Ayer mostraba una colada de barro (o mudflow) que la tomaba con un camión, y hoy tenemos este otro vídeo, grabado el jueves pasado en Atrani, Italia, en el que son varios los coches que sufren el ímpetu de una colada de derrubios (o debris flow).
No es nada que no hayamos visto antes, en España tenemos inundaciones parecidas todos los veranos (véase este ejemplo), pero el vídeo impresiona a partir del instante 1:34.
El pequeño pueblo de Atrani está situado en el golfo de Salerno, en la Costa Amalfitana (muy cerca de Amalfi, justamente), en la parte final de un abrupto valle, y aunque cuenta con un sistema de desagüe subterráneo (se ve al principio del vídeo), todo tiene un límite.
Estos fenómenos nunca son fáciles de tipificar, Dave’s Landslide Blog lo clasifica como una colada de derrubios pero, a partir de cierto momento, bien podría tratarse de una colada de barro.
La diferencia entre los dos movimientos radica en el tamaño del material «transportado». Las coladas de barro están formadas por finos en su mayor parte, mientras que las coladas de derrubios presentan una granulometría mucho mayor. Lo habitual es que las coladas de derrubios requieran también un menor contenido en agua, aunque eso depende de la forma en la que se haya formado y encauzado el movimiento.
Por cierto, Atrani es el segundo pueblo más pequeño de Italia por extensión -tiene únicamente 0,20 km²-, y es un motivo recurrente en la obra de M. C. Escher, como se puede comprobar en las imágenes inferiores, de la serie Metamorphosis.