«Problemas de Mecánica de Rocas: Fundamentos e Ingeniería de Taludes»

Libros de mecánica de suelos hay muchos, tanto de teoría como de problemas. Libros de mecánica de rocas ya no hay tantos, y si hablamos de problemas, el número todavía se reduce más, mucho más, de hecho, ahora mismo sólo me viene a la cabeza el completo segundo tomo («Illustrative Worked Examples«) del «Engineering Rock Mechanics«, de Harrison & Hudson.

Bien, pues tenemos un nuevo libro de problemas de mecánica de rocas que añadir a esa lista, en castellano y de libre acceso, por cortesía de la Sociedad Española de Mecánica de Rocas, que ha alojado el archivo en su nueva sección de descargas.

Vamos, que todo son ventajas.

problemas-mecanica-rocas-portada

«Problemas de Mecánica de Rocas: Fundamentos e Ingeniería de Taludes» está escrito por Javier Arzúa, Leandro Alejano e Ignacio Pérez-Rey, de la E. T. S. de Ingeniería de Minas de Vigo. El libro recopila los problemas de la asignatura de los últimos años, tiene 44,8 MB, 312 páginas y está bastante bien, así que ya tardáis en descargarlo si os interesan estos temas.

Problemas de Mecánica de Rocas: Fundamentos e Ingeniería de Taludes (44,8 MB)

Problemas de Mecánica de Rocas: Fundamentos e Ingeniería de Taludes (44,8 MB)

El único punto negativo es que algunos esquemas no se ven del todo bien, un problema muy habitual al insertar figuras en los archivos pdf. No termino de estar muy de acuerdo con la introducción, cuando dice que la Mecánica de Rocas debería denominarse, más rigurosamente, Ingeniería de los Macizos Rocosos. En mi opinión, Mecánica de Rocas es un término lo suficientemente descriptivo y conciso, pero para gustos, colores, claro.

Por cierto, este libro complementa un primer tomo, de teoría, de (casi) los mismos autores. Tengo pendiente reseñarlo por aquí desde hace un montón de tiempo. Un día de estos lo hago, prometolo 🙂

José Luis Rodríguez Zapatero, ingeniero de obras (sic)

«Una de las experiencias que no imaginaba que viviría como presidente del Gobierno es convertirme en ingeniero de obras. Cuando tuvimos el lío del AVE a Barcelona, en el que a una constructora se le hunde un túnel, todo acabó en mi despacho, encima de mi mesa. Aprendí cuáles eran los métodos de sellado de los túneles, qué había fallado… Al final decidí entre dos opciones de dos constructoras diferentes sobre cómo arreglar aquello. El destrozo lo hizo la constructora, pero quien se lleva el tema es el Gobierno; ésta es otra de las cosas: al Gobierno siempre le llega todo. Todo. Aquello sí me llevó muchas horas de desgaste. Fueron dos o tres días en los que tuve que decidir, con dos constructores en mi despacho. Y, bueno, intuitivamente decir: por aquí vamos a hacer esta obra. Y salió bien. Es lo que a veces pasa: tienes todos los técnicos… pero cuando se monta un lío, ni técnicos ni nada.»

José Luis Rodríguez Zapatero.
El País Semanal. 28 de junio de 2009


Girando a oscuras, el lazo carretero en túnel de la CV-223 entre Aín y Eslida, en Castellón

El pasado verano «Carreteras Históricas» publicó un post sobre «Lazos de corbata y rabos de cerdo carreteros» (alias spiral bridges o pigtails), replicado posteriormente por «Ingeniería en la Red«, en el que se mostraban cuatro ejemplos españoles de esta peculiar forma de salvar desniveles manteniendo pendientes (el muy fotogénico «nudo de la corbata» de Sa Calobra, dos muy próximos en Málaga y otro en Navarra), comentando que «En ferrocarriles debido a sus menores pendientes, hay espirales incluso en túneles«.

Bien, pues añado otro «lazo carretero» a la lista, y con algo más del 50% de su trazado en túnel, además, como ya ocurría en los túneles del Passo de San Boldo.

lazo carretero en túnel de la CV-223 entre Aín y Eslida, en Castellón

Está en Castellón, en la CV-223, entre las localidades de Eslida y Aín, en pleno Parque Natural de la sierra de Espadán. Es casi circular, tiene aprox. 220º de sus 360º en túnel, con sección en herradura, y es muy curioso ver cómo se ha resuelto el hormigonado interior. Ojo, el túnel no está iluminado, el arcen es mínimo y es zona motera/ciclista, mucho cuidado si pasáis por allí en fin de semana.


Ver mapa más grande

Las fotos son de Google Maps, Terrasit y propias, y en la última mi chica me pilló desprevenido, allá por 2004 (turismo de túneles, un sector poco explotado). Si os dais un paseo por la zona estad atentos a los taludes, hay roturas muy interesantes, planas, en cuña, vuelcos, pandeos, un poco de todo.

lazo carretero en túnel de la CV-223 entre Aín y Eslida, en Castellón

He encontrado también un vídeo en el que se ve muy bien el giro:

Por cierto, ¿recordáis que en mecánica de rocas la orientación de las discontinuidades respecto de la traza del túnel era muy importante a la hora de calcular su estabilidad?, pues si el túnel hace cosas como esta ya ni os cuento.

lazo carretero en túnel de la CV-223 entre Aín y Eslida, en Castellón - Boquilla superior

Vista de la boquilla superior, en 2004

 

lazo carretero en túnel de la CV-223 entre Aín y Eslida, en Castellón - Boquilla inferior

Vista de la boquilla inferior. El peatón soy yo, en 2004, medio cegado por el sol.


«Hidrología y Recursos Hídricos en Islas y Terrenos Volcánicos. Métodos, Técnicas y Experiencias en las Islas Canarias», de Juan Carlos Santamarta et al.

Gracias a «Large Dams: Grandes presas en Gran Canaria» (blog más que recomendable) me entero de la publicación del interesante «Hidrología y Recursos Hídricos en Islas y Terrenos Volcánicos. Métodos, Técnicas y Experiencias en las Islas Canarias«, de Juan Carlos Santamarta et al.

"HIDROLOGÍA Y RECURSOS HÍDRICOS EN ISLAS Y TERRENOS VOLCÁNICOS. Métodos, Técnicas y Experiencias en las Islas Canarias", de Juan Carlos Santamarta et al.

Entre los 16 autores colaboradores figura Jaime González, autor de «Large Dams: Grandes presas en Gran Canaria«, que se encarga del ameno capítulo 8, dedicado a la «Construcción de Grandes Presas en las Islas Canarias«.

Por supuesto, el texto contempla también los peculiares aspectos geotécnicos de los materiales volcánicos, con un capítulo dedicado a la «Construcción de obras y aprovechamientos hidráulicos en terrenos e islas volcánicas. Ingeniería geológica y geotécnica«.

El libro tiene 556 páginas, «pesa» 30 MB y puedes descargarlo en formato pdf desde aquí.


«Los 10 Mandamientos de las Clasificaciones Geomecánicas RMR y Q», según Bieniawski

Las clasificaciones geomecánicas son una gran ayuda a la hora de caracterizar las propiedades de un macizo rocoso… siempre y cuando se utilicen de forma adecuada, evidentemente. En caso de duda, he aquí los “diez mandamientos” para un uso correcto de las clasificaciones geomecánicas RMR y Q, según R. Z. Bieniawski Von Preinl.

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I. Asegúrate de que los parámetros de la clasificación son cuantitativos (están medidos, no sólo descritos), adecuados, provienen de ensayos normalizados, pertenecen a cada región estructural geológica, y se basan en sondeos, galerías de exploración y cartografía geológica de superficie, además de en sísmica de refracción que permita interpolar entre el inevitablemente escaso número de sondeos.

II. Sigue los procedimientos establecidos para clasificar los macizos rocosos con el RMR y el Q y determina los rangos de variación típicos y los valores medios.

III. Utiliza las dos clasificaciones y comprueba los valores obtenidos con las correlaciones publicadas entre Bieniawski (1976) y Barton (2008).

IV. Estima las propiedades del macizo rocoso, en particular el módulo del macizo (para su uso en modelos numéricos) y el tiempo de autoestabilidad. No olvides incluir un ajuste para los túneles construidos con TBM.

V. Estima las necesidades preliminares de sostenimiento aplicando las dos correlaciones en la selección.

VI. Utiliza la modelización numérica, obteniendo factores de seguridad, y comprueba que se dispone de suficiente información. Usa por lo menos dos criterios de comparación y coteja los resultados proporcionados por el criterio de Hoek-Brown.

VII. Si no se dispone de información suficiente, admite que el método de diseño iterativo requiere de una exploración geológica más intensiva y de nuevos ensayos, por ejemplo medidas del estado tensional, si fuera necesario.

VIII. Ten en cuenta el proceso constructivo, y en el caso de los estudios de viabilidad de las tuneladoras, estima las velocidades de avance usando el QTBM y el Índice de Excavabilidad de macizos rocosos RME.

IX. Asegúrate de que toda la información sobre la caracterización del macizo rocoso esté incluida en un Informe Geotécnico para Especificaciones del Diseño que trate sobre la metodología de diseño, las hipótesis y estimaciones asumidas y las desviaciones estándar de los datos.

X. Realiza los levantamientos del RMR y el Q a medida que avance la construcción, de manera que puedan compararse las condiciones previstas con las reales con objeto de verificar el diseño o realizar las modificaciones oportunas.

Bonus: Naturalmente, no es necesario resaltar que deben incluirse ensayos de laboratorio que estén de acuerdo con la normativa y cuenten con un presupuesto adecuado. Los ingenieros y los geólogos deberían trabajar en equipo y comunicarse regularmente entre ellos y con el cliente.

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Puedes ampliar la información en el post dedicado al artículo sobre «Errores en la aplicación de las Clasificaciones Geomecánicas y su corrección», de R. Z. Bieniawski.