Manual de SLOPE/W en español

Si hubiera que definir, en tres palabras, qué motivó el nacimiento de la mecánica de suelos (y toda la geotecnia, en general), es muy probable esas tres palabras fueran “estabilidad-de-taludes”.

Pues si, porque cuando el cimiento es malo siempre se puede hacer algo, mejorar el terreno, repartir la carga, incluso cimentar en otro sitio, pero cuando el problema depende de la estabilidad de los taludes ya no es tan fácil, unas veces porque no hay otro sitio por donde pasar (en vías de comunicación, por ejemplo) y otras, porque hemos sido nosotros mismos los que hemos “creado” ese talud, como ocurre con las presas o los muelles portuarios.

Desde las peripecias de Coulomb en la Martinica, en el siglo XVIII y los casi desconocidos trabajos de Collin, en el XIX, hasta los primeros métodos gráficos de Petterson y Fellenius con su famoso “círculo sueco”, han sido muchos los autores que han dado su nombre a otros tantos métodos de análisis, Janbu, Lowe, Spencer, Bishop, Taylor, Morgenstern, Price, Sarma, etc, hasta llegar, finalmente, al Método de los Elementos Finitos.

Captura de pantalla de SLOPE/W 2007

El SLOPE/W, también conocido como GEO-SLOPE, simplemente, es uno de los programas de cálculo de estabilidad de taludes más extendidos, en gran parte gracias a su versión de evaluación gratuita para estudiantes, versión que, pese a no permitir el acceso a todas las opciones, si permite aprender a usarlo y disponer de toda la información, manuales y ejemplos incluidos (eso si, en inglés).

El manual de SLOPE/W que presento hoy ha sido preparado por Germán López Pineda. Germán es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, profesor en la EPS de Bélmez – Universidad de Córdoba y no ha puesto inconveniente alguno a que lo enlazara en el blog aunque, eso si, me pide que os avise de que se trata de versiones inacabadas en proceso de mejora continua, como no podía ser de otra forma al tratarse de documentos académicos:

Manual de SLOPE/W 2007 en españolManual de SLOPE/W 2007 [pdf – 6,10 MB]

 

Un detalle final. Si existen tantos métodos de cálculo distintos es porque cada uno de ellos nace de unas hipótesis de partida particulares y unas condiciones de contorno específicas. Quien no tenga claros los conceptos y los métodos y no haya hecho antes un cálculo a mano debería plantearse hasta qué punto puede (y debe) fiarse de los resultados.

De nada sirve un cálculo exacto por ordenador si el método escogido no es el adecuado o los parámetros del suelo no son representativos del comportamiento del terreno. Puede que la gente se siga creyendo que los taludes se caen porque llueve, pero cuando estas cosas llegan a los juzgados se revisan los cálculos… y entonces no valen excusas.

En caso de duda, nunca está de más pegarle un vistazo al Manual de taludes del IGME.

Si te has quedado con ganas de saber más, quizá te interese saber que Germán también tiene manuales para SIGMA/W 2007 y SEEP/W 2007.


¿Insertar símbolos en LaTeX? Prueba con Detexify²

Una de las mayores ventajas de LaTeX es la cantidad de símbolos que tiene disponibles. Se puede escribir casi cualquier cosa, notación musical, partidas de ajedrez, fichas de dominó, jeroglíficos egipcios, incluso tiene la escritura Lineal A micénica, la última moda en Creta hace 3500 años… año más, año menos.

Por desgracia, uno de los mayores inconvenientes de LaTeX es que debemos recordar los códigos de esos símbolos, ya que no se pueden escoger en un menú desplegable, como ocurre con otros programas.

Lo habitual en estos casos es abrir el completo «The Comprehensive LaTeX Symbol List» [pdf – 4,88 MB] y buscar el símbolo que nos interese entre los 5913 símbolos de su última edición (en noviembre de 2009), pero hay otra alternativa, si sabes dibujar el símbolo que buscas, Detexify² intentará adivinar cuál es y te ofrecerá su correspondiente código, como he hecho yo un poco más abajo, a modo de ejemplo.

No siempre acierta, pero no está nada mal.

Detexify² admite donaciones para mantenerse, si te sientes generoso, puedes ayudar.

LyX 1.6.7, última versión antes de la 2.0

El chiste de Mel del martes 17 de agosto de 2010

Puede que sólo sea una impresión mía, pero últimamente parece como si todo, absolutamente todo, tuviera que ser rápido y fácil de usar: «enchufar y listo», «hable inglés en dos semanas», «toque la zambomba como un experto desde el primer día», «hable esperanto como un nativo en tres cuartos de hora». Lo dicho, como si esforzarse por aprender a hacer algo que costara más de quince días estuviera mal visto o fuera una vergüenza.

Algo de razón tienen porque, a ver, seamos sinceros, existiendo procesadores de texto WYSIWYG fáciles de usar, como pueden ser el Microsoft Word o el OpenOffice Writer, ¿qué justifica usar un «compilador de textos» WYSIWYM con una curva de aprendizaje tan elevada como LaTeX?

Supongo que las mismas razones que explican que todavía haya gente que escriba con pluma estilográfica, que se empeñe en aprender Octave existiendo Matlab o Mathematica, que siga utilizando calculadoras HP con RPN existiendo otras mucho más fáciles de usar o, geotécnicamente hablando, que se empeñe en calcular asientos de consolidación unidimensional o módulos de balasto en lugar de buscarlos en una tabla o inventarlos directamente (como hacen muchos)… una mezcla a partes iguales de cabezonería + individualismo + nostalgia + «si es que hay gente pa tó» (como dijo el torero al conocer al ilustre filósofo) + «cada uno es como es y cada quién es cada cual» (esto lo cantó muy bien Serrat).

No escribo con LaTeX (nadie es perfecto), pero intento aprovechar casi todas sus ventajas escribiendo con LyX, y de eso trata esta entrada, justamente, de LyX, porque hace unos días se presentó la versión 1.6.7 y todo indica que será la última versión antes de la esperada y definitiva 2.0.

Desde la página web oficial garantizan que han corregido todos los fallos detectados en la versión anterior (de mediados de mayo) y que se trata de una versión «estable». Si alguien quiere probarla le recomiendo la versión «alternativa». Es la más fácil de instalar e incluye todos los programas necesarios. Eso si, recomiendo también que se lea los manuales y se arme de paciencia, va a necesitar ambas cosas para aprender a usarlo.

Para los impacientes, Un Bioinformatiquillo explica cómo instalar la versión 2.0alpha3 en Ubuntu, por si no puede esperarse a la versión 2.0 estable definitiva, prevista para septiembre, en principio. Personalmente, no uso versiones alpha, utilizo LyX para trabajos e informes técnicos y no me gusta pensar que puedo perder lo que estoy escribiendo (¡¡ horror !!), pero lo que anuncian en LyX Wiki para la versión 2.0 tiene muy buena pinta.

Por cierto, el corrector ortográfico no funciona muy bien, así que si eres de los que le echa la culpa al corrector del Word cuando aparece una errata, despídete de LyX, esto no es lo tuyo.

Más información:

¿Cómo utilizar programas en Fortran desde Excel?

En la actualidad tenemos a nuestra disposición una gran variedad de software de cálculo numérico. Tenemos software libre (Octave, FreeMat, Scilab, Sage, Maxima, …), software comercial (Mathematica, Maple, MATLAB, …) y un número casi indeterminado de librerías de funciones numéricas (listado), pero es evidente que las hojas de cálculo están ganando la partida, básicamente por su comodidad y facilidad de uso.

Actualmente, es Excel quien domina el mercado, por desgracia no se diseñó pensando en cálculos de ingeniería, precisamente, y tiene grandes carencias en cuanto a funciones para análisis numérico, resueltas sólo en parte con el paquete de macros SOLVER, muy útil, si, pero no siempre válido. 

Es decir, que si queremos tantear resultados o resolver ecuaciones no lineales complicadas con Excel, las opciones disponibles son:

  1. Usar soluciones abiertas tipo XNUMBERS (ya descatalogada, por desgracia).
  2. Utilizar soluciones comerciales cerradas, tipo «caja negra».
  3. Programar las funciones por nuestra cuenta… 🙁

Bien, pues si todavía conservas rutinas escritas en Fortran y quieres «llamarlas» desde Excel sin tener que «traducirlas» a VBA, en Newton Excel Bach, Not (Just) An Excel Blog explican cómo hacerlo en dos partes ( y ).

El proceso consiste, básicamente, en crear una librería DLL compatible mediante el compilador Silverfrost Personal Fortran 95 (libre para uso personal), y definir después las funciones en VBA. Una vez hecho esto, se pueden usar las funciones de la librería DLL como si se tratara de las típicas funciones de Excel.

Es una lástima no haber encontrado antes este enlace (es de diciembre de 2008), porque ya tengo casi todos mis antiguos programas «reconvertidos» a VBA, pero puede ser un buen método para «resucitar» los listados en Fortran que aparecen en libros de geotecnia y mecánica de suelos de hace ya unos años.

En cuanto a la proverbial rapidez de Fortran, en el blog hacen un comentario al respecto también, pero en esta interesante presentación [pdf – 1,90 MB] sobre modelos constitutivos del Grupo de Investigación en Geotecnia de la Universidad de los Andes, en Colombia, se cita un texto en el que se afirma que, para determinados cálculos, 10 segundos de Fortran son equivalentes a 80 horas de Visual Basic… no está mal para un lenguaje de 1957.


Móviles, Brújulas y Buzamientos

Si el tiempo me lo permite, esta semana utilizaré mucho mi brújula tectónica (concretamente una Freiberger de círculo completo, modelo Clar, con el norte invertido), «auscultando» un talud en roca, a ver qué tal anda de salud.

Y hablando de rocas y buzamientos, presento en el blog lo que yo llamo el «Clinómetro Nokia». Es una aplicación gratuita, llamada Angle Meter Touch, disponible en la OVI Store de Nokia para móviles Symbian (S60v5) con acelerómetro, y dudo mucho que al programarla estuvieran pensando en mecánica de rocas y buzamientos, precisamente.

No tiene burbuja pero puede ponerse a cero en cualquier posición y la medida es bastante exacta, como se ve en las imágenes, con mi maltratado Nokia Xpress Music 5800.

Teniendo en cuenta que hay aplicaciones que utilizan los dos sensores y que los móviles tienen ya también GPS, no sería muy complicado añadirle una «burbuja» (para asegurar la medida a lo largo de la linea de máxima pendiente) y un sistema de registro de datos, de forma que la aplicación grabara en cada punto el ángulo respecto al norte y la inclinación (es decir, dirección de buzamiento y buzamiento) y las coordenadas, permitiendo después un volcado a una hoja de cálculo.

Tendríamos así una «brújula tectónica electrónica» quizá no muy exacta, pero si mucho más barata que algún modelo del mercado, que pasa de 4.000 €.

Lo malo del asunto es que el GPS tarda mucho en situarse, que la batería no aguantaría una jornada entera en campo y que la pantalla se ve francamente mal a plena luz de día pero, bueno, ahí queda la idea, la tecnología existe, llevamos en el bolsillo teléfonos móviles mucho más potentes que los ordenadores (por llamarlos de algún modo) que llevaron al Apolo 11 a la luna, y no lo estamos aprovechando mucho, que digamos.

Dicen que el acelerómetro más sensible es el del iPhone, y puede que sea cierto, porque en iTunes hay una aplicación para mecánica de rocas por 2,99 $. Se llama, como no, Strike and Dip y está en español. Hay un vídeo en el que se puede ver cómo funciona (formato m4v, 9,26 MB). Tiene buena pinta, pero de tres comentarios, uno es negativo.

Visto el vídeo, seguro que si tuviera un iPhone ya me habría gastado los 3 dolares.