¿Existen problemas estructurales irresolubles?

Me gustan los artículos rigurosos y serios (como a todo el mundo, supongo), pero ni la seriedad ni el rigor son incompatibles con explorar temas nuevos o dejar caer apreciaciones personales a la vista de las conclusiones (no confundir con subjetivos juicios de valor, ojo).

Despido la semana con este artículo recién publicado (ayer) en el último número (Vol 64 No 525) de la revista Informes de la Construcción por Mariano Vázquez y Joaquín Antuña (UPM) con un intrigante título, de esos que hacen que sigas leyendo, aunque sólo sea para ver cómo sigue: “¿Existen problemas estructurales irresolubles? Una cuestión abierta

Copio el resumen:

Galileo es el primer autor occidental que señaló la imposibilidad de que una figura creciera indefinidamente por semejanza, definiendo el concepto de un tamaño insuperable para cualquier estructura mecánica sujeta a la acción de su propio peso. Si tal tamaño insuperable existe para un problema estructural, tal problema sería irresoluble para tamaños mayores. La cuestión no ha sido contestada hasta la fecha, a pesar de múltiples investigaciones según dos líneas contrapuestas: por un lado, la determinación de formas de tensión constante no limitadas a un tamaño concreto; por otro, la determinación de tamaños insuperables para problemas estructurales bien definidos. Aquí se presentan dos hipótesis relacionadas que podrían encauzar la búsqueda de una respuesta definitiva.

 

¿Existen problemas estructurales irresolubles? Una cuestión abierta¿Existen problemas estructurales irresolubles? Una cuestión abierta [pdf – 245 KB]

 

PD: Con ese título, es difícil no acordarse de la Paradoja de la fuerza irresistible.


El puente del Alamillo cumple 20 años

como ejemplo de lo que no hay que hacer.

El puente del Alamillo, 20 años sin tirantes de retenida

El pasado martes 28 de febrero de 2012, día de Andalucía, el puente del Alamillo cumplió 20 años.

Inaugurado para los fastos de la Expo’92, ya entonces cosechó críticas por su atrevido “diseño”, en el que la ausencia de tirantes de retenida se compensaba mediante peso propio… algo quizá no muy apropiado para un puente, que lo último que necesita es más peso, precisamente.

Se ha dicho que la cimentación real duplica la declarada (2500 metros de pilotes), que el sistema estructural es casi un homenaje a las truculentas aventuras del Barón de Münchhausen (capaz de levantarse a sí mismo tirándose del pelo), incluso que el tablero podría funcionar igual sin el pilón (no sería el único de Calatrava que lo cumpliría) pero pocos lo han dicho como Julio Martínez Calzón en el número 81 de Ingeniería y Territorio (disponible en pdf- 636 KB):

En el conocido puente de gran luz del Alamillo en Sevilla, atirantado y carretero, diseñado por Santiago Calatrava, el concepto de originalidad consiste –nada más y nada menos– en tratar de efectuar la compensación y equilibrio de fuerzas de los tirantes de uno de los lados del mástil, con el peso propio de éste apropiadamente inclinado para favorecer tal circunstancia, en lugar de disponer cables de retenida en el lado opuesto y restaurar el equilibrio horizontal activo a través del tablero.

[…] aunque las acciones permanentes pueden llegar a equilibrarse mediante masas adicionales, no resistentes, puramente gravitatorias, las solicitaciones variables: sobrecargas de uso, viento longitudinal, térmico, acciones diferidas, modifican de tal forma el esquema inicial que dan lugar a una aberración estructural: imponentes flexiones en el mástil y el tablero, empotramientos excepcionales del mástil en el terreno, etc.

Aquí hay manierismo, pero sobre todo maniqueísmo: asombrar con un gesto teatral que oculta al exterior las desfavorabilísimas condiciones de la solución. Se trata de una originalidad profundamente cuestionable, cara, excesiva para la sociedad y éticamente rechazable.

Las formas de la cultura. Ingeniería-(es)cultura (pdf – 636 KB)

 

Ficha del puente del Alamillo en Puentemanía

Puentes de bambú, de Java a Quintanar del Rey, Cuenca

El ritmo de publicación de TECTÓNICAblog Construcciones es tan apabullante que, cuando uno se quiere dar cuenta, se le han acumulado ya veinte o treinta entradas, a cada cual mejor.

Entre esas entradas atrasadas de enero de 2012 hay una serie dedicada a fotografías antiguas de puentes de bambú. Y viendo el de la fotografía inferior, fechado en Java, a principios del siglo XX me he dicho, ¿dónde he visto yo algo parecido hace poco…?

Puente de bambú en Java - TectónicaBlog

Buscando por el disco duro lo he recordado, fue en Quintanar del Rey, provincia de Cuenca, con motivo de una revisión de márgenes del río Valdemembra. Y aprovechando que le hice varias fotos, pues pongo una (aviso a los oriundos, si, la foto está retocada, tenía un molesto graffiti que he borrado).

Puente en Quintanar del Rey, Cuenca

Los anglosajones denominan esta tipología King Post, pero por aquí tiene más nombres: cercha simple, cercha de pendolón, tijera de pendolón, cuchillo de par y pendolón, cuchillo de pendolón simple, etc. Con un par de tornapuntas se convierte en la llamada cercha española, tan habitual en construcciones rurales, naves y casas.


Hormigón armado, ¿800 años de historia?

Pregunta: Sabiendo que el hormigón armado no se desarrolló hasta la segunda mitad del siglo XIX, ¿puede tener 800 años la pagoda de la fotografía, tal y como afirma el titular de la noticia?

Detalle de la rotura de una pagoda budista en Myanmar

Respuesta: La pagoda, puede que si. La pieza que está en el suelo, como que no.

La fotografía corresponde a los daños del terremoto de Myanmar del 25 de marzo de 2011 (6,8 Mw) en la pagoda o estupa budista de Wat Chedi Luang, en Tailandia.

Pulsando en la imagen se accede a la noticia en la MSNBC.

PD: Según la Wikipedia, la pagoda fue restaurada por la UNESCO a principios de los 90, lo cual explicaría la fotografía.

Puentes metálicos bajo impactos laterales

Hace unos días trataba el tema de los esfuerzos laterales en cimentaciones pilotadas, hoy traigo un ejemplo de esfuerzo lateral -producto de un impacto lateral-, sobre el tablero de un puente metálico… con resultados no muy buenos para el puente.

Ocurrió en Kentucky, el pasado viernes 27 de enero. El barco, un carguero de nombre MV Delta Mariner, se dirigía hacia las instalaciones de la NASA en Cabo Cañaveral por el río Tennesse cuando, por un error en la señalización luminosa, confundió el canal de navegación con un canal de recreo, de menor gálibo, llevándose por delante un vano del viejo puente Eggner Ferry (1932), de próxima sustitución.

El MV Delta Mariner transporta piezas para cohetes lanzadera de tipo Atlas y Delta. Hasta hace unos años sólo llevaba cohetes Delta, los Atlas se transportaban en avión (un enorme Antonov, por supuesto), pero 800.000 $ de ahorro decidieron su transporte conjunto.

Las dos primeras fotografías son de Tina Carroll para la agencia AP, la tercera es de WPSD.  La noticia es de PhotoBlog.