La estabilidad de los taludes en roca depende de muchos parámetros y, aún así, por muy estable que sea el talud, siempre existe el riesgo de que algún bloque decida comportarse de forma «independiente» del conjunto.
Cuando se detecta uno de estos bloques «potencialmente inestables», se deben estudiar muy bien todas las opciones, vigilarlo para controlar si se mueve o no, sujetarlo con cables, anclarlo con bulones o vigas, o llegado el caso, sanearlo, es decir, provocar su caída y eliminar riesgos.
Como bien saben los encargados de mantenimiento de carreteras en zonas de montaña, con frecuencia el problema no es el bloque, sino el propio acceso al talud, como parece que ocurre en este caso, en Noruega, en el que se tiene que sanear un «pequeño» bloque inestable y no tienen más remedio que usar una bola de demolición desde un helicóptero… vamos, lo normal.
Visto en fogonazos
Hijo de un ingeniero técnico industrial que ha trabajado durante varios años en mantenimiento de helicopteros para el ejercito … ¡Que animalada!
(Mi padre esta dandose cabezazos contra las paredes)
Es impresionante, me gustaría saber cómo han resuelto la unión del cable al helicóptero, supongo que con algún sistema de amortiguación, porque en el momento del impacto el latigazo debe ser bueno.
Confian en Dios para dicha unión, como otros confían en los milagros para las quinielas (paketin)
No me termina de convencer el sistema…