«Los 5 errores de concepto más frecuentes en la Ingeniería Geomecánica», según Bieniawski

Un listado de errores de concepto que te interesa conocer si te dedicas a la geotecnia o ingeniería geomecánica en temas de mecánica de rocas, clasificaciones geomecánicas, taludes, túneles, cimentaciones, etc.

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1) Los túneles pueden diseñarse usando bien las clasificaciones geomecánicas, bien los modelos numéricos, o bien a partir de los datos de la instrumentación

No es cierto. Hacerlo así es un grave error. Es primordial evitar elegir un único método de diseño justificándolo con “no teníamos el tiempo y el dinero” para afrontar la aproximación correcta. Los tres métodos señalados son: el empírico (por ejemplo la clasificación RMR o la Q), el analítico (por ejemplo, las soluciones concretas que se obtienen en los modelos numéricos de ordenador), y el observacional (por ejemplo, las mediciones que se realizan durante la construcción o el Nuevo Método Austriaco NMA).

 

2) Para macizos rocosos de muy mala calidad, no es aplicable la categoría inferior de la clasificación RMR

No es cierto, son ideas equivocadas sobre los hechos. Los hechos son que el RMR continua usándose con éxito incluso para “rocas de muy mala calidad”, Clase 5 con RMR<20, cuando los datos se determinan de manera adecuada.

Este mito se deriva de hábitos erróneos que utilizan las clasificaciones geomecánicas como un “libro de cocina” del que se espera obtener “recetas” válidas para todas las situaciones de proyecto.

 

3) El criterio de Hoek-Brown y el criterio de Mohr-Coulomb son los únicos para estimar la resistencia de los macizos rocosos y el factor de seguridad

No es cierto, el criterio de Mohr-Coulomb, que se remonta a 1773 (!!), sirve para bastantes cosas, en particular para el análisis de la estabilidad de taludes, pero existen otros criterios de resistencia de pico -igualmente efectivos- por ejemplo, el criterio de Yudhbir-Bieniawski (1983) que se utiliza para cotejar los resultados del criterio de Hoek-Brown.

 

4) La mejor forma de estimar el módulo de deformación es a partir de cualquiera de las correlaciones que se encuentran en la literatura de la mecánica de rocas

No es cierto, unas correlaciones están mejor sustentadas que otras, y algunas correlaciones deben evitarse si no se confirman con ensayos in situ. Pero hay una gran diferencia entre “determinar” y “estimar” la deformabilidad del macizo rocoso: determinar es muy deseable; estimar se hace en ausencia de datos in situ fiables y para diseños preliminares.

 

5) Es suficiente con basarse en ejemplos estudiados y desarrollados en el campo de la ingeniería civil de túneles

¡ Una gran equivocación ! Hay gran cantidad de valiosa información que obtener de “nuestros primos” los ingenieros de minas, para aplicarla a la ingeniería civil.

Tanto los ingenieros civiles como los de minas tienen gran tradición y suficientes logros en su haber en el diseño y construcción de túneles de obras civiles y galerías mineras, cavernas y chimeneas. Sin embargo, llama la atención la escasa interacción entre las dos disciplinas, y esto es particularmente evidente en lo que se refiere a las clasificaciones del macizo rocoso.

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Todo esto y mucho más en el post dedicado al artículo «Errores en la aplicación de las Clasificaciones Geomecánicas y su corrección», de R. Z. Bieniawski (que además está en castellano, para que no te quejes).


«El Futuro de las Profesiones», para el CICCP lo importante es el visado

Crecen los enanos en el “Circo Mediático de las Noticias Asombrosas del Gobierno” (ríase usted del Cirque du Soleil, oiga). Esta vez el triple salto mortal de la pista central corre a cuenta del nuevo borrador (si, otro) de la Ley de Servicios Profesionales, que se atreve con la eliminación de las reservas de actividad para los arquitectos, lo dicho, un triple salto mortal… ¿sin red?, ya veremos, por ahora sólo es un borrador.

Curiosamente, unos días antes de conocerse el borrador el presidente del CICCP escribía sobre el tema en “Cinco Días” y ya dejaba caer la eliminación de las reservas de actividad, aunque parecía estar más preocupado por la pérdida del visado obligatorio. En cualquier caso, puestos a tener miedo, lo que de verdad asusta, y mucho, es esta frase:

“lo razonable es que el ejercicio profesional de las diferentes profesiones reguladas de ingeniería se fundamente en dicho marco”.

Atención al tema porque el “marco” al que se refiere es el plan Bolonia, si, el mismo marco que no ha sido capaz de homologar a los titulados de planes anteriores se pone ahora como ejemplo para regular el ejercicio profesional… Dios nos pille confesados si todo lo hacen igual de bien.

Señor Presidente, el cargo le permite hablar por los ICCP, pero eso no quiere decir que todos compartan su visión del asunto. Los ICCP estamos mucho más preocupados por el paro y la homologación del título #soymastereuropeo que por los visados de la Ley de Servicios Profesionales. Si tenemos que demostrar nuestra valía frente a otros titulados lo haremos, pero no juegue con nosotros…

 

EL FUTURO DE LAS PROFESIONES

La llamada Ley Ómnibus de 2009, transposición de una directiva europea de diciembre de 2006 relativa a los servicios en el mercado interior, fue un primer instrumento normativo para modificar y liberalizar el sector servicios y afectó de modo importante a las profesiones regladas, las ingenierías en particular. En concreto, introdujo 18 modificaciones a la Ley de Colegios Profesionales de 1974, preconstitucional por tanto, que había regulado hasta entonces el funcionamiento de dichas instituciones. Entre otras modificaciones, desaparecieron la colegiación obligatoria -que ya solo rige cuando así lo dispone una ley estatal-, la obligación del visado y la posibilidad de publicar baremos indicativos de precios de los diferentes servicios. El visado profesional quedó posteriormente regulado mediante el Real Decreto 1.000/2010, de 5 de agosto, que incluye la obligación del visado en la edificación y en ciertas obras relacionadas con explosivos y minería, pero no declara obligatorio el visado de ninguna obra pública, ni siquiera de aquellas de cuya solidez y estabilidad depende de forma muy obvia la seguridad de las personas.

En definitiva, se requiere certificación colegial para proyectar y construir un edificio de viviendas u oficinas pero no para diseñar y construir un puente o una presa. Aquella Ley Ómnibus disponía que en el plazo de un año se promulgaría una disposición también con rango de ley que determinase las profesiones para cuyo ejercicio sería obligatoria la colegiación. Y aunque circularon varios borradores del Gobierno anterior, aquella norma no llegó a promulgarse.

En septiembre pasado, el Gobierno aprobaba su plan estratégico de política económica, que habría de desarrollarse durante el primer semestre de 2013 y que incluía el envío al Parlamento de un proyecto de Ley de Servicios Profesionales encaminado a «fomentar la competencia en este segmento del sector servicios». El objetivo no es cuestionable, pero parece claro que hay que compatibilizarlo con otros designios tendentes a mantener la calidad de las prestaciones y de los servicios públicos a ellas vinculadas, y a preservar la buena salud y el elevado prestigio de nuestras empresas, en buena medida basado en la competencia irreprochable de los técnicos que trabajan en ellas.

Lógicamente, desconocemos los términos en que el Gobierno planteará su propuesta, pero algunas declaraciones todavía de carácter general y faltas de concreción han hecho cierto hincapié en la eliminación de la mayoría de las reservas de actividad, que se correspondían en el pasado con dominios de colegiación obligatoria. En este sentido, convendría prevenirse contra una excesiva desregulación de las profesiones técnicas, ya que, de un lado, es irreal asimilarlas entre sí como si fueran meras especialidades de una misma ingeniería -difícilmente las presas que proyecta el ingeniero de caminos podrán ser ejecutadas por el ingeniero naval, ni el buque que este construye podría quedar en manos de un ingeniero agrónomo-, y, de otro lado, la calidad de nuestros técnicos, que redunda en el ya mencionado e indudablemente reconocido prestigio internacional de nuestras empresas de ingeniería y de servicios, es consecuencia de la excelente preparación de nuestros ingenieros, clasificados por las especialidades que son usuales en la comunidad internacional.

En definitiva, y como ha manifestado la Unión Profesional de Colegios de Ingenieros, la regulación que finalmente se plantee de las ingenierías «no puede ser ajena a la reciente adaptación que se ha realizado en España de las titulaciones universitarias para su adecuación al Espacio Europeo de Educación Superior (Bolonia). Este nuevo marco (Real Decreto 1.393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales) ha definido con claridad qué títulos universitarios habilitan para el ejercicio de profesiones reguladas (con lo cual no existe problema para su identificación) y también ha establecido qué competencias se deben adquirir para ejercer determinadas profesiones. Por ello, lo razonable es que el ejercicio profesional de las diferentes profesiones reguladas de ingeniería se fundamente en dicho marco».

«Basta con un análisis de las diferentes órdenes que establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habilitan para el ejercicio de las diferentes profesiones de ingeniero (aeronáutico, minas, navales, caminos, canales y puertos, montes, industrial, telecomunicación y agrónomo) para percatarse de que el núcleo general de conocimientos académicos es sumamente específico en cada una de las ramas de ingeniería. De esta forma, parecería absurdo que alguien que haya obtenido los conocimientos que le habilitan para ejercer una concreta profesión regulada de ingeniero -naval, industrial, de montes, etc.- pudiera disponer de atribuciones profesionales sobre un área ajena a sus conocimientos».

En lo relativo al visado, el citado Real Decreto 1.000/2010, de 5 de agosto, establece en el artículo 2 el visado obligatorio en los proyectos de ejecución de edificación, certificados de final de obra de edificación, proyectos de demolición de edificaciones y otros casos singulares relacionados con explosivos y con la minería. De nuevo hay que decir que es un sinsentido garantizar la idoneidad de quien proyecta un edificio y no de quien construye un puente, pongamos por caso. A nuestro juicio, el real decreto debería revisarse íntegramente con más ecuanimidad.

Por último, no cabe desconocer que el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos mantiene un seguro de responsabilidad civil que protege a todos los colegiados. Tal garantía para la sociedad solo tiene sentido en un marco regulatorio de reserva de actividad y de colegiación obligatoria. La desaparición del seguro dejaría desvalida en la práctica a la sociedad civil.

En suma, los ingenieros de caminos creemos que una mayor competencia en los servicios ha de ser positiva para la economía, pero no de manera desordenada ni exacerbada, si no queremos que la competitividad mal entendida termine deteriorando la solvencia de las prestaciones. Por lo mismo, nada nos agradaría más que poder participar con nuestro asesoramiento en la elaboración de las normas que ha de conjugar la liberalización efectiva de la economía con la preservación de la calidad de nuestras actuaciones empresariales y de la profesionalidad de nuestros técnicos, cuyo acomodo intelectual y personal en el seno de los colegios ha demostrado ser una salvaguarda para la excelencia.

Juan Antonio Santamera Sánchez
Presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
Cinco Días, 14 de diciembre de 2012 (enlace)


El blog como «marca personal» del ingeniero

Me preguntan muy a menudo si tengo este blog para incrementar mi «marca personal» como ingeniero. La respuesta es negativa. Yo empecé a escribir cosas sobre geotecnia en mi propia web personal en 1998, y si decidí pasarme al formato blog fue simplemente por comodidad, cansado de modificar la web en html puro y duro…

… pero tengo que reconocer que si, que un blog incrementa la «marca personal» mucho más que una web normal.

La razón está en la forma en que Google valora la actualización del contenido, pero hoy no voy a escribir sobre eso, sino sobre blogs e ingenieros.

Se atribuye al gurú Tom Peters (que estudió Ingeniería Civil, por cierto) el concepto de «marca personal» («personal brand«) en 1997, pero la mejor definición sigue siendo la de Jeff Bezos, el CEO de Amazon, «marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás delante» («cuando no estás en la sala», dijo exactamente).

Para entendernos, hoy por hoy, «no estar delante» quiere decir Internet.

¿Qué es lo primero que haces cuándo te nombran una empresa o una persona?, ¿buscar su nombre en Google?, ¿qué te hace pensar que no van a hacer lo mismo contigo?, ¿preocupado por lo que puedan encontrar?, ¿preocupado por no aparecer siquiera?

Bueno, pues si te preocupa tu «marca personal» necesitas un blog.

Si, Twitter, facebook, Tuenti, Google+, LinkedIn y demás redes sociales te pueden ayudar, por supuesto, pero no puedes confiarlo todo a las redes sociales. ¿Recuerdas MySpace? yo tampoco, pero en 2005 costaba 580 millones de dólares y movía más tráfico que Google, y lo mismo pasará algún día con facebook.

No puedes confiar en un servicio de terceros. Necesitas algo «seguro», un sitio que tú puedas controlar y dónde te puedan localizar, un sitio que los buscadores puedan indexar y recordar. Ese sitio es tu blog (y si es en tu propio dominio, todavía mejor).

El blog como "marca personal" del ingeniero

Durante años, los Ingenieros Civiles (y aquí incluyo Obras Públicas y Caminos, que al fin y al cabo estamos en el mismo redil) nos hemos excusado en un discreto anonimato. Puede que ese anonimato estuviera justificado en su momento, cuando todo dependía del Ministerio de Fomento y la promoción se conseguía por antigüedad, pero medio siglo después no sólo no tiene sentido, sino que nos penaliza, dándonos una apariencia de sector gregario, displicente y totalmente falto de autocrítica e iniciativa… y ojalá fuera sólo apariencia.

Afortunadamente la situación está cambiando, cuando empecé este blog tuve que soportar críticas de compañeros que decían que «un ingeniero de caminos no debía escribir un blog» (si, hay gente así). Lo penoso es que eran los mismos que presumen de que el primer Premio Nobel de España, de literatura, era ingeniero de caminos (presumir de glorias pasadas también es muy típico del sector, porque Echegaray ganó el Nobel en 1904, y anda que no ha llovido). Como digo, la situación está cambiando, y tenemos que felicitarnos por ello.

Atreverse a dar consejos sobre un tema debe estar cimentado en el éxito (estrategia a seguir) o en el fracaso (estrategia a evitar). En mi caso es un estado intermedio, estoy razonablemente satisfecho con el blog (y todavía más con sus lectores), pero no creo que pueda decir mucho de mi «marca personal». De una cosa si estoy seguro, mi manía de hacer experimentos y «tocarlo” todo ha provocado que «rompiera» el blog unas cuentas veces (y las que me quedan), así que tengo experiencia para opinar (hey, si nadie cometiera fallos el mundo sería un sitio muy aburrido, el fracaso es necesario para apreciar mejor el éxito).

¿Estás pensando en empezar un blog?, ¿quieres tener «tu sitio» en Internet? Perfecto, decide un título, los temas que quieres tratar y la estructura que va a tener. Apóyate en otros blogs que te llamen la atención, coge ideas, inspírate, pero sin plagiar, se nota mucho (todos leemos los mismos blogs, quedará de pena y perderás credibilidad).

Hazlo. Seguro que tienes algo que contar.

Manuel Romana: «Cimentación de presas. Aspectos Geomecánicos»

Conferencia Magistral Raúl J. Marsal 2012

Hace un par de meses anuncié la “XXVI Reunión Nacional de Mecánica de Suelos e Ingeniería Geotécnica” que se iba a celebrar en Cancún en noviembre de 2012, destacando que la conferencia magistral “Raúl J. Marsal” correría a cargo de Manuel Romana Ruiz, catedrático emérito de la UPV. Pues bien, en rigurosa primicia y como regalo de navidad (escribo esto el 24 de diciembre) tenéis aquí el texto íntegro de la conferencia «Cimentación de presas. Aspectos Geomecánicos» directamente de su autor, al que agradezco el envío.

Raúl Jaime Marsal, nacido en Argentina, fue uno de los grandes geotécnicos mexicanos del siglo XX, junto con Nabor Carrillo y Leonardo Zeevaert (entre otros) de ahí que las conferencias de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Geotécnica lleven sus nombres. Un detalle a tener en cuenta, hasta el momento sólo otro español había tenido el honor de impartir una de estas conferencias, José Antonio Jiménez Salas, que habló sobre mecánica de suelos no saturados en 1990.

La conferencia proporciona una visión muy completa de la cimentación de presas y su evolución histórica conforme han ido apareciendo nuevos materiales, nuevas técnicas, nuevas teorías y, por supuesto, nuevos problemas geomecánicos (presión de poro, distintos módulos de deformación, etc.). No faltan los ejemplos comentados (Proserpina, Hoover, El Atazar, Mantaro, Karun, Jin Ping, etc.) ni las clasificaciones geomecánicas ad hoc, como la clasificación Dam Mass Rating o DMR, desarrollada por el propio Manuel Romana desde 2003.

El texto tiene tres apéndices, los dos primeros están dedicados al DMR mientras que el tercero es una aclaración sobre la diferente terminología técnica utilizada en México y España, con algunas equivalencias que todos conocemos (concreto por hormigón o enrocamiento por escollera), otras no tan habituales, y términos que no utilizamos del mismo modo, como los esfuerzos de tensión.

Manuel Romana. Cimentación de presas. Aspectos Geomecánicos. Conferencia Raúl Marsal

Manuel Romana – Cimentación de presas. Aspectos Geomecánicos [pdf – 3,61 MB]

La equivalencia del título. Situación actual. #soymastereuropeo

Lo que vas a leer a continuación es el escrito preparado en el “Grupo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos” de LinkedIn como resumen y actualización del problema de la equivalencia del título de ICCP de 5/6 años con el máster (lo explico porque aparezco citado en tercera persona y no, todavía no estoy tan mal).

Eres libre de copiar, pegar, enlazar y difundir este texto, lo importante es que la gente se entere y deje de sorprenderse con un “No, no, eso no puede ser, nos dijeron que éramos máster”. Pues mira, lo siento mucho, sí es, y el CICCP lo ha reconocido, así que ¿nos ayudas…?

Para estar al día te recomiendo visitar los debates de LinkedIn, Twitter (#soymastereuropeo) y Storify.

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En las últimas semanas ha saltado a las redes sociales un problema que ha permanecido latente durante demasiado tiempo: la equivalencia entre los actuales títulos de Arquitectura e Ingeniería Superior y los títulos derivados de los nuevos planes de estudio.

De acuerdo al Plan Bolonia, para tener las mismas competencias profesionales que actualmente ostentan Arquitectos e Ingenieros Superiores se exige cursar un grado y un máster habilitante. El problema surge al intentar trabajar en el extranjero, una salida profesional muy habitual en la actualidad, dada la situación económica que se vive en España. 

ANTECEDENTES

Los planes de estudio presentes hasta el momento en España se basaban en el sistema francés, con tres niveles de estudio:

  • Ècole, el equivalente a las Ingenierías y Arquitectura Técnica (3 años)
  • Grande Ècole, las Ingenierías y Arquitectura Superior (5 ó 6 años)
  • Doctorado

El llamado “Plan Bolonia”, iniciado el año 1998 en la ciudad italiana del mismo nombre, pretende una convergencia de los estudios superiores a nivel europeo, y para ello se basa en el sistema anglosajón, también con tres niveles de estudio:

  • Grado (3 ó 4 años)
  • Máster (1 ó 2 años)
  • Doctorado

España es de los últimos países en modificar los planes de estudios universitarios, según el Real Decreto 1393/2007, y adopta un sistema que contempla:

  • Un Grado de 4 años (artículos 12 y siguientes)
  • Un Máster Universitario de 1 ó 2 años (artículos 15 y siguientes)
  • Doctorado, que mantiene un estatus similar (artículos 18 y siguientes)

Este R.D. es modificado por el R.D. 861/2010, pero no en lo que afecta a lo expuesto anteriormente.

Además, la Orden CIN/309/2009 establece los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. En esta orden se especifica textualmente:

La legislación vigente conforma la profesión de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, como profesión regulada cuyo ejercicio requiere estar en posesión del correspondiente título oficial de Master obtenido, en este caso, de acuerdo con lo previsto en el artículo 15.4 del referido Real Decreto 1393/007, conforme a las condiciones establecidas en el Acuerdo de Consejo de Ministros de 26 de diciembre de 2008, publicado en el Boletín Oficial del Estado de 29 de enero de 2009.

En este acuerdo se habla de las condiciones que deben cumplir los estudios de grado para el ejercicio de las actividades profesionales reguladas de Ingenierías Técnicas, pero en ningún momento se habla de las Ingenierías Superiores.

El R.D. 1027/2011 establece el Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior, fijando 4 niveles, ya que incluye también el de Técnico Superior, equivalente a los estudios actuales de Formación Profesional. Sin embargo, en este R.D. no se habla en ningún momento de la equivalencia de las titulaciones anteriores al MECES con las que quedan establecidas a partir del año 2011. 

EL PROBLEMA

El problema al que se enfrenta el colectivo de arquitectos e ingenieros superiores es que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte no ha establecido ningún mecanismo de homologación automática para equiparar los títulos antiguos al Espacio Europeo de Educación Superior. De hecho, aunque el R.D. 1393/2007, en su disposición adicional cuarta, garantiza que se mantienen los efectos académicos y profesionales de las titulaciones antiguas, no trata en ningún momento la homologación de los títulos.

Curiosamente, siendo un cambio para converger con Europa, el problema surge al intentar acreditar la competencia profesional en el Espacio Europeo. Actualmente, la Comisión Europea, a través de su página web, fija la equivalencia profesional de los títulos superiores con estudios de 4 años o más, pero sin reconocer el máster.

No se trata de una mera cuestión formal. La falta de reconocimiento del título como máster plantea muchas dificultades, tanto a los ingenieros que quieren salir fuera del país, que son considerados como graduados, como a las empresas, que se encuentran con que sus equipos técnicos son peor valorados en las licitaciones de concursos públicos. En un ejemplo que exponía Enrique Montalar en su blog de una licitación en Ecuador, se otorgaba 2 puntos a los graduados, 7 a las maestrías y 15 a los doctores. Otro de los problemas es la falta de competencias profesionales en el país de destino, ya que son profesiones reguladas, y dichas competencias están asociadas al nivel educativo de máster.

Hoy por hoy se pueden seguir haciendo los trámites necesarios para la homologación del título de Ingeniero Superior al de máster en el país de destino, trámites que en muchos casos implican la realización de asignaturas adicionales en la universidad. Sin embargo, en breve empezará a haber dos tipos de titulados, los Máster Ingenieros y los Ingenieros Superiores, lo cual creará mucha confusión en los países de destino, ya que las autoridades competentes o las empresas no tienen por qué conocer las las dificultades que atraviesa el Espacio Educativo Español.

En la actualidad ya hay varias Universidades, tanto privadas como públicas, que ofrecen un Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, tal y como exige el R.D 1393/2007. La Universidad Politécnica de Cataluña o la de Cartagena ofrecen programas de máster completos (2 años). Sin embargo, algunas Universidades privadas ofrecen a los Ingenieros de Caminos la posibilidad de hacer un máster abreviado, que varía en el número de créditos y en el coste (entre 5 y 6 mil euros), aunque siempre ofrecen realizarlo en un horario que no interfiera con la jornada de trabajo. Otras escuelas, como la perteneciente a la la Universidad Politécnica de Madrid, no se espera que ofrezcan el máster habilitante hasta el curso académico 2014/2015.

En estos momentos, el agravio comparativo entre los titulados anteriores y posteriores al Plan Bolonia ha generado un problema que sólo el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte puede resolver. 

LAS REDES SOCIALES

El problema ha salido a la luz en Twitter y LinkedIn en relación con la titulación de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, aunque es aplicable al resto de titulaciones que habilitan para el ejercicio profesional.

Se han emprendido -a título particular- diversas acciones, entre las que se encuentran las siguientes:

EL COLEGIO DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS

El día 17 de noviembre, el presidente del Colegio de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y también Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la UPM, Juan Antonio Santamera, escribe un artículo de opinión en el diario “Expansión” en el que expone la situación y sus inconvenientes, y aboga por la homologación automática del título con el de máster.

El presidente del Colegio, a preguntas de los colegiados sobre del papel que está jugando el CICCP en todo este proceso, informa de que se ha entrevistado con el Ministro Wert y le ha transmitido la preocupación acerca del problema; en redes sociales, el Colegio comunica que se ha abierto una vía de colaboración con el Ministerio de Educación, sin especificar ningún cronograma.

En la jornada de Internacionalización que se lleva a cabo el día 3 de diciembre en la sede central del Colegio se pregunta por el problema de la homologación al presidente Santamera, que responde que en la entrevista con el Ministro Wert se comentó la posibilidad de adoptar el modelo que se ha puesto en marcha en Francia, esto es, añadir al título oficial una segunda línea que acredite el nivel académico de máster. Por lo que parece, el Ministerio recibió de manera favorable esta opción, pero Santamera informa de que sólo sería posible para nuevos titulados (promoción 2013 y hasta la extinción del título), pero que lo ve muy complicado para titulados antiguos.

El día 12 de diciembre, en la comunicación navideña del presidente del CICCP, se afirma que se están realizando “intensas gestiones” y que “van por buen camino”.

Sin embargo, en la jornada de presentación del Plan Bolonia en la ETSICCP de Madrid del día 13 de diciembre, el presidente vuelve a insistir en la dificultad de conseguir la homologación automática del título para ICCP y dirige al colectivo a solicitar en la Escuela o en el Colegio un certificado que explica la equivalencia al máster (sin que tenga validez oficial fuera de España, como él mismo ya había reconocido en el artículo publicado en Expansión y en el mensaje navideño). Además, al serle solicitada una hoja de ruta de lo que está llevando a cabo el Colegio, contesta que no tiene tiempo y que si los colegiados quieren ayudar, que la redacten ellos, fijando una reunión para el día 10 de enero.

El día 17 de diciembre, el CICCP publica en su página web una nota en la que se expone la situación del título y alguna de las gestiones que ha hecho la Sede Central.

El día 18 de diciembre, la Demarcación de Madrid del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos convoca una jornada titulada “Acreditación e implementación del Plan Bolonia”. En principio la jornada cuenta con la presencia de todas las universidades que imparten Ingeniería de Caminos en Madrid pero finalmente incluye únicamente a Universidades privadas, para presentar sus programas de máster para Ingenieros de Caminos ya titulados.

Esta jornada es cancelada por la Demarcación el mismo día 18 al mediodía, alegando la falta de la Universidad Politécnica de Madrid, a pesar de que ya se sabía desde el día anterior. El decano, Miguel Ángel Carrillo, se ofrece a hablar con los colegiados que deseen informarse. Se produce una reunión informal, donde se explica el problema ya expuesto con la titulación y la solución que ofrecen las privadas: adelantar la consecución de un máster, sin que por ello se vaya a dejar de luchar por la equivalencia automática.

En esa reunión los colegiados presentes solicitan al Decano la defensa del título y de la profesión, con la equivalencia automática del título de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos a Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos. Además, se pide que se realice un esfuerzo para mantener informado al colectivo, tanto de las acciones llevadas ya a cabo como de las que se pretende acometer en las próximas semanas.

El día 19 de diciembre, Enrique Montalar, Ingeniero de Caminos, tiene una reunión con Vicente Esteban Chapapría, Director de la ETSICCP de Valencia, en la que le informa de que los directores de las Escuelas Técnicas Superiores de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos dirigieron en el mes de octubre un escrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el que también se pide que se reconozca el nivel de máster a los Ingenieros Superiores.

El mismo día 19 de diciembre se convocó una reunión a través de LinkedIn y Twitter, en la que se redactó un borrador de “Hoja de Ruta”, tal y como se había hablado con el presidente Santamera el día 10. Se colgará en LinkedIn para que todo el mundo pueda aportar. Se ha fijado la siguiente reunión para el día 8 de enero.

 

Esta es la situación a 22 de diciembre de 2012. Para tener información más actualizada se pueden seguir los debates del grupo “Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos” de LinkedIn, concretamente “La equivalencia del título”, y el hashtag #soymastereuropeo en Twitter.

Legislación de referencia

Otra información de interés

 

Este artículo ha sido redactado por algunos miembros del grupo de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la red social Linkedin