Sobre la equivalencia europea de la Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos…

Una duda recurrente entre los ingenieros españoles de 5 y 6 cursos (pre-Bolonia, para entendernos) es la referida a la equivalencia entre las ingenierías españolas y las europeas (recordemos, más cortas).

Durante mucho tiempo se ha dicho que se nos reconocía como máster, por aquello de haber estudiado más años, pero lo cierto es que el asunto nunca ha terminado de estar del todo claro… y este tweet de T.Cruz del 26 de noviembre todavía lo ha complicado más:

El enlace parece concluyente, de cara a Europa la titulación de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos está considerada como una diplomatura o grado de 3-4 cursos, lo cual no sólo es malo para todos los ingenieros que estudiaron 5-6 años (por razones más que evidentes) sino también para las empresas de ingeniería, que ya se pueden ir olvidando de quedarse obras si les piden ingenieros con máster (lo normal allende nuestras fronteras, por cierto).

Nada más verlo, «Ingeniería en la Red» escribió un post con todos los detalles y Marta Serrano (@Marta_Serrano) inició un rápido debate en LinkedIn, «La equivalencia del título», tras el que se escribió a la responsable de la «Subdirección General de Títulos y Reconocimiento de Cualificaciones«.

La respuesta se puede leer en LinkedIn y en Ingeniería en la Sociedad Digital pero, en resumen, viene a decir que:

  1. Es un error y esa base de datos no tiene validez legal.
  2. No va a haber homologación automática «ingeniería pre-Bolonia = máster».

Es decir, que el organismo oficial encargado de reconocer los títulos académicos se ha lavado las manos a la hora de homologar esos mismos títulos en el exterior.

Visto lo visto, ¿qué debería hacer ahora un estudiante de ingeniería?, ¿terminar aquí la carrera o marcharse directamente a un país que le asegure una homologación «estable»?

Y lo más importante, ¿qué podemos hacer TODOS los ingenieros de cinco y seis cursos «no homologados» ante esta situación?

 

ACTUALIZACIÓN 28 nov 2012

Se ha modificado la base de datos de profesiones reguladas. Ahora consta que la profesión es «PSM – Diploma from post-secondary level (more than 4 years) , Art. 11 e«.

Es un simple cambio en una página web que, recordemos, no tiene ninguna validez legal, pero lo han cambiado, que ya es algo.

ACTUALIZACIÓN 29 nov 2012

Se ha decidido enviar una «carta al director» en varios periódicos de tirada nacional, firmada por Ingenieros/as de Caminos, Canales y Puertos. Este tipo de cartas no admite más de 200 palabras, así que lo más importante es acompañarla de muchas firmas, muchísimas firmas.La carta se puede leer aquí (LinkedIn). Los interesados en firmar deben indicar nombre, DNI, teléfono y ciudad (es lo que exigen los periódicos) en el propio debate de LinkedIn o por correo a marta.serrano@ciccp.es

Para los que preguntan si no sería mejor actuar «legalmente» y dejarnos de «tonterías de Internet«. Desde 1983 no se ha aprobado ni una sola Iniciativa Legislativa Popular así que, vosotros mismos… con esto por lo menos conseguiremos darle visibilidad.

ACTUALIZACIÓN 03 dic 2012

Marta Serrano (@Marta_Serrano) ha estado en las Jornadas de Internacionalización que ha organizado el CICCP y nos ha dejado este inquietante tweet:

ACTUALIZACIÓN 06 dic 2012

Resumo las novedades:

1) En la jornada sobre internacionalización del CICCP Marta Serrano le preguntó al Presidente por el proceso de homologación de la titulación. Santamera comentó que había estado con el Ministro Wert y que éste se había mostrado muy interesado por el tema, especialmente por la solución francesa, que mantiene el nombre de la titulación (el famoso «Ponts et Chaussée») y añade el epígrafe «Máster», pero que era una buena solución «de ahora en adelante».

O sea, que los ya titulados seguimos igual, en el aire.

Más información en el debate en LinkedIn.

2) Ciertas universidades privadas tienen ya preparado el «Máster Universitario en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos«, adornado con el desafortunado lema de «Actualiza tu titulación» y anunciado ¡¡ sorpresa !! desde la web del CICCP, que se supone que está intentando hacer algo.

Si ya tienes experiencia el máster sale por sólo 6.175 €, si no tienes experiencia se acerca a los 10.000 €. Teniendo en cuenta que estás pagando y estudiando por lo que ya has pagado, estudiado y ahora no te reconocen, lo que te pasa por la mente en estos momentos es delito, que lo sepas (debate en LinkedIn)

3) Se propone dirigir los esfuerzos hacia las empresas, visto que es casi imposible que se queden una obra o un concurso internacional con ingenieros que no tengan máster (debate en LinkedIn).

4) Se va a enviar un resumen del problema a la radio, concretamente a La Brújula, en Onda Cero (más información).

5) Ya se ha publicado la primera «Carta al director», ha sido en La Voz de Galicia.

6) La carta está en menéame, pulsa para menearla.

ACTUALIZACIÓN 12 dic 2012

El mensaje navideño 2012 del presidente del CICCP dice que “se han ido haciendo conscientes” del problema (ya era hora), que las “intensas gestiones” efectuadas para lograr la homologación oficial con el máster van por buen camino (no dicen de qué gestiones se trata) y que los certificados que emiten tanto el Colegio como las Escuelas no sirven… o sea, que seguimos igual.

ACTUALIZACIÓN 13 dic 2012

Un día después de decir que las «intensas gestiones» iban por buen camino, en la reunión con los alumnos de la UPM se ha vuelto a decir que lo tenemos mal.

Interpelado por la cuestión, ha propuesto una reunión y una hoja de ruta para enero. Se caldean los ánimos. Se habla de «descolegiación». Se propone la creación de una asociación que se tome el problema en serio. Se dicen muchas cosas… (más información en LinkedIn)

ACTUALIZACIÓN 18 dic 2012 01:00

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos mueve ficha y publica una respuesta en su web y en LinkedIn: «El Título de Ingeniero de Caminos y el Máster«.

Marta Serrano explica el problema en GESTIONA RADIO. Poco después de su intervención se cancela la reunión con las universidades privadas prevista para esa misma tarde en la demarcación de Madrid, ¿la razón?, “exceso de aforo” (nota del aplazamiento en pdf)


Web 2.0 Una oportunidad y reto para los profesionales de la Ingeniería Civil

Me envía un tweet Félix Sacristán, de Inka Geoserveis (@Inka_3G) para decirme que me ha citado como ejemplo ¡¡ !! en una charla para el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Cataluña (CETOP).

Superada la vergüenza de poner mi nombre y una (retocada) fotografía ya sólo faltaba que me fueran citando por ahí, pero a todo cerdo le llega su San Martín. Según parece me cita como buen ejemplo, lo cual me deja algo más tranquilo. No creo serlo (tengo muchísimo que aprender todavía) pero como la presentación puede dar ideas, la pongo por aquí (hay algunas cosas en catalán, pero se entiende sin problemas).

Está hecha con Prezi y se titula “Web 2.0 Una oportunidad y reto para los profesionales. Las TIC’s aplicadas a la mejora de la profesión”.

Sobre las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, alias TIC, ya escribí hace unos meses. Sobre los profesionales de la ingeniería civil poco puedo decir que no se sepa ya. Son buena gente, de verdad, hablan de cosas muy raras pero se les coge cariño (entre nosotros, casi es mejor que no se prodiguen más por Internet, la red no está preparada para tanto talento concentrado).

La veteranía es un grado… por desgracia. Sobre la “internacionalización de la ingeniería española”

Soy el Sr. Lobo, soluciono problemas (Harvey Keitel en Pulp Fiction)

Barcelona. Media mañana. Empresa importante. Despacho con vistas. Café y ensaimadas a tutiplén. Sacarina. Caras muy serias.

— Soy el Sr. Lobo, soluciono problemas. (gracias Sr. Tarantino por esa gloriosa frase)

— Gracias por venir Sr. Lobo. Le hemos llamado porque queremos que nos asesore sobre eso de la “internacionalización de la ingeniería española”.

(hay gente que consigue pronunciar las comillas, me pregunto cómo lo harán) ¿Qué tienen en mente?, ¿construcción?, ¿consultoría?, ¿dirección de obra?

— Nos gustaría entrar en dirección de obra, fiscalización y todo eso. En resumen, ganar concursos en el extranjero.

— De acuerdo. Antes de seguir con el tema, ¿conocen a alguien bien situado en el Ministerio de Educación?

— Pues… si, supongo que si, algún contacto tendremos, ¿por qué?, ¿no querrá decir en el Ministerio de Fomento?

— No, el de Educación. Lo primero que deben hacer es llamar a ese contacto y decirle, alto y claro, que reconozcan de una puñetera vez el máster a las titulaciones antiguas. Si no les hace caso prueben directamente con un GMA, suele funcionar.

— ¿GMA?

— Guantazo con la Mano Abierta, es mano de santo. (me encanta esta frase)

— Vale, pero… ¿qué tiene eso que ver con nuestro problema?.

— Mucho. A ver, tienen ustedes ¿cuántos?, ¿cincuenta y tantos años?, seguramente, y son todos ingenieros de seis cursos, ¿verdad?.

— Verdad, seis largos y horribles cursos y un Proyecto Final de Carrera, algunos todavía soñamos que no hemos terminado.

(Que me vas a contar a mi…) Correcto, y sabrán ustedes que hemos pasado de seis a cinco cursos y ahora vamos hacia grados de cuatro cursos.

— Lo sabemos perfectamente, contratamos ingenieros… bueno, lo hacíamos, antes de la crisis.

(y bien que os viene que haya tantos, para pagar menos, que nos conocemos) Y seguramente saben también que todos los planes, ya sean de seis, cinco o cuatro cursos, tienen la misma valoración en un concurso, el grado.

— ¿Que puntúan igual?, pero se tendrá en cuenta la preparación, ¿no?, ¡¡ hay dos cursos de diferencia !!

— En el extranjero se valora mucho la formación y se valora mucho la experiencia, como aquí, pero también se trabaja con titulaciones oficiales, como aquí, y su titulación oficial, les guste o no, es el grado, el grado, el GRA-DO. Ah, por cierto, valoran todavía más los cursos de postgrado, y eso aquí ya no se lleva tanto. Veo que tienen ustedes gente con más de veinte años de experiencia. No es lo normal, lo normal es tirar a la gente que cobra mucho o “perderlos” cuando se montan su propia empresa. Ustedes los han conservado, eso está muy bien, lástima de formación posterior.

— ¿Cómo que “lástima de formación posterior”?, les hemos pagado todos los cursos de formación que nos han pedido, ¡¡ estamos muy orgullosos de haberlo hecho !!

— Y les honra pero, por desgracia, no son cursos oficiales de postgrado, así que de cara a un concurso no tienen nada de nada, CERO PUNTOS, por no mencionar que ninguno de sus ingenieros tiene un doctorado.

— Es que eso no sirve para nada, vale, vale, ya me callo, no me mire así, que me da miedo.

— No sirve para nada, ya lo sé, lo he oído muchas veces. Pues mire usted qué cosas, resulta que fuera de nuestras fronteras sí sirve, y mucho. Y por esos mundos de Dios tener un doctorado está muy bien visto y puntúa un montón, increíble, ¿verdad?.

— ¿Y qué hacemos?, ¿matricular a todos nuestros ingenieros en la universidad y esperar dos o tres años?, ¡¡ menuda solución !!

— No, lo que tienen que hacer es exigir lo que les corresponde. Con cuatro años se tiene un grado y con dos cursos más un postgrado, pero resulta que ustedes, ingenieros “pata negra” bregados en mil exámenes y con seis cursos y un PFC a sus espaldas, sólo tienen un mísero grado. De acuerdo a la ley les correspondería tener grado y máster y no tienen NADA, les han robado el máster en sus propias narices, y hasta que no solucionen eso no van a ganar un puñetero concurso ni haciendo trampas.

— Nadie nos había dicho nada de esto.

— Claro que no, porque no se dijo nada, cuando se cambió la ley se corrió un tupido velo para no levantar la perdiz y ahí quedo todo…

— Entonces… ¿qué hacemos?, en los concursos piden gente con más de diez años de experiencia, piden ingenieros del plan antiguo, así no hay forma de ganar.

— Ya se lo he dicho, deben llamar al Ministerio de Educación (o cómo narices se llame ahora) y exigir el reconocimiento. No serán los únicos, en los grupos de LinkedIn hace ya tiempo que se insiste en el tema, cuántos más sean, mejor. (hago una pausa y cojo una ensaimada con un movimiento estudiado. Me tiro por encima todo el azúcar glacé, genial, a la porra la pose de tío duro)

—  Yo he oído algo de que el Colegio de Caminos nos puede hacer un papel reconociendo ese máster.

— (no falla, siempre hay un listillo, agazapado en la sombra esperando su momento) Cierto, también las Escuelas están haciendo ese papel, pero para concursos no sirve, piden titulación oficial, y ese papel no está reconocido. Pregunte en el colegio y se lo dirán.

— ¿Cómo hemos llegado a esto?, ¿qué ha pasado con nuestra carrera?, ¡¡ 200 años de historia tirados a la basura !!

— (y por supuesto, un teatrero que se coge la cabeza en plan trágico) ¿Qué ha pasado?, que estábamos muy ocupados trabajando, eso ha pasado. Durante muchos años hemos fabricado ingenieros “para consumo propio” y nadie tenía el más mínimo interés en homologar títulos o aprender idiomas. Nos costará un tiempo, pero lo arreglaremos, en peores plazas hemos toreado.

— De acuerdo, haremos unas cuentas llamadas y nos volveremos a ver en unos días. Por cierto, antes de irse… ¿qué opina usted de las titulaciones actuales, Bolonia y todo lo demás?

— Eso lo dejamos para la siguiente reunión. Ustedes vayan llamando, llevamos ya muchos años de retraso, no perdamos más tiempo.

— Vale, vale, nos ponemos a ello.

 

Ningún ingeniero fue dañado durante la redacción de esta entrada. Las ensaimadas eran de régimen. Todo es ficticio y virtual, salvo que el autor del blog estuvo hace muy poco en una oferta para Sudamérica y pudo comprobar de primera mano cómo eran los baremos y cómo se puntuaban las cosas… y cómo se perdió la oferta de la manera más tonta posible (con la ilusión que me hacía a mi postear con UTC-5)

Más cosas, por si quieres ampliar la información:


¿Qué es el periodo de retorno y por qué se utiliza como una probabilidad?

Es un hecho probado, contrastado, demostrado y reiterado que una secuencia de datos debidamente «torturada» puede utilizarse para justificar cualquier cosa, especialmente en manos políticas. Entre las herramientas de tortura numérica más eficientes destaca la estadística, a menudo ayudada de gráficos engañosos, pero incluso dentro de la estadística existe un concepto que, sin necesidad de gráficas, resulta confuso para mucha gente, el periodo de retorno, la probabilidad que se mide en años.

Caramba, yo pensaba que la probabilidad no tenía unidades, siempre la he visto como un porcentaje.

Es que no tiene unidades. En teoría, el periodo de retorno es un «tiempo medio» asociado a una probabilidad, pero en la práctica (y en la prensa) ambos conceptos se confunden, confundiendo también al lector, ya de paso, que termina pensando que algo con un periodo de retorno de 10 años ocurre siempre cada diez años, cual exacto reloj suizo.

Ah, ¿y no es así?

Pues no, por eso he decidido escribir sobre el tema. Pretendo explicar qué es el periodo de retorno sin utilizar ni una sola fórmula, ni una sola, ¿te interesa leerlo?

Pues no es que me apasione el tema, la verdad. Te doy siete minutos, ni uno más.

Algo es algo. Vamos allá. Supongamos que nos encargan el estudio de un determinado fenómeno independiente (terremoto, precipitación, lo que sea). Lo primero y principal es buscar información fiable, así que revisamos páginas y más páginas polvorientas (o bases de datos informatizadas, en el mejor de los casos) y recopilamos un montón de ocurrencias del fenómeno a lo largo de los años.

¿Es fácil conseguir esos datos?

No, ni de coña, normalmente el mayor problema es la ausencia de datos (y no digamos ya fiables), pero como se trata de un ejemplo voy a poner las cosas fáciles y suponer que tenemos datos anuales de los últimos 1.000 años (por números que no sea), y que quedan de esta forma, más o menos.

periodo de retorno, imagen 1

Como es lógico, el fenómeno se habrá producido con mayor o menor intensidad a lo largo del tiempo, y lo normal es que nos interese saber cuándo ha superado cierto valor máximo (terremoto de magnitud x, lluvia de determinada intensidad, etc) así que nos fijaremos en los valores que superan cierta cota (para este ejemplo, he tomado los que superan la magnitud 120).

periodo de retorno, imagen 2

Evidentemente, estas ocurrencias máximas no son periódicas, la naturaleza es muy bonita y todo eso, pero lo que se dice exacta, no lo es mucho. En este ejemplo, el valor 120 se ha superado 9 veces en los últimos 1.000 años, en intervalos que oscilan entre 50 y 170 años.

¿Y ahora qué hacemos?

Estudiar muy bien los datos y tomar un valor lo más representativo posible de su comportamiento. Para este ejemplo simplificado supondremos que, de media, la superación del suceso se ha producido cada 100 años, repito, de media.

Ese tiempo medio entre sucesos independientes es lo que llamamos «periodo de retorno«, y nos permite cuantificar la probabilidad del evento, ya que si estamos suponiendo que el suceso se supera una vez cada 100 años, podemos suponer también que la probabilidad de dicha superación en un año cualquiera será de 1/100.

O sea, que la inversa del periodo de retorno resulta ser la probabilidad anual de superación del suceso. Si tiene un periodo de retorno de 100 años, su probabilidad anual media será de 1/100.

Vale, entendido, el periodo de retorno es el tiempo medio entre sucesos y está relacionado con la probabilidad de cada año, ¿y qué pasará al cabo de 100 años?

Me alegra que me hagas esa pregunta. Para estudiar cómo «se acumula» la probabilidad con el tiempo hay que tener en cuenta dos detalles:

  1. En los sucesos independientes, la probabilidad de ocurrencia conjunta es el producto de probabilidades.
  2. Como la ocurrencia sólo se producirá una vez, estudiaremos la probabilidad conjunta de los años en los que no se produce el suceso.

Eso último no lo entiendo, ¿por qué no trabajamos directamente con la probabilidad de superación, de 1/100?

Puede resultar un poco confuso, al principio, pero tiene su lógica. Queremos saber cuál es la probabilidad acumulada al cabo de 100 años… 100 años seguidos en los que no se ha superado el suceso (si lo hubiera hecho ya no serían 100 años seguidos), por tanto, a esos años les corresponde la probabilidad anual de no-superación del suceso.

Vale, ya está claro, te dejo seguir.

Muy amable, sigo entonces, que hay prisa.

Si la probabilidad de superación es del 1% (1/100), la probabilidad de no-superación será del 99% = 0,99

La probabilidad de no-superación de dos (2) años seguidos será: 0,99·0,99 = 0,992 = 0,9801 (98,01%)

Para tres (3) años seguidos será:  0,99·0,99·0,99 = 0,993 = 0,9703 (97,03%)

Y para 100 años será:  0,99100 = 0,366 (36,6%).

Es decir, que la probabilidad de no-superación del suceso en 100 años seguidos será del 36,6%.

Restando el 100% tendremos la probabilidad de superación, que será de 100% – 36,6% = 63,4%

Por tanto, pasados 100 años, la probabilidad de que se produzca un suceso con un periodo de retorno de 100 años es del 63,4%.

¡¡ Del 63,4% !!, ¿y por qué no del 100%?

Porque, desde el principio hemos dicho que el periodo de retorno de 100 años y la probabilidad anual asociada de 1/100 eran valores medios a partir de los datos disponibles, y no certezas matemáticas exactas (evidentemente, cuanto más elevada sea la probabilidad, más se acercará al periodo de retorno conforme pase el tiempo, pero seguirá siendo una probabilidad).

Entonces, cuando dicen eso de «el periodo de retorno de un terremoto gordo en España es de 100 años y el último fue en 1884, ya debería haber llegado uno gordo«… ¿no es cierto?

No, al menos no desde un punto de vista estadístico. Ese terremoto gordo podría haber llegado hace 50 años, podría producirse mañana o podría tardar todavía 80 años en llegar, y cada opción tendría su probabilidad asociada, que no tiene por qué ser exacta, además.

Pégale un vistazo a la gráfica y compruébalo, la marca corresponde a la probabilidad para 100 años pero la probabilidad para 200 años ni siquiera llega al 90%.

periodo de retorno, imagen 3

¿Y así calculáis los ingenieros? No lo veo muy fiable, que digamos.

La naturaleza no es fiable, joven padagüan, al menos no a escala humana. La fiabilidad de los cálculos depende de la fiabilidad de los datos de partida y del mayor o menor conocimiento del fenómeno. A mayor información, más podremos «afinar» las predicciones, pero sin olvidar que un fenómeno natural es imposible de predecir al 100%.

Por eso se sigue investigando y recopilando información, y por eso las teorías y normativas se van actualizando con esas observaciones y esos nuevos descubrimientos, porque trabajamos con probabilidades a partir de datos insuficientes y, lo que es peor, asumimos responsabilidades bajo esas probabilidades, ya lo dice el 5º aforismo estructural de Javier Rui-Wamba, «los ingenieros somos gestores de incertidumbres».

Vale, vale, no te pongas en plan víctima, ya lo he pillado… ¿qué más?

Nada más, por ahora. Me he tomado ciertas licencias y supongo que un estadístico estricto me daría un tirón de orejas (como poco), pero es el precio a pagar por no usar fórmulas, así que yo lo dejaría aquí. ¿Qué tal?, ¿ha quedado más o menos claro?

Psche, más o menos, supongo que tendré que leerlo otra vez. Lo que no entiendo es por qué las noticias sobre estos temas son siempre tan confusas.

Ya, bueno, tendrás que preguntar a los que escriben esas noticias, yo he hecho lo que he podido.

 

PD: Según la Fundación del Español Urgente (FUNDEU), el signo del porcentaje se debe escribir separado de la cifra a la que sigue, pero hay costumbres difíciles de corregir, no me lo tengáis en cuenta.


“El pensamiento estético de los ingenieros. Funcionalidad y belleza”. José Antonio Fernández Ordóñez

El Pensamiento Estético de los Ingenieros. José Antonio Fernández Casado

El sábado pasado, hablando sobre las razones para estudiar una ingeniería, terminaba el post con dos párrafos de «El pensamiento estético de los ingenieros. Funcionalidad y belleza«, el magnífico discurso de ingreso de José Antonio Fernández Ordóñez en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1990.

No puse ningún enlace al discurso completo porque no existe versión on-line «oficial” (o al menos, yo no la he encontrado), pero como muchos de vosotros me la habéis pedido por correo, enlazo la versión escaneada que circula por la red, un texto por el que discurren Agustín de Betancourt, John A. Roebling, Thomas Telford, Eduardo Torroja, Gustave Eiffel, Eugenio Ribera, Eugene Freyssinet, Carlos Fernández Casado y muchos otros nombres ilustres.

Disfrutad de su lectura, porque vale la pena:

“El pensamiento estético de los ingenieros. Funcionalidad y belleza” José Antonio Fernández Ordóñez

“El pensamiento estético de los ingenieros.
Funcionalidad y belleza” José Antonio Fernández Ordóñez [pdf, 19 MB]

 

Añado también una breve presentación de José Ramón Navarro Vera, Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Catedrático de Urbanística de la Universidad de Alicante, con motivo de la presentación de “Pensar la ingeniería”, una recomendable antología de textos de José Antonio Fernández Ordóñez editada por la Fundación Juanelo Turriano.