Deslizamiento por erosión regresiva del pie del talud en Paseo del Mar, San Pedro, California

Vía The Landslide Blog descubro este ejemplo de deslizamiento por erosión regresiva del pie del talud. Ha ocurrido en la carretera del Paseo del Mar, en San Pedro, Los Ángeles (California), después de varios meses con pequeños movimientos que obligaron a cortar la carretera ya en septiembre pero que se han intensificado durante los últimos días.

En esta breve vista aérea de la CNN se aprecia muy bien la zona de rotura del talud. Desde una cierta distancia se aprecia muy bien el carácter “fractal” del fenómeno.

Incluyo algunas fotos seleccionadas, tienes muchas más en el Daily Breeze, en PhotoBlog (también hay un vídeo), en este álbum de facebook y en el Daily Mail.

¡¡ Feliz cumpleaños, montmorillonita y bentonita !!

Wilbur C. Knight, en 1898


El bosque de Skund […] era el único bosque en todo el universo que se llamaba, en el idioma local, «Tu Dedo, Idiota», pues tal es el significado literal de la palabra Skund.
El motivo de esto es, por desgracia, de lo más vulgar. Cuando los primeros exploradores procedentes de las tierras cálidas alrededor del Mar Circular se adentraron en las gélidas llanuras interiores, rellenaron los huecos de sus mapas por el sistema de agarrar al nativo más cercano, señalar hacia algún punto geográfico distante, hablar en voz muy alta y clara, y escribir cualquier cosa que les dijera el risueño interrogado. Así, generaciones de atlas inmortalizaron rarezas geográficas como «Pues Una Montaña», «No Lo Sé», «¿Cómo Dices?» y, por supuesto, «Tu Dedo, Idiota».
Nubes ominosas se arremolinaron en torno a la cumbre pelada del monte Oolskunrahod («¿Este Imbécil Nunca Ha Visto Una Montaña o Qué?»)
Terry Pratchett, La Luz Fantástica (1986)

 

Es vox populi que vox populi significa «la voz del pueblo», que canguro significa, en realidad, «no lo sé» y que Yucatán quiere decir, en el idioma local, «no le entiendo», siendo estos dos ejemplos una prueba fehaciente de que la ficción de Sir Terence Pratchett, por cómica que resulte, tiene muy poco que hacer ante la cruda realidad. Los nombres de las cosas se ponen preguntándole al nativo, y si no hay nativo, se dedican o se inventan.
 
Pues bien, ya que hablamos de nombres, comunico a la peculiar audiencia de este no menos peculiar blog que, justamente hoy, 16 de noviembre de 2011, se celebra el cumpleaños nominal de un mineral, la montmorillonita, que cumple 164 años, y con una probabilidad de acierto del 0,274% (más o menos), el cumpleaños también nominal de la arcilla compuesta por ese mineral, la bentonita, que ya tiene 113 añitos.
 
¿No te lo crees?, sigue leyendo, alma descreída.
 
En el caso de la montmorillonita se sabe incluso el día exacto de su bautizo no oficial, fue el 16 de noviembre de 1846, en una sesión de la Societé Géologique de France en la que Lubin Mauduyt (1782-1870), director del Instituto de Ciencias Naturales de Poitiers (Museo, según otras fuentes), comunicó el descubrimiento en Maison-Dieu, cerca de Montmorillon (Francia), «de una sustancia que, aún sin asegurar que fuese inédita, no había podido relacionar con las descritas en los tratados de mineralogía consultados» y que, en contacto con el agua «se convierte en una especie de pasta que al cabo de cierto tiempo se hace en parte gelatinosa«.

El artículo lleva por título «Un mot sur un morceau de quartz d´une variété particulière, ainsi que sur une substance minérale trouvée dans le department de la Vienne», así que es muy probable que todo lo anterior lo dijera en un perfecto y gutural francés del s. XIX.

Mauduyt propuso llamar a esta sustancia montmorillonniste, aunque tuvo que esperar tres años para ver reconocido su descubrimiento, porque primero fue clasificada como confolensita, más tarde como haloysita, y hasta 1850 no se denominó oficialmente, montmorillonita, término propuesto por Damour y Salvetat, encargados de estudiar la nueva sustancia.


Estrictamente deberían ser 165 años, pero como el artículo se publicó en el boletín de 1847 y lo escrito es lo que cuenta, lo dejaremos en 164 años. 

Retrato de Lubin Mauduyt

 
Por su parte, la bentonita también cambió de nombre un par de veces. En 1830, un trampero franco-canadiense llamado Emile Pascal comprobó que los indios la usaban como jabón, grasa, impermeabilizante e incluso comida, así que decidió explotarla con el original nombre de pascalita (como trampero sería buenísimo, pero escogiendo nombres era de lo más típico). 

Unos años después, en 1888, el mayor productor de pascalita de la zona era un tal William Taylor, de Rock Creek, que la vendía con fines cosméticos con el nombre de… ¿lo adivináis?, ¡¡ correcto !!, taylorita. Otras fuentes dicen que recibió el nombre por encontrarse en grandes cantidades en el Rancho Taylor, pero teniendo en cuenta que Rock Creek tenía 91 habitantes por aquel entonces, es muy probable que el rancho fuera del propio Taylor, así que todo queda en casa. 

Sin embargo, este nombre no iba a ser tampoco el definitivo, porque cuando Wilbur Clitont Knight (1858-1903), profesor de geología en Wyoming, se dispuso a estudiar la taylorita, comprobó que el nombre ya estaba en uso. ¿Qué hacer entonces?, pues como en esto de poner nombres interesa que la aplicación sea biyectiva, que si no es un jaleo, Knight fue expeditivo. En Fort Benton (Montana, EEUU) había grandes depósitos de ese “material” y la población se llamaba así desde hacía poco tiempo (hasta 1850 se llamó Fort Lewis) así que no había posibilidad de error, escogió el nombre de bentonita y lo comunicó por escrito en un artículo del Engineering and Mining Journal de 1898 titulado “Description of Bentonite, a new variety of clay”.

O sea, que la bentonita como tal cumple 113 años.

Ah, por cierto, Rock Creek tenía dos comercios en 1888, uno era el de William Taylor, el otro pertenecía a Charles… Clay (arcilla), vamos, que todo queda en casa. 
 

Wilbur C. Knight, en 1898Wilbur Clitont Knight en 1898, quizá pensando en el asunto

 
 
Todo el que quiera ampliar la información queda remitido a este artículo de la Revista de Obras Públicas de junio de 1997 escrito por Leopoldo Bisbal -al que aprovecho para saludar-, y a este otro de 2006, “Mythique montmorillonite” que, como su nombre ya permite sospechar, está en francés, aunque no añade nada novedoso.
 
Una lástima que estas cosas no se pregunten en el Trivial, ¿verdad?

Terzaghi Day 2011: «Soil Mechanics, a new chapter in engineering science (1939)»

Hoy, 2 de octubre de 2011, se cumplen 128 años del nacimiento de Karl von Terzaghi, lo cual explica que en algunos sitios se denomine este día como el “Terzaghi Day”.
 Karl von Terzaghi Lab

Less than 10 years ago the Foundation Committee of a well-known engineering society decided, at one of its meetings, that the word «settlement» should be avoided in public discussions, because it might disturb the peace of mind of those who are to be served by the engineering profession.

Karl von Terzaghi, 1939

Mi intención al preparar esta entrada era poner la cita anterior, simplemente, pero como se trata de un texto muy citado en muchos libros de mecánica de suelos, decidí que sería una buena idea compartirlo.

Lo bueno es que conocía la referencia, es la 45ª James Forrest Lecture, celebrada en Londres el 2 de mayo de 1939 con el título de “Soil Mechanics – A new chapter in engineering science”, publicada en el Journal of the Institution of Civil Engineers.

Lo malo es que no tenía el texto…

¿Es posible conseguir hoy en día una conferencia de 1939?

Si, claro, muy sencillo, sólo hay que ir a la página del Journal of the ICE y pagar 15 GBP.

Vale, ¿y no hay otro modo?

Pues si, lo hay, aunque no ha sido fácil, tampoco. Hoy por hoy, la conferencia sólo aparece en google en un sitio, “embebida” en esta página de Baidu (es un motor de búsqueda chino) en la que parece que se puede descargar el documento “pagando” dos Cai Fuzhi (eso es lo que el traductor de google da a entender, el chino no es lo mío, precisamente).

Al final lo he hecho a las bravas, he localizado los ficheros temporales en los que estaba cada página del documento, he borrado la cabecera con un editor hexadecimal, los he abierto con un descompilador flash (una demo del Sothink SWF Decompiler, en concreto) y los he exportado en formato gráfico… ¡¡ 38 veces !!, espero que os guste el texto, porque no lo vuelvo a hacer, eso os lo aseguro. 

Jiménez Salas: «Aportaciones científicas españolas a la Geotecnia»

“los hallazgos científicos son pájaros montaraces que no gustan de venir a comer a las manos institucionales, por próvidas que éstas se muestren.” (página 60)

En marzo de 1982, José Antonio Jiménez Salas ingresaba en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales con el discurso que adjunto hoy aquí, titulado “Aportaciones científicas españolas a la Geotecnia”.

Jiménez Salas – Aportaciones científicas españolas a la Geotecnia

El discurso no se limita a las aportaciones nacionales, realmente, sino que compone un interesante resumen histórico de toda la disciplina, ampliando algunas cuestiones que ya aparecían en el enciclopédico “Geotecnia y Cimientos” como, por ejemplo, que las memorias de Coulomb sobre el empuje de tierras eran un intento meritorio de evitar que lo volvieran a destinar a las malsanas colonias (ya tenían las reglas empíricas de Vauban, ¿por qué iban a cambiarlas por las complicadas fórmulas de un jovencito desconocido?); que a Collin no le hicieron ni puñetero caso cuando insistía en la importancia de la cohesión; o que Rankine, Boussinesq y Prandtl ni siquiera se planteaban que sus teóricos resultados tuvieran que corresponderse con el comportamiento real del suelo. Vamos, que como dice en el discurso, hablando de Reynolds:

“[…] ni él ni ningún otro de los autores que hemos citado alumbró la Mecánica del Suelo, aunque proporcionaran materiales muy valiosos para construirla. Sus incursiones en estos dominios lo que demuestran es que la Geotecnia era en aquel entonces un terreno vago, científicamente vacío, por el cual cruzaban, casi indiferentes, estos ilustres transeúntes, en su camino hacia sus verdaderas ocupaciones.”

El estilo del discurso recuerda (e incluso cita) a Kuhn en los primeros párrafos, pero muy pronto eleva el vuelo -y el nivel- y pasa a convertirse en un “estado del arte” de gran parte de la investigación geotécnica española hasta 1982. Ha pasado el tiempo desde aquel año del Mundial y Naranjito, pero no por eso deja de ser interesante saber qué se hacía por aquella época, porque lo cierto es que la mayoría de textos y artículos que cita el discurso son casi imposibles de conseguir hoy en día, fuera de la universidad.

 

Como el texto no tiene un índice, enumero aquí la página en la que se trata cada tema (respetando la numeración a pie de página del documento original):
9 – La Geotecnia
16 – Teorías del estado límite
25 – La respuesta hiperbólica
26 – La respuesta armónica
27 – El suelo como semisólido particulado
29 – La anisotropía
29 – Factores fisicoquímicos en las propiedades mecánicas de la arcilla
31 – Las presas de materiales sueltos
33 – La permeabilidad y la dispersividad
34 – Efectos sísmicos sobre las presas de materiales sueltos
35 – Otros problemas relativos al efecto sísmico
36 – La teoría endrocrónica
37 – Ensayos cíclicos
37 – Los suelos semisaturados
42 – Consolidación de suelos semisaturados
42 – El colapso
44 – Modelo matemático de suelo semisaturado
44 – Las rocas colapsables
45 – La mecánica de las rocas
47 – Las zonas de cizallamiento
48 – Alteración de las rocas
49 – El terreno como conjunto aleatorio
50 – El modelo geotécnico y el modelo geológico
52 – Papel de la geoestadística
54 – La estabilidad de taludes en terrenos naturales
54 – Métodos deterministas. El método variacional de Castillo y colaboradores
57 – La estabilidad de taludes como problema estadístico
59 – La estabilidad de taludes como factor en el nacimiento de la mecánica del suelo
62 – Los medios fundacionales de la mecánica del suelo