Mecánica de rocas y restauración, el recalce de la Torre Norte del Castillo de Denia

Detalle del Recalce de la Torre Norte del Castillo de Denia

Hablar de mecánica de rocas en restauración puede parecer exagerado pero en el caso del recalce de la Torre Norte del Castillo de Dénia funcionó bastante bien.

Vista del Recalce de la Torre Norte del Castillo de Denia

Para conocer el origen del problema es necesario hacer una breve introducción histórica:

Los castillos inexpugnables y las altas murallas pasaron a mejor vida con el desarrollo de la artillería. A partir de ese momento, las murallas que antes proporcionaban seguridad y el castillo en el que buscar refugio se convirtieron en a) un molesto obstáculo contra el desarrollo urbanístico, y b) un montón de piedras. Respectivamente.

Vista del Castillo de Denia antes de explotar la cantera

Vista del castillo de Dénia, antes de sufrir daños en su ladera norte

En el caso de Dénia, en la costa norte de Alicante, el castillo quedó seriamente dañado durante la Guerra de la Independencia, pero los problemas habían empezado ya un siglo antes, en la Guerra de Sucesión, concretamente el 17 de noviembre de 1708, cuando la ciudad se rindió ante los 10.000 infantes, 1.500 hombres a caballo y 24 cañones del sanguinario Mariscal D’Asfeld, aventajado discípulo del Mariscal Vauban (si, el de la famosa carta a los contratistas), a las ordenes del rey Felipe V (el número de tropas varía, según las fuentes).

Como ya sabemos, la Guerra de Sucesión la ganaron los Borbones y Felipe V no tuvo reparos en castigar a todo aquel que hubiera apoyado a los Austrias, es decir, Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca, lo que venía siendo la corona de Aragón.

Pero en el caso de Dénia había algo más…

En 1612, Felipe III (de Austria) le había otorgado a la población el título de ciudad (que el Duque de Lerma —favorito del Rey—, fuera también marqués de Dénia también tuvo algo que ver).

Años más tarde, la nueva ciudad decidió devolverle el favor siendo la primera de la Corona de Aragón en proclamar rey al Archiduque Carlos de Austria…

Y la proclamación le salió muy cara.

La ciudad fue destruida, todos sus bienes confiscados, y sus habitantes expatriados. Según las crónicas, tras el castigo solo quedaron 144 personas… como dijo aquel galo, vae victis.

Puede que ya no tuviera mucha población, pero seguía teniendo un puerto muy bien situado, tanto que eso fue lo que decidió su reincorporación a la corona, en 1804. Pese a su potencial, la ciudad había apoyado a los Austrias, así que los sucesivos informes técnicos sobre la conveniencia de reparar, dragar y ampliar el puerto fueron pasando de mano en mano sin pena ni gloria.

Entre 1867 y 1873 se derriban las murallas para permitir la expansión de la ciudad. La mampostería se aprovecha para construir y el relleno para colmatar zonas húmedas próximas.

[Nota técnica: Puedo dar fe de esto, he hecho informes geotécnicos cerca del castillo y en muchos casos se obtienen ensayos SPT de 0 golpes -si, cero golpes-, el típico terreno blando de marjal mediterráneo, para entendernos.]

A lo que vamos, la ciudad sigue creciendo y en 1892 deciden que ya es hora de tener un puerto en condiciones, proyecto que redactará una autoridad en el tema, Rafael Yagüe Buil, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, autor también de los puertos de Gandía y Málaga.

El problema es, para variar, económico, porque la piedra es cara, y no hay dinero…

… lo que si hay es un castillo muy cerca del puerto…

… en lo alto de un macizo rocoso…

… y que ya no se usa para nada…

… ¡¡ Decidido, sacarían la piedra de la ladera norte del castillo !!

Las obras del puerto tardarían años en terminarse, entre la gripe de 1918 y una plaga de filoxera que se cargó las cosechas de vid, la zona tardó años en levantar cabeza, pero la cantera se explotó, vaya si se explotó, así quedó la ladera norte del castillo… y así sigue hasta el día de hoy.

Vista aérea de la cantera del Castillo de Denia

Postal de la cantera y el castillo de Denia

La cantera también tuvo su momento de gloria en las postales

Demos ahora un salto temporal. Estamos en 1984, se llevan las hombreras y el pelo cardado, en los 40 Principales suena el Blue Jean de David Bowie, el hueco de la cantera está ocupado por un Instituto de Formación Profesional y el talud, pese a conservarse en buen estado, presenta caídas ocasionales (es de piedra, pero los años no perdonan).

En previsión de un disgusto (son niños, pero a veces se les coge cariño), se decide colocar un pequeño muro de contención de 3 m de altura con un colchón de algas (si, has leído bien, ¡¡ algas !!), que amortigüe las caídas, a modo de cuneta Ritchie, solución que pinta mal.

Y al cabo de unos días huele todavía peor.

Castillo de Denia

Vista actual del castillo de Denia (Fuente: Flickr)

Para colmo de males, uno de los bloques desprendidos descalza la Torre Norte del castillo, momento en el que deciden tomarse el tema en serio, no sea que pase algo.

Vista del Puerto de Denia desde la cantera

El puerto desde la cantera, con la torre norte en segundo plano, todavía en buen estado

Pasemos al apartado técnico:

El “Estudio de la estabilidad del talud norte y recalce de la torre norte del Castillo de Denia, Alicante” fue encargado por la Dirección General de Bellas Artes de la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana a la E.T.S. de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Valencia en 1984, siendo sus autores Manuel Romana Ruiz, Francisco A. Izquierdo Silvestre y José B. Serón Gáñez.

El talud tiene una longitud de 105 metros, una altura máxima de 45 metros, una inclinación de 70º-90º y una dirección de buzamiento de 330º. Las murallas se encuentran justo en coronación del talud (si, explotaron la cantera al máximo) y tienen una altura aproximada de 10 metros, según zonas.

El macizo está formado por calizas cretácicas margosas en bancos de potencia métrica, con karstificación y diaclasado vertical, ligeramente meteorizadas (grado II), con un RQD del 75-90%, un RMR básico de 79-84 y una resistencia a compresión simple de 45-67 MPa.

Vistos los datos anteriores es evidente que a) la roca es bastante buena (y por eso se la llevaron al puerto), y b) son las discontinuidades las que están creando problemas. El estudio de campo mostró tres familias de discontinuidades, además de la estratificación, representadas en proyección estereográfica más abajo. En general se trata de discontinuidades onduladas-rugosas (con un JRC de 10-15), continuas, con una apertura de 1 a 5 mm, espaciamientos de 0,60-2,00 m y relleno de calcita y arcilla de decalcificación.

Proyección estereográfica medidas castillo de Denia

En el caso de la Torre Norte, además del desplome del paramento podía darse también una rotura plana a favor de una de las familias de discontinuidades, de orientación casi paralela al talud, así que se planteó una reparación en dos partes (ejecutada en verano de 1985).

En una primera fase, calculado el volumen que podía deslizar (≈41 m³), se saneó el talud y se diseñó un “tacón” anclado mediante bulones a la resina, de Φ22 mm y longitudes de 1 a 4 metros en una malla de 2,5 bulones/m². Hecho esto se colocaron varias capas de malla de alambre de triple torsión de Φ3 mm, y hormigón proyectado o gunita con un color similar al de la piedra hasta reconstruir la cuña deslizada, dejando ya preparadas las cabezas de anclaje.

Esquema del Recalce de la Torre Norte del Castillo de Denia

Posteriormente, creada ya la “cuña de anclaje”, se perforaron y tesaron siete anclajes de cable a 1.000 KN para aumentar la resistencia a corte del plano de rotura, asegurando una posible caída de todo el conjunto (≈355 m³) a favor de la rotura plana ya mencionada.

Esquema del Recalce de la Torre Norte del Castillo de Denia

Detalle del Recalce de la Torre Norte del Castillo de Denia

Una de las cuestiones que más preocupaba a la Dirección General de Bellas Artes es que el arreglo fuera muy visible, algo que Manuel Romana evitó usando hormigón proyectado de color parecido al de la roca natural.

Pasado el tiempo el color se conserva bastante bien, los anclajes casi no se ven (se notan mucho más los arreglos en el paramento de la torre) y todo sigue en su sitio, que es lo importante.

Vista del Recalce de la Torre Norte del Castillo de Denia

Por cierto, con el tiempo pensaron que eso de tener un instituto justo debajo del talud no era una buena idea, por aquello de que los niños son el futuro y deben crecer sanos para pagar impuestos y todo eso, así que decidieron poner algo menos valioso… por lo que pudiera pasar.

Actualmente, el hueco lo ocupa la sección de urbanismo del Ayuntamiento de Dénia.

No, no es broma.

 

Notas:

  • Un instituto en la ladera norte de un talud casi vertical de 45+10 metros de altura, menos mal que en Dénia hace buen tiempo, que si no…
  • Existe una propuesta para restaurar la pendiente original de la ladera creando un hueco de usos múltiples (auditorio, piscinas, etc). Es buena idea, aunque lo de excavar tres sótanos con el nivel freático apenas a dos metros de profundidad no sé si merece la pena.
Propuesta restauración de la cantera del castillo de Denia
  • George R. R. Martin se inspiró en la Guerra de las Dos Rosas (Lancaster = Lannister) para Juego de Tronos, ¿no hay nadie que haga lo mismo con la Guerra de Sucesión Española? tendría mucha más intriga.
  • El castillo dejó de repararse con propósitos defensivos en 1828. En 1859 se ordenó su derribo pero no llegó a ejecutarse al pasar a manos privadas. En 1952 el ayuntamiento lo recuperó de nuevo.
  • En 1895, aprobada la construcción del puerto, el alcalde de Dénia decía: “Rafael Yagüe, ingeniero, autor del proyecto, que con un desprendimiento y abnegación superiores a todo elogio, no sólo hizo frente a los considerables gastos que llevan consigo los estudios y confección de planos, sino que también, con su proverbial actividad y con un celo nunca bien apreciado, ha puesto al servicio de Dénia todo su talento y todas sus energías. Los diques del puerto serán el monumento que perpetúe la memoria del ilustre ingeniero”. Fallecido Yagüe en 1899, su familia todavía solicitaba en 1907 que se abonaran los honorarios de proyecto.

¿Santa Bárbara o Santo Domingo de la Calzada? ante la duda, los dos

La imagen de Santa Bárbara, virgen, mártir y patrona de los Ingenieros de Minas, es un clásico en los túneles. Encontrar también por allí a Santo Domingo (García) de la Calzada, sufrido patrón de los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y los Ingenieros Técnicos de Obras Públicas ya no es tan habitual… pero tampoco parece que se lleven mal, después de todo.

Santo Domingo de la Calzada y Santa Bárbara en el Túnel de Finca Adoc, Alicante

¿Existen conflictos de competencias entre santos?, ¿también tienen competencias exclusivas?, ¿pueden curar ex-leprosos?, ¿se pueden considerar funcionarios del estado?, ¿de cuál, de El Vaticano? como se suele decir, doctores tiene la iglesia que os sabrán responder, el propósito de esta entrada era mostrar estas fotografías aprovechando que hoy es 12 de mayo, festividad de Santo Domingo de la Calzada.

Santo Domingo de la Calzada y Santa Bárbara en el Túnel de Finca Adoc, Alicante

Por una vez, las fotografías son mías. Las pacíficas estampas (en las que no faltan las famosas gallinas) se tomaron en la boquilla sur del túnel de Finca Adoc, en Alicante (justo aquí, en Google Maps), un soleado día de diciembre de 2010, confirmando, una vez más, que los nórdicos pueden tener un pésimo gusto combinando sandalias con calcetines, pero buscando sitios para pasar la jubilación son únicos.

Venice Backstage, ¿cómo funciona Venecia?

Las imprescindibles labores de mantenimiento, ingratas y poco reconocidas, son difíciles en cualquier ciudad, especialmente en Venecia, como se puede comprobar en el siguiente vídeo «Venice Backstage. How does Venice work?«, realizado por Insula, la empresa encargada del mantenimiento de la ciudad.

El vídeo, que parece querer confirmar aquello de «lo que mata es la humedad«, toca un poco de todo, las barreras anti-capilaridad y los tratamientos para evitar el ataque salino a los muros de mampostería, la flexibilidad de los propios muros respecto de los forjados (resuelta con anclajes metálicos), los problemas de la cimentación de los palazzi (ya sabéis, los pilotes de madera se portan bien mientras están secos o sumergidos, pero llevan realmente mal pasar de un estado al otro), la mala relación entre los pavimentos y el acqua alta, el mantenimiento de los puentes (de piedra y metálicos), las canalizaciones urbanas, la ingeniería sanitaria, etc… (no, no menciona el puente de Calatrava, ya se darán cuenta de lo que han hecho, ya).

esquema de las cimentaciones en Venecia

Un esquema de las cimentaciones de Venecia (pulsa para ver el folleto –> pdf – 3,56 Mb)


cimentación con pilotes de madera en Venecia

Detalle de la cimentación con pilotes de madera (pulsa para más información)


Una vista de las labores de conservación de los muros, mediante inyecciones


El código ético del Ministerio de Fomento: Ana Pastor 0 – Hammurabi 1

Tomando como punto de partida que se legisla sobre lo que ocurre y se prohíbe lo que se quiere evitar, las leyes antiguas son un buen indicador sobre lo que ha preocupado a la sociedad a lo largo de la historia. Acudiendo al refranero sería algo así como juntar «Cuando el río suena, agua lleva» con un «Piensa mal y acertarás«.

Gracias al Código de Hammurabi sabemos que hace 3.750 años (año más, año menos) la edificación de Babilonia no era todo lo segura que cabía esperar, a juzgar por las cinco leyes relacionadas con el tema que aparecen en dicho código:

  • Ley 229: Si un arquitecto hace una casa para otro, y no la hace sólida y se derrumba, matando al propietario de la casa, se matará al arquitecto.
  • Ley 230: Si hace morir al hijo del propietario de la casa, se matará al hijo del arquitecto.
  • Ley 231: Si hace morir al esclavo del dueño de la casa, dará al propietario de la casa un esclavo como esclavo.
  • Ley 232: Si le hace perder los bienes, le pagará todo lo perdido, y porque no ha hecho sólida la casa que construyó, que se ha derrumbado, la reconstruirá a su propia costa.
  • Ley 233: Si un arquitecto hace una casa para otro y no hace bien las bases y un nuevo muro se cae, el arquitecto reparará el muro a su costa.

Con un poco de imaginación, podríamos extraer algunas conclusiones:

  • El hecho de estar tipificado (y tallado en basalto) indica que ocurría y no se trataba de sucesos aislados (no te tomas la molestia de hacer cinco leyes sobre algo que no ocurre).
  • La evolución del tipo de delito permite pensar que, poco a poco, las caídas fueron cada vez menos graves, hasta llegar sólo a los muros, finalmente.
  • Su posición dentro del código (leyes 229-233 sobre un total de 282) indica que tampoco era algo muy frecuente o, por lo menos, no era prioritario.

Claro que, puestos a extraer más cosas:

  • En caso de error no le echaban la culpa al terreno (la sabiduría de nuestros mayores, cuánto se ha perdido, ya lo dijo Victor Hugo «¡Ah, Mesopotamia! ¡Ah, la humanidad!«).
  • No hay nada como hacerle a uno responsable de sus actos («empatía», lo llaman ahora, «ponerse en lugar del otro», si el otro muere, tú también, más te vale tener cuidado).
  • El Código Técnico de la Edificación tendría que aprender un par de cosas del Código de Hammurabi (cuando menos algo sobre la responsabilidad del trabajo bien hecho).
  • Quizá hubiera sido mejor usar el término «constructor», en lugar de «arquitecto».
  • Calatrava habría durado muy poco en Babilonia.

 

Bien, bajo esta óptica «histórica», examinemos ahora la noticia que se podía leer en el periódico Cinco Días a finales del mes pasado:

Los funcionarios de Fomento deberán eludir en lo posible las comidas con los contratistas, principalmente con personal de constructoras e ingenierías; las reuniones con las empresas deberán celebrarse en despachos oficiales y, a poder ser, siempre tendrá que haber más de un funcionario presente en esos encuentros. Estas iniciativas han comenzado a correr como la pólvora por el ministerio, si bien no existe un texto cerrado aún.

Distintas fuentes conocedoras de estas intenciones tachan de absurdo un código de conducta que pone en entredicho a todo el sector. «Muchos de los funcionarios de Fomento trabajan a pie de obra y es bastante poco operativo que se les obligue a tanta asepsia», comenta un alto directivo de la construcción. Son muchos los que piensan que un documento de esas características pone en duda la honorabilidad de los funcionarios.

El revolucionario código de Fomento debería ver la luz en unos meses, al igual que el plan de infraestructuras Pitvi. Al respecto, la ministra Pastor volvió a referirse ayer, en un foro de infraestructuras organizado por Deloitte, a la necesidad de mayor claridad en los pliegos, más transparencia en los procesos de licitación, e insinuó que son necesarias normas de buen gobierno en el propio ministerio. La mandataria no fue más allá en las explicaciones.

Procediendo como antes, y teniendo en cuenta que se trata de un adelanto de un supuesto código ético que se estaría ultimando (cúmulo de hipótesis que bien podría no concretarse en nada, al final), ¿qué conclusiones podrían extraer nuestros descendientes…?:

  • En España, allá por 2012, los propios ministros filtraban códigos internos de los ministerios, antes de aprobarse.
  • Las comidas con los contratistas, especialmente con «personal de constructoras e ingenierías» eran perniciosas y fuente de problemas (años más tarde se supo que todo era culpa del colesterol, que les nublaba la mente y afectaba a su buen proceder).
  • Los tratos se cerraban en cualquier parte y sólo dependían de un funcionario, que hacía y deshacía a su antojo (gracias al código ético se pudo identificar el problema, se trataba de «falta de cariño e integración», en su despacho oficial y acompañado de otro funcionario todo quedó arreglado).
    [Tuve un compañero que cambió Caminos por el Seminario y me contaba que los seminaristas iban en parejas para protegerse de la tentación, ¿habrán pensado lo mismo en Fomento?, ¿de qué tentación hablamos, exactamente? se cuentan tantas cosas…]
  • Conscientes de la existencia de «manzanas podridas» en el Ministerio de Fomento, se resolvió el problema aireando su presencia a los cuatro vientos, incluyendo también en el lote a los funcionarios honrados (no hay noticias al respecto pero se sospecha que no dijeron nada para que no les prohibieran también cenar… se cree que en 2014 Fomento tenía los funcionarios más delgados del estado).
  • Tras reconocer que había un problema con los pliegos, la transparencia, las bajas, los modificados, los complementarios y todo el sistema de adjudicaciones, en general… se aprobó un código ético (se sospecha que fue entonces cuando empezaron a llamarlo «Ministerio ¿Dónde vas? Manzanas traigo«).
  • Estudiadas todas las alternativas para levantar el país, se optó por bajar el nivel del mar… ganando kilómetros de playa y una autopista a Mallorca -de peaje, por supuesto- (se cree que la facilidad para escapar a pie fue una de las causas del éxodo masivo de españoles solicitando la nacionalidad marroquí, a mediados del siglo XXI).

Señora Ministra, el sistema actual no es perfecto. Las ingenierías se quejan, la contrata se queja y el Ministerio de Fomento se queja. Podrían estar todos equivocados, cierto es, pero algo falla cuando una obra termina costando 18 veces lo presupuestado. Si de verdad quiere arreglar esta situación, después de aprobar el código ético (la ética nunca está de más) exija responsabilidades, simplemente eso, responsabilidades… y, por favor, no insulte a los funcionarios honrados, tienen todavía más ganas que usted de limpiar su nombre. Incluso Hammurabi concedía el beneficio de la duda castigando sólo a los malos constructores, no castigue a todos sus funcionarios por igual con este tipo de declaraciones… podría conseguir justo el efecto contrario.

Para ampliar la información, recomiendo leer los comentarios de la noticia en Cinco Días, pulsando en la imagen se accede a la noticia: 

El Ministerio de Fomento no quiere que sus funcionarios coman con constructores


¿Qué imagen tiene la Ingeniería Civil para la sociedad? Reflexionemos…

El pasado mes de febrero se celebró en Valencia el VI Congreso Nacional de la Ingeniería Civil. Cabría preguntarse si un congreso tan genérico puede representar a todo un sector pero, disquisiciones estadísticas aparte, lo cierto es que el evento prometía, por lo menos los dos primeros párrafos de la presentación del congreso (las negritas son originales del texto):

La globalización, la convergencia de las organizaciones españolas con las europeas, la defensa de la competitividad y la crisis económica son algunas de las causas determinantes de los profundos cambios actuales en nuestra sociedad. El principal objetivo de este Congreso es encontrar respuestas que adapten nuestra profesión a dichos cambios, para así mejorar la formación de nuestros profesionales desde la docencia a la investigación, conseguir un aumento del empleo en el sector y, en general, definir la ingeniería que se va a necesitar.

También es muy necesario que en este Congreso reflexionemos sobre la imagen que la sociedad tiene de nuestro sector y de nuestra labor profesional. Para ello convocamos también a medios de comunicación, representantes de los ciudadanos, usuarios de infraestructuras, etc., y, en general, a todos los interesados en que la ingeniería civil preste un mejor servicio a la sociedad.

(el resto se puede leer aquí, pdf – 744 kB)

La preocupación está justificada. La Ingeniería Civil está al servicio de la sociedad, cierto, pero lo que no se conoce no se valora y, hoy por hoy, la Ingeniería Civil se sitúa -como en el chiste-, a medio camino entre la ignorancia y la indiferencia, basta echarle un vistazo al dossier de prensa (pdf – 21 MB) para comprobarlo, porque algunos no saben ni cómo se llama la carrera.

En cualquier caso, no parece que sea un tema muy urgente, después de todo, porque una vez acabado el congreso, en el decálogo de conclusiones (pdf – 545 KB) no hay ni una sola mención a la imagen de la profesión.

No, no se trata de un error, vuelve a leer la presentación y lo comprobarás, dice “También es muy necesario que en este Congreso reflexionemos sobre la imagen que la sociedad tiene de nuestro sector y de nuestra labor profesional”, pero nada más, sólo reflexionar.