Construir en rellenos y sin estudio geotécnico tiene su precio. En Cuenca, 840.000 €

Ha pasado en Cuenca, aunque podría haber sido en cualquier parte. Según cuenta El Día Digital, el proyecto se aprobó sin estudio geotécnico y las obras empezaron sin estudio geotécnico. Remarco lo de sin estudio geotécnico porque es obligatorio –y por Real Decreto, además– aunque no parece que eso sea un obstáculo insalvable, por lo que se ve… y eso que los vecinos habían avisado de que el terreno estaba “hecho prácticamente con basura de obras, como cartones, piedras, plásticos y escombros, iban a tener que trabajar muchísimo hasta llegar a terreno firme” (mismo periódico, un día después).

Para terminar pronto, cuando se dieron cuenta del error presupuestaron un estudio geotécnico de urgencia, a coste cero, “a cambio” de las paredes… y ahora faltan 840.000 € para terminar las obras (concretamente, las paredes). Las prisas, siempre tan malas consejeras.

Resumiendo la noticia:

Este incremento es debido […] a que la Junta Local del anterior equipo de Gobierno […] aprobó entre la primavera y el verano de 2010 los proyectos de construcción de estos edificios sin incluir un informe geotécnico, desoyendo la recomendación de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo, que le habían advertido de que dicho estudio era necesario para garantizar que las tres edificaciones realmente eran viables sobre un terreno no natural, añadido intencionadamente y cuya estabilidad podría estar comprometida […].

Las empresas constructoras […] se dieron cuenta de que no incluir un estudio geotécnico había sido un error cuando empezaron las obras y comprobaron que la estabilidad del terreno no estaba garantizada, de modo que, en noviembre de 2010, el Ayuntamiento tuvo que modificar los proyectos de obra e incluir el citado estudio. Pero para no encarecer los trabajos, se abogó por incorporarlo a coste cero a cambio de retirar las partidas para la construcción de los paramentos verticales de cierre de los tres edificios […] de nuevo con la postura contraria de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo.

Ahora, las constructoras […] piden entre las dos los citados 840.000 euros para terminar las obras, lo que obligaría al equipo de Gobierno a realizar una nueva modificación del contrato para la construcción de estos inmuebles. Sin embargo, la crítica situación que atraviesan las arcas municipales, unido al hecho de que los socialistas consideran que “la broma” que les parece este nuevo aumento se podía haber evitado de haberse llevado a cabo el informe geotécnico desde un primer momento, no parece que vaya a poder desbloquear la paralización de las obras.

Claro que, si los técnicos de la Gerencia de Urbanismo estaban en contra, ¿quién autorizó las obras y dio los correspondientes permisos…?

Vista aérea de las obras sobre rellenos de la Ronda San José, en Cuenca

Pulsa sobre la imagen para ver los rellenos en Google Maps


“Geomechanics of Failures”, de Puzrin, Alonso y Pinyol, un libro muy recomendable

Geomechanics of Failures, Alexander M. Puzrin, Eduardo E. Alonso, Núria M. Pinyol.

Geomechanics of Failures, Alexander M. Puzrin, Eduardo E. Alonso, Núria M. Pinyol.

Los seguidores del blog saben que prefiero enlazar documentos de libre descarga y que cuando anuncio libros “de pago” es para completar la información del post.

Que yo recuerde, todavía no había recomendado directamente la compra de ningún libro, pero este va a ser el primero (y será el segundo, que son dos tomos) porque se lo merece, sin duda alguna. Se trata del Geomechanics of Failures, de Alexander M. Puzrin, Eduardo E. Alonso y Núria M. Pinyol.

El libro, dividido en tres secciones, estudia ocho problemas con todo lujo de detalles: introducción histórica, teoría, fórmulas, modelos, hipótesis, cálculos, resultados y, lo más importante, comentarios críticos sobre todos los aspectos anteriores.

Estos son los problemas tratados:

  • Asientos (Settlements)
    • Interacción entre estructuras próximas: La Catedral Metropolitana de México
    • Los inesperados y excesivos asientos del Aeropuerto Internacional de Kansai (1987~)
    • Un clásico: La Torre de Pisa
  • Capacidad de Carga (Bearing Capacity)
    • El silo de Transcona (1913)
    • La licuefacción de los diques del puerto de Barcelona (2001)
  • Excavaciones (Excavations)
    • El colapso de la Autopista Nicoll, en Singapur (2004)
    • El hundimiento del Túnel de la Plaza Borrás, en Barcelona (1991)
    • El colapso del frente de los Túneles de la Floresta, en Barcelona (1989)

En resumen, un libro al que dedicarle muchas, muchísimas horas, con un epílogo (pag. 245) que es toda una declaración de intenciones.

Como el libro está (parcialmente) en Google Books, aprovecho para ponerlo aquí y que podáis pegarle un vistazo y juzgar por vosotros mismos:

Si quieres comprar el Geomechanics of Failures puedes hacerlo en este enlace afiliado, a ti te costará lo mismo y yo me llevaré un pequeño porcentaje por haberlo anunciado. Si te gusta el blog es una forma de ayudar a que siga en marcha (aunque si me quieres dar dinero directamente o contratarme también podemos hablar, por mi no hay problema).

 

En unos días haré una entrada dedicada al segundo tomo (si tienes mucha prisa por verlo y no puedes esperar es el Geomechanics of Failures: Advanced Topics… impaciente)


Deslizamiento de tierras entre Coria y Moraleja, Cáceres, en la EX-A1

Deslizamiento de tierras entre Coria y Moraleja, en la EX-A1

Un amigo me pone sobre aviso de este deslizamiento de tierras entre Coria y Moraleja, Cáceres, en la EX-A1, Autovía del Norte de Extremadura, que está dando más problemas de lo esperado.

Deslizamiento de tierras entre Coria y Moraleja, en la EX-A1

En prensa digital no hay mucha información y los datos que me han facilitado no son del todo concluyentes pero, a grandes rasgos, se puede decir que:

  • Hay unos 5 km cortados al tráfico.
  • El ángulo del deslizamiento es muy bajo, de unos 17º
  • Es una zona de recogida de aguas, tanto que unos metros más abajo hay un punto conocido como “La madre del agua”.
  • Hay grietas de tracción hasta ¿500? metros por detrás de la coronación.
  • Está visitando la zona lo mejorcito de la geotecnia española, a ver qué se puede hacer.
  • El presupuesto de reparación ronda los 20/30 millones de euros…
  • Según José Antonio Monago, Presidente de la Junta de Extremadura, todo se hubiese solucionado con una mayor planificación y atención en los últimos años.
  • [Pendiente de confirmación] El trazado se cambió a última hora para no tocar unas viviendas ilegales… (algo parecido a lo que ocurrió en el Desmonte de Rabat, en la AP-7)
Deslizamiento de tierras entre Coria y Moraleja, Cáceres, en la EX-A1 - Julio 2010

Estado de las obras, con un incipiente deslizamiento, en julio de 2010 (Fuente: IBERPIX)

En fin, será cuestión de esperar que se publique algo “oficial” y podamos salir de dudas. Mientras tanto, si tienes interés, el deslizamiento está en la esquina inferior derecha de la hoja 596 – Moraleja de la cartografía 1:50.000 del IGME, justo en el centro de la captura inferior.

Detalle de la hoja 596 – Moraleja de la cartografía 1:50.000 del IGME (el deslizamiento está en el centro de la imagen)

Detalle de la hoja 596 – Moraleja de la cartografía 1:50.000 del IGME

 

Esta es la zona tal y como se ve en Bing Maps:

 


La penetración dinámica DPSH, cuando la esbeltez es el problema

Si digo que voy a escribir sobre una pieza recta y esbelta sometida a una carga axial de compresión más de uno pensará en el pandeo de soportes verticales pero podéis estar tranquilos, no voy a hablar de Euler, cargas críticas y longitudes de pandeo (quizá otro día), sino de la penetración dinámica superpesada DPSH.

Pues si, en lo que respecta a la geotecnia ese «presunto» pandeo se convierte muchas veces en un «desvío» del equipo, y si ya hace un tiempo puse por aquí un pilote metálico hincado que se desviaba y emergía de las profundidades -cual tiburón hambriento- para atacar un coche (atención a la foto), esta vez es una penetración dinámica superpesada (alias DPSH) la que, golpe a golpe y varilla roscada a varilla roscada, incrementa tanto su esbeltez que termina desviándose hasta reconocer el terreno «de canto».

He aquí la reconstrucción de los hechos en laboratorio, al más puro estilo CSI, tras comprobarse la anormal deformación de las barras.

La fotografía me la envía un amigo de cuitas geotécnicas, experto donde los haya, que no quiere ver su nombre citado… lo cual me da pie a ponerlo por las nubes, ¿he dicho ya que es muy bueno?, pues me quedo corto, es muy muy bueno, quizá demasiado, para estos tiempos que corren…

Un detalle más, según la UNE-EN ISO 22476-2:2005 Ensayo de penetración dinámica, la máxima deflexión admitida en las barras (o varillas) del DPSH es del 0,2%, así que el ensayo no sería válido (si, ya lo sé, las normas sólo se citan, no se leen y mucho menos se acatan, pero para eso estoy yo, para descubriros esos pequeños detalles).


Una opinión de 1874 sobre gestión, conservación y mantenimiento de carreteras

Que las labores de conservación y mantenimiento de carreteras no se valoran en su justa medida no es nuevo, que las decisiones de las Administraciones locales son discutibles, tampoco. Buscando información sobre el ingeniero Rafael Yagüe para el post de la restauración de la cantera del castillo de Dénia me encontré con este escrito suyo, titulado «El abandono de las carreteras construidas por el estado«, publicado en la Revista de Obras Públicas en septiembre de 1874, una época en la que, pese a haber sólo 2.600 km de carreteras y un número de vehículos muy inferior al actual, ya se discutía el tema del peaje.

«[…] La forma única y universalmente admitida para la explotación de carreteras es el sistema de portazgos [peajes], y sabido es que, cualquiera que sea la tarifa de los derechos que en ellos se cobran, su producto no es nunca bastante, salvo casos excepcionales, ni aún para sufragar los gastos de conservación. Y la razón es obvia: desde el momento en que se establece una tarifa elevada, los vehículos ordinarios que transitan por las carreteras, abandonan éstas, aún arrostrando los inconvenientes de la mala viabilidad de los caminos naturales; y cuando esto no les es posible, puede asegurarse que inmediatamente empieza el fraude bajo múltiples y hasta inverosímiles formas, produciendo la consiguiente baja en la recaudación. Para evitar esto no hay otro medio que mantener las tarifas en límites prudentes, en cuyo caso puede alguna vez llegarse a sufragar con la recaudación los gastos de conservación de la carretera, pero nunca o casi nunca los de construcción.

[…] las carreteras, por su misma naturaleza, no pueden constituir nunca una especulación industrial, y, por consiguiente, el entregar su gestión a la iniciativa privada no puede pasar jamás de un precepto ilusorio de la ley.

[…] suponiendo dotadas a las corporaciones provinciales de la ilustración y elevación de miras de que por desgracia carecen por punto general, no habría ningún inconveniente en entregarles, casi en absoluto, esta gestión; pero precisamente esa falta e ilustración produce el que se sobrepongan en ellas a los buenos principios económicos las rivalidades de localidad que hacen estéril, en la mayor parte de los casos, la inteligente iniciativa de que algunas de ellas han dado muestra en ocasiones.

[…] La carretera o camino ordinario requiere para su conservación un gasto continuo e importante, y precisamente la necesidad y utilidad de este gasto es una de las cosas que con más dificultad se acepta y comprende por aquellas personas que carecen en absoluto de los conocimientos necesarios para apreciar las condiciones técnicas de esta clase de vías. Y no es de extrañar que las corporaciones locales caigan en este defecto, puesto que muchas veces, por desgracia, hasta la Administración central parece olvidarse de la capital importancia que tiene esta conservación constante.

No hay que olvidar, por otro lado, que el carácter temporal que lleva consigo el desempeño de los cargos populares contribuye también a este mismo resultado, puesto que la tendencia natural de los que con ellos se hallan investidos es más bien dejar testimonio perenne de su paso por la Administración local, que consumir los recursos disponibles en conservar lo que sus antecesores hayan construido.»

Se podría decir que el autor exageraba pero, por si acaso, ya avisaba desde el principio:

«Y no se crea que hemos exagerado las sombrías tintas del cuadro. De todos estos datos tenemos numerosas noticias y abundantes hechos, que no publicamos, desde luego, porque a fuer de españoles nos duele en el alma que tan al descubierto se presenten, más que la ignorancia y el atraso de nuestro pueblo, la imprevisión y falta de criterio con que se llevan a la práctica de la administración las más absurdas teorías y los principios menos aceptables.»

Ha llovido mucho desde septiembre de 1874. Ha llovido mucho, se ha construido mucho y se ha investigado mucho, pero en lo importante seguimos igual, minimizando costes a base de hipotecar conservación y mantenimiento… y así nos va.

 

El artículo completo está aquí:

El abandono de las carreteras construidas por el estado. Rafael YagüeEl abandono de las carreteras construidas por el estado. Rafael Yagüe (pdf – 1,28 MB)

 

Al visitante con ganas de seguir leyendo le recomiendo este post de Ingeniería en la Red sobre el ahorro de los firmes rígidos sobre los flexibles (eterna discusión), la lectura de la reflexiva carta electoral de Manuel Melis Maynar (con algunos comentarios interesantes sobre el tema) y este otro post de «Diario de un chancletero» sobre la (falta de) ética y coherencia de ciertos estudios…

 

¿Carreteras…? ¡¡ Dónde vamos no necesitamos carreteras !!

Doc Brown en Regreso al Futuro