Normas UNE, confidenciales, pero sin ánimo de lucro

La entrada más visitada de este extraño blog es, hoy por hoy, la dedicada a la obligatoriedad de las normas UNE, un tema recurrente que sigue recibiendo visitas todos los días, lo cual debe indicar algo.

Hace unos días, uno de esos comentarios anónimos hizo referencia a cierto aspecto “oscuro” de las normas, la presunta obligación de confidencialidad sobre su contenido… ¿difícil de creer?, puede ser, pero cierto, porque eso y mucho más es lo que se puede leer en la Licencia de uso de los documentos normativos en soporte magnético de AENOR.

Destaco algunas perlas (el comentario en rojo es mío, aviso):

  • La licencia de uso para los Documentos Normativos se otorga con carácter monousuario y monopuesto. El beneficiario no podrá utilizarlos en un sistema de red informática, sistema de acceso simultáneo, unidad de proceso central múltiple o sistema multiusuarios, a menos que se establezca un acuerdo por escrito en tal sentido con AENOR. (¿monousuario?, ¿monopuesto?, de Wi-Fi ya ni hablamos, ¿no?)
  • En caso de funcionamiento deficiente de su ordenador, que impida el acceso o la utilización de los Documentos Normativos puede transferirlos a otro ordenador, siempre que se supriman del ordenador desde el cual se transfieren y el uso de los Documentos Normativos en el nuevo ordenador se ajuste a los términos de este acuerdo. (Supongo que esta excusa será un tópico pero… ¿cómo los transfiero, si tengo impedido el acceso?)
  • El beneficiario podrá reproducir directamente de los Documentos Normativos, para su uso interno, parte o la totalidad de su contenido, sujeto a derechos de propiedad intelectual e incluida en los mismos. Tal facultad será efectiva siempre y cuando dichas copias se fechen y se destruyan durante los treinta días siguientes a la fecha de copia. (¿La fecha la quieren en números romanos o puedo elegir yo?, ¿días hábiles o naturales?, ¿qué método de destrucción recomiendan?, ¿es peligroso?, ¿también está normalizado?)
  • Los extractos de los Documentos Normativos no pueden ser transferidos a otras aplicaciones, pudiendo ser incorporadas a documentos de uso interno del beneficiario, siempre y cuando el extracto global del texto no sobrepase el 10% de cada uno de los Documentos Normativos. (Espera un momento, ¿el 10% del texto o del documento, porque también hay figuras y esquemas?, ¿eso no cuenta?, ¿y las dos hojas en blanco al principio y al final?)
  • Bajo ninguna circunstancia podrán prestarse, arrendarse, cederse, arrendarse, venderse o distribuirse las copias, gratuita u onerosamente, extraídas de los Documentos Normativos. (¿y cantarlas en plan rap de consultora en consultora?, ¿se puede?, ¿y si toman notas?, admito peticiones)
  • Confidencialidad. El conocimiento de cualquier información contenida en los documentos tiene la consideración de confidencial y secreto comercial. El beneficiario se obliga a respetar y actuar de acuerdo con este pacto de confidencialidad. Se excluye de este acuerdo la información que sea de dominio público. (Un momento, un momento. Es de suponer que el fundamento físico de la norma será de dominio público, y también los valores límite y las tolerancias del ensayo, más que nada porque aparecen en las actas de resultados, ¿qué es entonces confidencial?, ¿la mecánica del ensayo?, ¿y qué hacemos con las universidades que explican cómo hacer los ensayos?, o mejor, ¿qué hacemos con las normas que son posteriores al ensayo, como la del SPT o la del penetrómetro dinámico Borro, publicada hace apenas unos meses?, ¿consideramos entonces que toda la norma es de dominio público?, ¿qué fue antes el huevo o la gallina el ensayo o la norma?, ¿considera AENOR secreto comercial algo que es del dominio público…?, ¿eso es legal?)
  • AENOR no ofrece garantía alguna, expresa o implícita, de que los Documentos Normativos sean adecuados para cualquier fin concreto, ni que puedan realizar cualquier función específica. (Hombre, la función qué establece el título de la norma si la realizará, ¿o tampoco vale para eso?)
  • El beneficiario autorizará a cualquier representante acreditado de AENOR a visitar sus locales, al objeto de comprobar el exacto cumplimiento de los términos de esta licencia. (Vale, pero sólo visita, el café se lo trae de casa, que luego todo es pedir)
  • AENOR no se responsabiliza ante el beneficiario de ningún malentendido o tergiversación que pueda surgir en relación con cualquier comunicación que se efectúe verbalmente entre las partes, con independencia de su origen. (Cojonudo, anulada toda comunicación verbal con AENOR, no veas lo que nos vamos a reír cuando venga el representante acreditado y empecemos a hablar por señas y escribirnos notitas como colegialas… digno de YouTube, oiga)

Dejémonos de tonterías, las normas son necesarias, pero el sentido común también y, visto lo visto, ni siquiera el BOE puede reproducir una norma UNE sin vulnerar la ley, lo cual no sé si es kafkiano o simplemente perverso.

Ah, por cierto, si algún iluso piensa que la situación cambiará con los Eurocódigos, le recomiendo que le pegue un vistazo a la excelente entrada que escribió Pablo en su blog, en la que, ya de paso, explica muy bien el matiz ese de “sin ánimo de lucro”, no tiene desperdicio el asunto.

Humor: Adivinanzas Electorales

¿Algo fácil de hacer, rápido, muy visible y que no necesite proyecto, para no perder el tiempo con tonterías justo antes de las elecciones?

No sé, déjame que piense… ¿reasfaltarlo todo, quizás?

 

Es “El chiste de Mel” de hoy, que bien podría hacer otro igual para las aceras. Ya se sabe, tenemos las mejores aceras de Europa, cosas que pasan cuando hay dinero para hacer las obras pero no tiempo para proyectarlas… ni mucho menos mantenerlas, claro.

Demasiado complicado…

Conversación verídica, de no hace mucho:

– Tengo los planos en el ordenador del despacho. En cuanto llegue lo imprimo todo en papel continuo a una escala en la que más o menos se pueda ver bien, lo corto con la guillotina en formato A4 y te lo mando todo por fax. Cuando los recibas, simplemente colócalos en orden y mira a ver si te sirve así o necesitas que te amplíe alguna zona en concreto.

– Ya… ¿y por qué no me envías el plano por correo electrónico?

– Me lo dice todo el mundo, pero lo veo demasiado complicado.

 

Los franceses tienen un término exclusivo para la paramnesia y una novela insoportable sobre las magdalenas en ausencia de sueño (¡¡ en siete tomos !!). El término es Déjà vu… y el Déjà vu que tuve gracias a esa conversación fue la nota al pie de página sobre los chelines de «Buenos presagios«, aquella novela que escribieron, mano a mano, Terry Pratchett y Neil Gaiman a principios de los noventa.

Dicha nota decía así:

NOTA PARA LOS JÓVENES Y LOS AMERICANOS:Un chelín son cinco peniques. Es más fácil comprenderlo conociendo el viejo sistema monetario británico: Las unidades más pequeñas eran los cuartos de penique, medios peniques, monedas de tres peniques y monedas de seis peniques. Dos monedas de seis peniques = un chelín. Dos chelines = un florín. Un florín y seis peniques = media corona. Cuatro medias coronas = un billete de diez chelines. Dos billetes de diez chelines = una libra (o 240 peniques). Una libra y un chelín = una guinea.

Los británicos rechazaron el sistema decimal durante mucho tiempo porque lo veían demasiado complicado.


 

 

Ensayos SPT, en cualquier sitio y a cualquier hora

En el MOMA, el Museum Of Modern Art de Nueva York, hay una sección para esos objetos que, por su diseño, han conseguido ser «algo más», entre ellos, allí, en mitad de una sala, hay un Jeep de 1952. El vehículo-para-todo que utilizó el ejercito americano durante la 2ª Guerra Mundial, con más de 600.000 unidades fabricadas, y que llegó a definirse como «la mayor contribución de los Estados Unidos a las operaciones de guerra modernas«.

Hay dos versiones sobre el nombre «Jeep«. La oficial es que, al ser su código interno «GP» (de «General Purpose Vehicle» o vehículo multipropósito) empezaron a llamarlo «Ge-Pe» y terminaron en «Jeep». La no oficial, que recibió el nombre de Eugene the Jeep, una especie de oso o perro narizón de color amarillo que salía en los dibujos de Popeye, sólo sabía decir «jeep» y era capaz de llegar a cualquier sitio (aquí se llamó Eugenio en algunos números).

No sé cuál de las dos explicaciones es más o menos creíble, lo que si es cierto es que, una vez acabada la guerra, cada modelo de Jeep que salía de fábrica era mejor y más potente que el anterior, tanto que incluso se llegó a vender como «minitractor» para labores agrícolas.

Bien, ¿y qué tiene que ver el Jeep con la geotecnia?, se estarán preguntando los más impacientes.

Pues este anuncio, publicado en agosto de 1954 en la revista Fortune, (pulsa sobre las imágenes para verlas mejor).

Como se puede ver, es un Jeep modificado para hacer ensayos de penetración SPT, y no se trata de un «tuning» cualquiera, es uno de los 28 Jeeps que utilizaba en aquel momento la RAYMOND CONCRETE PILE COMPANY, la empresa que desarrolló el ensayo SPT tal y como lo conocemos hoy en día.

Según dice aquí, podía llegar a cualquier parte, ya fuera por malos terrenos o por estrechos solares urbanos, permitiendo investigar el terreno ocho horas al día. Personalmente me ha encantado lo de «Para construir algo grande, lo primero es tomar muestras de suelo«, 55 años después, todavía hay gente que no lo tiene muy claro.

El texto del anuncio es:

«In building anything big, the first step is soil sampling. Gow Division of the Raymond Concrete Pile Company, 57-year-old construction company with projects around the world, keeps its 28 ‘Jeeps’ going eight hours a day in its work of investigating soil conditions to furnish information to architects and designers so they can determine the best type of foundations for construction projects of all kinds. Here is one of Raymond’s ‘Jeeps’ with power take-off being used to operate an exploratory boring outfit. The manager of Raymond’s Gow Boring Division says: «We were the first to use the ‘Jeep’ in soil testing work, and we have been using more and more ‘Jeeps’ ever since. The ‘Jeep’ helps cut our costs by getting more done. It can maneuver over rough ground in the country and get into tight spots between buildings in the city. It furnishes the power for operating our rigs and carries our equipment quickly from job to job so that we’re always ready to go.»

Confirmando aquello de «el arca fue construida por aficionados, el Titanic por profesionales«, he encontrado más información en la página web de un aficionado, con imágenes de un ejemplar que todavía funciona, incluso hay una animación flash del ensayo SPT.

PD: Para los aficionados a los comics, una cosa más, Eugene the Jeep se llamó Pilou-Pilou en Francia y Franquin se inspiró en él para uno de sus personajes más conocidos, el marsupilami («marsupial-pilou-ami» o «amigo-marsupial-pilou»). Por supuesto, también es amarillo.