivos métodos se han ido desarrollando conforme se iba comprobando que los anteriores no eran correctos.

Un ejemplo:

cálculo de asientos

Dimensionada la cimentación para un asiento de 25 mm calculado por el método de Terzaghi y Peck, la probabilidad de que el asiento real sea igual o mayor de 25 mm es del 26%. Es decir, que el método sobredimensiona la cimentación un 74%, mientras que el método de Berardi y Lancellota tiene una probabilidad de superación del 60%, es decir, que sobredimensiona la cimentación un poco menos, un 40%, lo cual sigue siendo bastante seguro.

Evidentemente, a pesar de haber fijado el mismo asiento, las tensiones obtenidas en cada método no son iguales, por tanto, habrá que estudiar qué interesa más, si sobredimensionar la cimentación con una seguridad del 80% o ahorrar material tomando una tensión mayor, contando todavía con una seguridad del 40%.

Desgraciadamente, proporcionar una tensión mayor o menor no sólo depende del método de cálculo utilizado, si el cliente no se quiere gastar el dinero en un buen informe geotécnico no hay nada que hacer. La cimentación resultará mucho más cara que el potencial ahorro obtenido haciendo el informe geotécnico más barato, es un hecho, pero el cliente estará contento… y ya se sabe, el cliente manda.

PD: El método sólo es válido para suelos granulares, lo recuerdo por si alguien ya está pensando en usarlo en arcillas.


 

La Clasificación Geomecánica de Lauffer

La clasificación geomecánica de Lauffer, de 1958, parte de las ideas de Josef Stini de 1950 sobre la importancia de los defectos del macizo rocoso en su comportamiento mecánico. La hipótesis principal de la clasificación es que el sostenimiento depende, en gran medida, de la calidad de la roca, lo cual suena muy bien, si, pero ¿cuánto depende, exactamente?

Para cuantificarlo, Lauffer estudió diferentes tipos de excavación (incluso minas abandonadas) en diferentes tipos de roca, midiendo el tiempo que eran capaces de mantenerse estables antes de desmoronarse.

A partir de los datos obtenidos, clasificó los terrenos en siete categorías, indicando el tipo de sostenimiento más apropiado para cada terreno en función de dos parámetros:

  • La longitud libre o vano crítico: Menor de las dos dimensiones -diámetro o longitud de galería- que se puede mantener estable sin revestimiento.
  • Tiempo de estabilidad o mantenimiento (Stand Up Time): Tiempo que puede mantenerse, sin desmoronarse, dicha longitud libre.

 

El trabajo de Lauffer no fue especialmente reconocido, sin embargo, resultó básico para que Rabcewicz, Pacher y Müller llegaran a desarrollar el llamado «Nuevo Método Austriaco o NATM«, unos años más tarde.

Enlaces relacionados:


Cálculo de asientos vs cálculo de tensiones, las ecuaciones de Holl

Hasta hace unos años, en los informes geotécnicos para edificación sólo se veían cálculos de asientos, generalmente por el método de Steinbrenner para cimentación sobre base rígida, sin embargo, desde hace un tiempo, se ven también con frecuencia las ecuaciones de Holl para el cálculo de tensiones bajo un área rectangular cargada uniformemente.

No es de extrañar, se trata de unas ecuaciones muy fáciles de programar que, no sólo proporcionan las tensiones verticales, sino también las horizontales y las tangenciales, lo que las hace muy útiles, si no fuera por un pequeño detalle… que sólo son válidas para un coeficiente de Poisson de 0,50, es decir, para un suelo perfectamente elástico, hipótesis que sólo se cumple, como ya sabemos, en las arcillas saturadas a corto plazo.

El problema es que, pese a tratarse de unas ecuaciones muy interesantes, no figuran en muchos textos. No estoy seguro, pero en español creo que únicamente aparecen en el tomo II del «Geotecnia y cimientos«, sin advertir nada sobre el coeficiente de Poisson de 0,5, de ahí que se estén usando incorrectamente.

Por cierto, el «Geotecnia y cimientos« tiene un error en estas ecuaciones que proviene del artículo original de Holl de 1940, en el que la ecuación de la tensión tangencial XY tenía un signo equivocado, lo he corregido en rojo.

ecuaciones de Holl, geotecnia, mecánica de suelos, soil mechanics

Como se puede ver, en el Elastic Solutions for Soil and Rock Mechanics, de Poulos y Davis, figura la expresión correcta y también el aviso del coeficiente de Poisson.

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Por si alguien se lo está preguntando, si, hay una versión «corregida» de las ecuaciones de Holl para poder utilizar cualquier valor del coeficiente de Poisson, pero ya habrá tiempo de hablar de ese tema…


Las Circulares de Ingeniería Geotécnica de la FHWA

La Federal Highway Administration del U. S. Department of Transportation tiene documentos muy interesantes, entre ellos, toda esta serie de «circulares» sobre temas de geotecnia, indispensables en el disco duro.

Hay quien dice que eso de recopilar todo lo que se encuentra navegando no es más que la versión digital del «síndrome de Diógenes» pero, bueno, nunca se sabe cuando se tendrá que hacer una compactación dinámica o un «soil nailing», no está de más tener la información localizada.

Por cierto, la traducción de «soil nailing» por «suelo claveteado» no termina de convencerme, me suena raro.

FHWA GEC 1 – Dynamic Compaction [1995 – pdf, 20 MB]

FHWA GEC 2 – Earth Retaining Systems [1996 – pdf – 3,80 MB]

FHWA GEC 3 – Geotechnical Earthquake Engineering for Highways I – Principles [1997, pdf, 20 MB]

FHWA GEC 3 – Geotechnical Earthquake Engineering for Highways II – Examples [1997, pdf, 11 MB]

FHWA GEC 4 – Ground Anchors and Anchored Systems [1999, pdf, 4.5 MB]
Especialmente recomendable el capítulo sobre empujes del terreno.

FHWA GEC 5 – Evaluation of Soil and Rock Properties [2002, pdf, 8.5 MB]
Interesante, la parte de ensayos está muy bien.

FHWA GEC 6 – Shallow Foundations [2002, pdf, 7.7 MB]

FHWA GEC 7 – Soil Nail Walls [2015]

FHWA GEC 8 – Design and Construction of Continuous Flight Auger Piles [2007, pdf, 23.5 MB]
Vale la pena dedicarle un tiempo a la parte de métodos de cálculo.

FHWA GEC 9 – ¿¿??

FHWA GEC 10 – Drilled Shafts: Construction Procedures and LRFD Design Methods [2010]

FHWA GEC 11 – Mechanically Stabilized Earth walls and Reinforced Soil Slopes [2010]

FHWA GEC 12 – Design and Construction of Driven Pile Foundations [2016]

 

«Mecánica de Rocas Aplicada a la Minería Metálica Subterránea»

El libro que presento hoy lleva por título «Mecánica de rocas aplicada a la minería metálica subterránea» y, al igual que ya pasó con el Manual de Taludes, cambia entre ediciones, si el Manual de Taludes cambió de nombre (conservando el ISBN), este modificó su formato, eliminó un par de temas y, lo más curioso, cambió de autores.

Mecánica de Rocas Aplicada a la Minería Metálica Subterránea

Como su nombre indica, trata de mecánica de rocas y de minería metálica subterránea (más o menos al 50%), a lo largo de más de 300 páginas. Es un libro muy recomendable, con temas muy bien explicados (el de los criterios de rotura, por ejemplo) aunque en otros esté algo desfasado ya, como el de la clasificación geomecánica Q de Barton, más que nada porque el libro es de 1991 y Barton revisó su método casi por completo en 2002, en un completo artículo del International Journal of Rock Mechanics and Mining Sciences que figura entre los 10 más citados de dicha revista (en el momento de escribir esta entrada, septiembre de 2009).

El «Mecánica de rocas aplicada a la minería metálica subterránea» me costó lo mismo que el Manual de Taludes, 3.120 ptas (18,75 €). Su precio actual en el catálogo de publicaciones del IGME de 2009 (pdf) es de 12,50 €, mientras que el Manual de taludes vale 30 €… no tengo muy claro qué baremo usan para determinar los precios, la verdad.

La versión que dejo aquí no es exactamente la misma que hay en la web del IGME, he corregido un par de páginas que se habían ido de sitio durante el proceso de escaneado.

Mecánica de Rocas Aplicada a la Minería Metálica Subterránea

Mecánica de rocas aplicada a la minería metálica subterránea [pdf – 24 MB]

 

Por cierto, en el libro no queda muy claro de qué año es la Clasificación Geomecánica de Protodyakonov. Hace unos años hice un «estado del arte» de las clasificaciones geomecánicas y pude comprobar que es de principios del siglo XX, pero muchos textos (como este manual) la fechan en 1962, seguramente porque las fuentes originales están en ruso y son difíciles de encontrar. En fin, si alguien lo sabe le agradecería que me lo dijera.