Informe NCHRP 717 sobre socavación de puentes cimentados en roca (scour at bridges foundations on rock)

Hasta hace relativamente poco, los puentes se diseñaban por criterios funcionales bajo los estrictos condicionantes que imponía su ubicación. Como dice Franz Kafka en uno de sus relatos, “salvo que se hunda, jamás un puente construido en algún momento, puede dejar de ser puente”. Pues bien, entre los condicionantes que pueden hacer que un puente se hunda (y deje de serlo), destaca la socavación, problema que suele resolverse protegiendo y profundizando la cimentación, a ser posible hasta terreno firme o roca.

Así, la Guía de Cimentaciones en Obras de Carreteras dice de la socavación:

Las soluciones a estas patologías pueden clasificarse según se actúe para reducir la capacidad erosiva del agua, o para aumentar la capacidad resistente de la cimentación. Con frecuencia, se acude a soluciones mixtas.

La resistencia del cimiento frente a la erosión suele conseguirse mediante elementos de protección, o profundizando la cimentación bajo la cota de base de la zona móvil, lo cuál puede requerir, en cauces formados por materiales sueltos, la ejecución de una cimentación profunda capaz de soportar los empujes del agua y del «terreno móvil» durante las avenidas.

En general, y particularmente para el caso de las erosiones locales en las entradas y las salidas de las obras de drenaje, el mejor procedimiento para evitarlas es la profundización de los cimientos hasta cotas donde no se produzcan ya estos fenómenos, bien por la gran profundidad alcanzada, bien por apoyar sobre rocas competentes no erosionables.

Para estimar la profundidad de socavación la Guía nos envía a un texto más específico, el (agotado) Control de la Erosión Fluvial en Puentes (1988), pero ya en su primer apartado el texto descarta las cimentaciones en roca:

“Se advierte que en este texto se hará referencia únicamente a regímenes lentos, es decir, con número de Froude F<1. Tal limitación no es muy restrictiva en la práctica, puesto que el régimen rápido (F>1) así excluido suele presentarse solamente en cañones o zonas de montaña, donde los problemas de cimentación de puentes son mínimos pues los cauces son estrechos y la roca es casi superficial”.

 

Bien, para ampliar este tema traigo hoy un documento específico (y reciente, del 26-jun-2012), el NCHRP Report 717, Scour at bridges foundations on rock, o lo que es lo mismo, socavación de puentes cimentados en roca. Un estudio sobre socavación a partir de datos reales en función de la roca matriz (resistencia, durabilidad, etc) y del estado y rugosidad de las juntas, tamaño de bloque, RQD, etc.

El informe completo consta de una memoria, nueve apéndices con los modelos utilizados, y hojas de cálculo con todos los datos intermedios (por cierto, en el archivo comprimido de las hojas de cálculo han incluido otra vez el archivo pdf de los apéndices ¿…?).

 Informe NCHRP 717 sobre socavación de puentes cimentados en rocaNCHRP Report 717, Scour at Bridges Foundations on Rock – Report (pdf – 24,7 MB)

NCHRP Report 717 scour at bridges foundations on rockNCHRP Report 717, Scour at Bridges Foundations on Rock – Appendices (pdf – 8,29 MB)

NCHRP Report 717, Scour at Bridges Foundations on Rock – Spreadsheet (zip – 8 MB)

 


«La Restauración de la Obra Pública», último número de Ingeniería y Territorio

La crisis extiende sus tentáculos y aprieta sin piedad, incluso en el CICCP, que ha decidido recortar gastos en el servicio de publicaciones. La “Revista de Obras Públicas” se salva de la quema por cuestiones históricas, es la publicación no diaria más antigua de España (desde 1853), y la veteranía es un grado que conviene mantener, pero Cauce 2000 (desde 1983) y la siempre cuidada Ingeniería y Territorio (desde 1986) no han tenido tanta suerte, así que dejarán de publicarse durante unos meses.

El inesperado último número de Ingeniería y Territorio es el que hace 92 y está dedicado a una asignatura pendiente en nuestro país, “La Restauración de la Obra Pública”, un problema especialmente grave si tenemos en cuenta que hasta hace poco las obras de ingeniería no se consideraban dignas de protección, precisamente, como indica el artículo de José Ramón Navarro Vera (pdf):

Todavía en 1918, la Comisión de Monumentos de la Real Academia de la Historia no puso ningún reparo en la demolición del acueducto romano de Sevilla, aduciendo que: “No se trata, es cierto, de una obra de arte […]. Los romanos, el arte lo reservaban para donde se había de hablar al espíritu y a los ojos […]. El romano conservaba el arte para los templos, anfiteatros, termas y demás construcciones urbanas […]. El acueducto romano de Sevilla no es de esta clase. Trátase de una obra de ingeniería como las murallas, las cloacas, los puentes, las presas y embalses, y las calzadas.”

Entre los interesantes temas tratados en este número, las discutidas y discutibles ampliaciones de las obras de fábrica, las suicidas políticas de conservación de las vías romanas (cuando lo son, es decir, casi nunca) y un problema clásico que sigue dando guerra, la socavación de las pilas, el enemigo público número uno de los puentes de fábrica, resuelto todavía hoy de formas, digamos, confusas (a los ejemplos del texto me remito).

  «La Restauración de la Obra Pública», último número de Ingeniería y Territorio
 

 

Torres Cabrera, ¿licuefacción o socavación?

La vivienda, ubicada desde 2003 en la parcelación Atalayuela de Torres Cabrera (muy cerca de Córdoba), a unos 200 metros del río Guadajoz, se inclinó la semana pasada.

Según Canal Sur se trata de una socavación del río, pero según Diario Córdoba la inclinación se produjo tras un pequeño temblor de tierra.. me inclino por la socavación, valga la redundancia, aunque movimientos sísmicos tampoco faltan por aquellos lares (listado de los últimos diez días).