Seriedad, tipografía y normativa 2.0, el caso de Carreteros

¿Depende la seriedad de una página de la tipografía y los colores utilizados…? Hace unos días WTF Microsiervos utilizó una captura de Carreteros como ejemplo de lo que no se debía hacer en una página web. Los que consultamos dicha página (y su peculiar “blooj”, Diario de un “chancletero”) sabemos perfectamente la razón de dicho esquema de colores (para el que no lo sepa, lo han vuelto a explicar), pero no así las visitas llegadas desde Microsiervos y menéame, y ahí es dónde surgió la coña sobre la presunta seriedad de una página dependiendo de su formato.

Inciso: En el idioma inglés, tremendamente hábil para inventar palabras pero muy poco original para según qué cosas, WTF es un acrónimo de !!What The Fuck ¡¡, algo así como nuestro ¡¿Qué cojones ?!, y aprovechando que la «W» inicial sirve por igual para What, Why, Where, Who y When pues ya os podéis imaginar, con solo tres letras tienen todo el repertorio. Fin del inciso.

La respuesta del «blooj» de Carreteros tiene tres partes, aludiendo dos de ellas (aquí y aquí) a este humilde ingeniero que, parafraseando al Manco, trabaja y se desvela / por parecer que tiene de bloguero / la gracia que no quiso darle el cielo. Quería escribir un panegírico, pero cuando escribo mucho la gente se asusta y no lo lee (lo tengo comprobado), así que se quedará en un breve exordio.

 

1. Sobre la seriedad y el sentido del humor

Alega Carreteros en su respuesta que nunca han buscado hacer páginas serias de ingeniería, puede ser verdad, puede no serlo, y puede ser perfectamente otra muestra de sentido del humor. Como he escrito en un comentario «A ver si lo entiendo, más de diez años manteniendo al día toda la normativa de carreteras estatal y autonómica, incluyendo ensayos y normas derogadas… y ahora resulta que eso «no es serio» porque se alterna con chirigotas, noticias y opiniones personales. Si señor, el sentido del humor que no decaiga.«

Sea como sea, una cosa es cierta, se sigue confundiendo el sentido del humor con la falta de seriedad, actitud cerril que siempre me ha recordado al malhumorado Jorge de Burgos de “El Nombre de la Rosa”, obsesionado con evitar la risa, pues «la risa mata el miedo, y sin el miedo no hay lugar para Dios«.

 

2. Sobre la tipografía y la falta de seriedad

Queridos compañeros… hermanos, es cierto, yo también enlacé la noticia con un tweet. Este, concretamente:

Como se puede ver, en ningún momento hice referencia a la elección cromática o la falta de seriedad. Es mucho más simple que todo eso. La Comic Sans no es cómoda más allá de dos líneas, no respeta ninguna convención tipográfica y las letras se reparten en la palabra de modo caótico. Al César lo que es del César, la legibilidad de la Comic Sans es pésima. Perdonad la ofensa, pero me gusta escribir, valoro estas cosas y llevo gafas, tres de tres.

Y si, la historia es cierta, Comic Sans se diseñó para un programa de dibujo infantil, por eso no es una tipografía «correcta» al 100%, porque nadie pensó que fuera necesario. El problema vino cuando lanzaron al mercado el Windows 95 con dicha tipografía incluida de serie. Tras eso… la plaga, como lo de los conejos en Australia, pero peor. Su autor, Vincent Connare, está harto de dar explicaciones, podéis verlo en esta entrevista y en esta presentación en pdf (ojo, son 9,44 MB) en la que cuenta toda la historia, con algunos ejemplos españoles (la conferencia fue en Valencia).

 

3. Sobre la normativa técnica en la web 2.0

Este es el tema al que quería llegar, realmente, porque dejando de lado la estética y centrándonos en el contenido, Carreteros sí es un ejemplo, el perfecto ejemplo de que la normativa técnica puede y debe estar en la red 2.0.

La copia en papel es única para leer con calma, estudiar y consultar dudas pero, en lo que respecta a las carreteras, cuando se trata de saber si una norma está vigente o derogada, si hay normativa estatal o autonómica o, simplemente, si ha cambiado algo… TODOS, absolutamente TODOS acudimos a www.carreteros.orgdigo yo que será por algo.

Lo que tiene delito, lo que de verdad se merece un WTF, es que siga siendo una iniciativa personal y no lo hayan copiado oficialmente desde el Ministerio de Fomento, agrupando toda la normativa en un único sitio, con hiperenlaces entre artículos, concordancia entre normas, listados de normas derogadas y erratas detectadas (el CTE está sembrado), comentarios integrados, ejemplos, esquemas, fotografías, actualizaciones y, por supuesto, si se menciona una norma, con el correspondiente enlace a su contenido, y eso va por las “confidenciales” normas UNE, también merecedoras de otro enorme WTF.

Lo han hecho con el BOE, no creo que sea tan difícil hacer una “WikiNorma”, ¿no?, ¿o acaso el desorden del PG3 es un complot para tenernos ocupados…?

Algo debe cambiar en las Recomendaciones Geotécnicas de Obras Marítimas y Portuarias


«Si queremos que todo siga como está,
es necesario que todo cambie«
El Gatopardo
 
Las normativas cambian, las instrucciones cambian, los códigos cambian. Todo cambia para seguir igual, pero, ¿qué entendemos por “seguir igual”?.
 
Para los protagonistas de El Gatopardo, “seguir igual” implicaba seguir manteniendo un estatus, un modo de vida y unos privilegios. Para la técnica, “seguir igual” implica mantener y verificar los requisitos que la sociedad exige… que también cambian.
 
El ejemplo más claro es la edificación, antes bastaba con estabilidad, funcionalidad y economía, ahora se exige también aislamiento térmico, ergonomía, insonoridad y muchas otras cosas (cosas que no se cumplen, figuran por escrito, si, pero no se cumplen, tonterías las justas, que ya nos conocemos).
 
En obra pública también hay cambios, nuevas necesidades, nuevos retos, nuevos materiales, nuevas ubicaciones… muchos cambios, tantos que incluso nos hemos acostumbrado ya a los cambios de normativa, la sismorresistente cambia, la de hormigón cambia, la de acero cambia, la de geotecnia cambia… ah… no, esa no cambia, de geotecnia sólo hay una, es para edificación y nadie le hace el más mínimo caso, casi lo había olvidado… casi.
 
¿Cómo se consigue que los técnicos estén (estemos) al día de estos cambios?
Pues estaría muy bien que fuera de motu proprio o mediante cursos de reciclaje pero no, desgraciadamente no es así. Al final, no queda más remedio que usar la fuerza y hacer que todos esos cambios sean obligatorios, menos en los puertos. Por extraño que pueda parecer, en los puertos españoles todavía se trabaja con “recomendaciones”, ¿son los puertos el último reducto de la ética?, se podría decir que si, pero viendo cómo escogen a sus presidentes…
 
Dejemos la política, vayamos a la técnica. El artículo que presento tiene poco más de un año. Es de Antonio Soriano Peña, catedrático de Ingeniería del Terreno de la UPM, se publicó en la revista Puertos del Estado de Septiembre-Octubre de 2010, y enumera los previsibles cambios a realizar en las “Recomendaciones Geotécnicas para Obras Marítimas y Portuarias” a raíz de los últimos estudios realizados por Puertos del Estado.
  Pulsa en la imagen si quieres verla mejor, forzar la vista no es bueno.

No voy a resumir el artículo, ya es lo suficientemente conciso. Simplemente voy a transcribir un fragmento de texto de cada sección:

  • Cimentaciones superficiales –> Los proyectos no deben modificarse, ni siquiera en los procedimientos constructivos empleados, sin una revisión o  supervisión semejantes a las que corresponden a los proyectos originales.
  • Cimentaciones profundas –> Nunca se aprenderá más si no se hacen ensayos de cimentaciones profundas. Sólo podremos aprender sobre el agotamiento de los pilotes si en las obras se realizan ensayos de carga adecuados. En esto España tiene un considerable retraso respecto a otros países desarrollados. El ensayo de carga sobre pilotes será en el futuro obligatorio (Eurocódigos) y aún no hemos comenzado a practicarlos en nuestras obras.
  • Empuje de tierras –> Las  recomendaciones actuales indican que es conveniente usar la teoría del efecto silo para calcular el empuje de las tierras que rellenan las celdas contra sus paredes, pero esta recomendación se queda corta. No cabe duda de que dicha teoría es usada en los cálculos de los problemas asociados a los silos, pero si en estos elementos se tiene gran experiencia práctica y en las recomendaciones específicas de proyecto de silos se indican los coeficientes que deben usarse para realizar los cálculos, no ocurre lo mismo en el ámbito de los cajones marítimos y portuarios, donde la experiencia basada en la observación es más escasa.
  • Tratamientos del terreno –> La próxima ROM 0.5 debería incidir más en la necesidad de utilizar piezómetros para controlar la evolución de las precargas, particularmente en aquellos casos en los que los incrementos de presión intersticial puedan jugar un papel importante en la estabilidad de las obras. De esto se sabe poco y por eso hay que recomendar que se observe.
  • Aspectos dinámicos y sísmicos –> En un futuro no muy  lejano será posible utilizar modelos numéricos que permitan simular un temporal de cálculo determinado y obtener, con una apropiada relación tensión-deformación para el suelo y unas condiciones de drenaje que representen con suficiente fidelidad la realidad, la solución al problema geotécnico de los diques de abrigo verticales. Puede que algún día se puedan estimar con precisión razonable, los movimientos irreversibles provocados por dicho temporal y, lo más importante, el coeficiente de seguridad mínimo del cimiento durante ese episodio.
  • Coeficientes de seguridad –> Cuando entren en vigor los Eurocódigos existirán coeficientes de seguridad parciales en las acciones que serán (o podrán ser) específicos para el cálculo geotécnico, y coeficientes de seguridad parciales en las resistencias que serán independientes del modo de fallo, pero siempre quedará un último coeficiente de seguridad dependiente del modo de fallo concreto que se estudie. La compleja situación del mundo de los coeficientes de seguridad no va a simplificarse, puede que incluso sea algo más compleja.

Aquí tenéis el archivo:

Corregir o no corregir el SPT, la eterna cuestión

Entre las correcciones del SPT figura la de la energía real transmitida al terreno pero, ¿cómo se debe hacer esa medida de la energía real del ensayo SPT…?

Empecemos por el principio. El archiconocido ensayo SPT tiene tres tipos de energía:

  • Una energía potencial, derivada del potencial de fuerzas existente (valga la redundancia), en este caso la fuerza de la gravedad sobre la masa (m·g·h)
  • Una energía cinética, derivada de la velocidad, que de una forma intuitiva podría entenderse como la fuerza que habría que aplicar para detener esa masa en movimiento (½·m·v²)
  • Una energía que nos estropea todos los cálculos, derivada de la realidad, porque las vacas esféricas no existen, pero el rozamiento sí, y la fricción también, y no están solos, les acompañan el cansancio del operador, el desgaste de la máquina, el estado de la cabeza, la prisa por terminar que ya se va haciendo tarde, etc.

Según el Principio de Conservación de la Energía, si no hay más energías aplicadas (energías que produzcan trabajo) que la causante del campo potencial, la suma de la energía potencial y la energía cinética debería ser constante, es decir, que la energía potencial al principio y la cinética al final deberían ser exactamente iguales.

Es más, puesto que el campo de fuerzas de gravedad tiene rotacional nulo, es conservativo y verifica el teorema de la divergencia, daría igual el recorrido seguido por la masa durante su descenso, la suma energía potencial + energía cinética debería ser constante durante todo el proceso.

Como ya podéis imaginar, en la realidad ambas energías no coinciden ni de lejos (y, entre nosotros, si ya es difícil que un SPT se haga bien cayendo por un eje vertical no quiero pensar cómo saldría con un eje inclinado o helicoidal).

El ensayo SPT lleva 100 años en el mercado (así era en 1954), gracias a él tenemos correlaciones y fórmulas para calcular casi cualquier cosa, hay programas informáticos que presumen de tener incorporadas más de 300 correlaciones distintas, el problema radica en la parte “conceptual” del asunto, porque en estos últimos 100 años el terreno no ha cambiado mucho, pero la tecnología si lo ha hecho, y no mucho, muchísimo. La luna ha sido hollada, Marte ha sido explorado y en la tierra seguimos usando las mismas correlaciones, pues mire usted que bien.

La literatura especializada lo tiene claro. A base de repetir y comparar resultados ha llegado a un laxo acuerdo, el golpeo del SPT debería normalizarse con respecto a la energía transmitida (del orden del 60%) y corregirse de acuerdo a una serie de factores (nivel freático, sobrecarga, longitud de las barras, tipo de tomamuestras, diámetro de la perforación, etc). El factor más importante sería la energía real pero, ¿cómo la medimos? y, lo más importante, ¿por qué deberíamos corregir el resultado?

No es una pregunta estúpida. Durante estos últimos años, si mencionabas la corrección del SPT oías cosas como “si el cliente quiere el estudio geotécnico más barato que se gaste la diferencia echando hormigón, ni hablar de corregir el resultado”, incluso los Organismos de Control Técnico y las Compañías de Seguros ponían pegas a la corrección del SPT, alegando estar “del lado de la seguridad”, sin embargo, la corrección figura en la norma UNE-EN ISO 22476-3 “Ensayo de penetración estándar” desde julio de 2005, incluso llega a decir que en las actas de ensayo debe aparecer el valor corregido.

¿Por qué sigue sin corregirse, entonces?

Pues porque la norma no establece un método, se limita a recomendar uno en un anexo “informativo”, y cuando la normativa usa términos como “debería de”, “se procurará” o “sería recomendable” al final no se hace nada, es un hecho (ya lo dijo alguien, si realmente fuera importante, sería obligatorio).

En fin, valgan las casi 600 palabras anteriores como preámbulo a este interesante artículo de Albert Ventayol (GeoVentayol) y Carlos Fernández (CFT & Asociados), publicado en el número 208 de Ingeopres, sobre la medida de la energía real del SPT. Mientras muchos siguen negando lo evidencia, unos pocos se esfuerzan en seguir haciendo las cosas bien y, lo más importante, en publicarlo, lo cual es de agradecer.

 

Atención a los resultados, porque en terrenos granulares las eficiencias son crecientes en los primeros 10 metros de profundidad, con valores de hasta el 80%.

Faltaría todavía una corrección más… comprobar que realmente se ha hecho el ensayo, pero ya habrá tiempo para hablar de eso. Os dejo con dos vídeos muy cortos, un ensayo SPT manual y otro automatizado, ¿de verdad os parece que “transmiten” la misma energía y son igual de fiables?:

 
 
 
 
 

Nueva Instrucción de Acero Estructural EAE (versión comentada)

Instrucción de Acero Estructural EAE comentada

Una escueta nota de prensa del Ministerio de Fomento informa de la aprobación, mediante Real Decreto, de la nueva Instrucción de Acero Estructural EAE, subsanando así el impasse en el que nos encontrábamos desde hace ya algún tiempo.

Como ya comenté en la entrada dedicada a la Instrucción de Acciones en Puentes de Carretera IAP-11, la norma vigente hasta ahora era el “Documento Básico – Acero” del Código Técnico de la Edificación, mientras que esta nueva norma “amplía su aplicación a la ingeniería civil, en la que se incluyen las infraestructuras del transporte” (cito la nota de prensa).

En fin, sea como sea, ya ha sido publicada en el BOE. Es el Real Decreto 751/2011, así que habrá que descargarla, estudiarla y acatarla.

Es la versión comentada por los miembros de la Comisión Permanente del Acero, tiene 94 artículos, 11 anejos y 658 páginas… casi nada.


Informe sobre los daños del terremoto de Lorca de 2005

Tratándose de una zona sísmica muy activa, no es de extrañar que ya haya habido otros terremotos importantes en Lorca con anterioridad, y entre los más recientes destacan los de 2002 y 2005.

El terremoto del 29 de enero de 2005 tuvo una magnitud de 4,4-4,8 Mw (según fuentes), una intensidad de 7 (EMS) y una profundidad de 3 km. El epicentro no estuvo exactamente en Lorca, sino en Bullas, aunque los mayores efectos se sintieron en La Paca y en Zarcilla de Ramos, unos 24 km al NO de Lorca, donde hubo que demoler 200 viviendas.

El informe está firmado por el arquitecto Patrick Murphy Corella, al que pudimos ver el otro día, y se lee muy bien, con esquemas muy didácticos sobre las distintas formas de rotura para cada elemento, fotografías de detalle y comentarios explícitos, lo cual es de agradecer.

A destacar la diferencia de comportamiento entre las estructuras construidas de modo tradicional y las construidas de acuerdo a la norma NCSE-02… aunque ni siquiera éstas se libran de haber cometido algún error, como ocurre con este pilar corto.

El informe tiene 45 páginas, ocupa 5 MB y se puede descargar en pdf desde la web de la Asociación Internacional de Gestores de Emergencias, en la que hay documentación muy interesante.

PULSA SOBRE LA IMAGEN PARA ABRIR EL INFORME [pdf – 5 MB]

 

Más información: Asociación Internacional de Gestores de Emergencias.

Muchas gracias a Ignacio Puras por enviarme una copia.