Fallo en muro de escollera en Busot, Alicante

La diferencia básica entre un muro de escollera (estructural) y un paramento o encachado de escollera (ornamental) es el número de bloques que componen cada una de las hiladas. Para garantizar un comportamiento estructural, cada hilada debe estar formada, al menos, por dos bloques de escollera. Y siempre, en todo caso, debe rellenarse el trasdós con material granular.

En cualquier urbanización hay «muros» como el que traigo hoy al blog. Son más económicos, más bonitos y soportan mejor las deformaciones del terreno que los muros de hormigón, con un poco de suerte incluso se pueden cubrir de vegetación, todo son ventajas… si no tenemos en cuenta esa manía que tienen de caerse, por aquello de no ser estructurales.

El derrumbe se produjo el pasado lunes 20 de septiembre. Ha afectado a cinco viviendas, afortunadamente sin causar daños personales. Ocurrió justo antes de empezar a llover pero,  visto el relleno, es muy probable que esté causado por los empujes activos en el trasdós.

El muro estaba ahí desde 2005, la vivienda a la que pertenece todavía no está habitada ni tiene licencia. Según parece, había quejas desde hace tiempo pero, como siempre ocurre, eran únicamente verbales, nada por escrito. El primer vídeo da una idea general de la noticia, el segundo, con mucha mejor calidad (hasta 1080p), deja ver un poco mejor el relleno del muro, por lo que se ve, parece tener un único bloque por hilada, cantos a modo de filtro y después tierra natural.

 

 
Más información:

Se derrumba un chalé construido sobre una falsa montaña [ABC]

Cinco chalés desalojados al derrumbarse parte de un muro de contención en Busot [Información]

Busot da 24 horas al promotor de la vivienda que causó el derrumbe para que inicie las obras [Información]

Una colada de derrubios (debris flow) en Pakistán

Tras la colada de barro de California y la colada de derrubios de Atrani, presento hoy otra colada de derrubios (debris flow), esta vez en Pakistán, en el valle de Hunza, si, el mismo del deslizamiento y embalse de Attabad.

Como ya se ha comentado, la diferencia entre ambos movimientos radica en la granulometría del material transportado, por lo que resulta muy difícil clasificarlos de un modo exacto, ya que cambian en función de lo que vayan arrastrando en cada instante.

En este caso, el vídeo dura 7:22 minutos pero lo más interesante ocurre a partir del instante 0:50, cuando los espectadores de la orilla opuesta salen corriendo al ver la «granulometría» que se les viene encima , después de eso el vídeo ya es «más de lo mismo»…

Visto en geology.com


Terremoto en Christchurch, Nueva Zelanda

El terremoto del 3 de septiembre pasado en Christchurch, en la isla sur de Nueva Zelanda, ha pasado sin pena ni gloria por los informativos, pese a haber alcanzado una magnitud de 7,2 Mw (escala de magnitud de momento o MMS).

Nueva Zelanda es un país peculiar, tiene una intensa actividad sísmica pero también una gran tradición de construcción con madera y adobe (casi el 90% de las viviendas residenciales), por lo que cuenta con normativa de construcción antisísmica desde hace años, normativa que parece haber funcionado, ya que no ha habido víctimas mortales.

Por desgracia, los informativos consiguen más audiencia si hay imágenes «morbosas»… ergo, no ha sido un terremoto tan ”mediático» como otros.

Una fotografía de Rob Griffith para Associated Press, vista en Photos of the Day
Los primeros estudios se han centrado en averiguar por qué los movimientos observados en superficie no se corresponden con las fallas conocidas, más que nada porque eso indicaría que la estructura de la zona es todavía más compleja de lo que se pensaba. Como han dicho: «hasta el sábado pasado nada hacía pensar que hubiera una falla activa justo ahí«.
Una de las cosas que más me ha sorprendido cuando buscaba información ha sido esta interesante vista aérea a lo largo de 22 km de fracturas, con desplazamientos horizontales de 4 metros y saltos verticales de hasta 1,50 metros, todo ello en calidad 1080p:

Y así ha quedado la ciudad más afectada, Christchurch, a 30 km del epicentro (70 km según otras fuentes):

Más información:

CNN

New Zeland Herald.

El País

Galería fotográfica en El País

Carga de hundimiento en generador eólico

Los aerogeneradores o generadores eólicos, como el resto de estructuras, también tienen corazón problemas. Normalmente se trata de fallos mecánicos por rachas de viento inesperadas y cosas así, no es frecuente que sean fallos de cimentación, y mucho menos todavía, que lleguen hasta la rotura por carga de hundimiento pero, bueno, a veces ocurre.

Fallos típicos de los aerogeneradores / generadores eólicos

Estructuralmente, la cimentación superficial de un generador eólico es una zapata aislada grande, con una carga vertical centrada y una resultante horizontal pasando a cierta distancia de la base, que debe verificar unos determinados Estados Límite Últimos, normalmente rotura, estabilidad global, deslizamiento, vuelco y carga de hundimiento.

Para la comprobación de carga de hundimiento pueden utilizarse las fórmulas de Brinch Hansen, Vesic o similares, pero siempre teniendo en cuenta la posición de la resultante en el plano de cimentación, lo que la  Guía de Cimentaciones en Obras de Carreteras llama “área cobaricéntrica” y el Código Técnico de la Edificación “área equivalente”.

Si alguien está interesado en hacer un numero gordo y quiere buscar más información, se trata de un modelo GET41 de 600 kW de 1997, con una altura total de 70 metros y un diámetro de 41 metros.

Fallo por carga de hundimiento en la cimentación de un generador eólico

Fallo por carga de hundimiento en la cimentación de un generador eólico

Fallo por carga de hundimiento en la cimentación de un generador eólico

Pido disculpas por el reducido tamaño de las fotografías, no he encontrado nada mejor. En cuanto al dónde y el cuándo, en esta página dice que están tomadas en Goldenstedt, Alemania, el 28 de octubre de 2002, tras una tormenta, y en esta otra que son del 22 de junio de 2008. Los dos enlaces pertenecen al mismo dominio pero el primero parece ser el correcto.


Una colada de derrubios (debris flow) en Atrani, Italia

Ayer mostraba una colada de barro (o mudflow) que la tomaba con un camión, y hoy tenemos este otro vídeo, grabado el jueves pasado en Atrani, Italia, en el que son varios los coches que sufren el ímpetu de una colada de derrubios (o debris flow).

No es nada que no hayamos visto antes, en España tenemos inundaciones parecidas todos los veranos (véase este ejemplo), pero el vídeo impresiona a partir del instante 1:34.

 

El pequeño pueblo de Atrani está situado en el golfo de Salerno, en la Costa Amalfitana (muy cerca de Amalfi, justamente), en la parte final de un abrupto valle, y aunque cuenta con un sistema de desagüe subterráneo (se ve al principio del vídeo), todo tiene un límite.

Estos fenómenos nunca son fáciles de tipificar, Dave’s Landslide Blog lo clasifica como una colada de derrubios pero, a partir de cierto momento, bien podría tratarse de una colada de barro.

La diferencia entre los dos movimientos radica en el tamaño del material «transportado». Las coladas de barro están formadas por finos en su mayor parte, mientras que las coladas de derrubios presentan una granulometría mucho mayor. Lo habitual es que las coladas de derrubios requieran también un menor contenido en agua, aunque eso depende de la forma en la que se haya formado y encauzado el movimiento.

 

Por cierto, Atrani es el segundo pueblo más pequeño de Italia por extensión -tiene únicamente 0,20 km²-, y es un motivo recurrente en la obra de M. C. Escher, como se puede comprobar en las imágenes inferiores, de la serie Metamorphosis.