La penetración dinámica DPSH, cuando la esbeltez es el problema

Si digo que voy a escribir sobre una pieza recta y esbelta sometida a una carga axial de compresión más de uno pensará en el pandeo de soportes verticales pero podéis estar tranquilos, no voy a hablar de Euler, cargas críticas y longitudes de pandeo (quizá otro día), sino de la penetración dinámica superpesada DPSH.

Pues si, en lo que respecta a la geotecnia ese «presunto» pandeo se convierte muchas veces en un «desvío» del equipo, y si ya hace un tiempo puse por aquí un pilote metálico hincado que se desviaba y emergía de las profundidades -cual tiburón hambriento- para atacar un coche (atención a la foto), esta vez es una penetración dinámica superpesada (alias DPSH) la que, golpe a golpe y varilla roscada a varilla roscada, incrementa tanto su esbeltez que termina desviándose hasta reconocer el terreno «de canto».

He aquí la reconstrucción de los hechos en laboratorio, al más puro estilo CSI, tras comprobarse la anormal deformación de las barras.

La fotografía me la envía un amigo de cuitas geotécnicas, experto donde los haya, que no quiere ver su nombre citado… lo cual me da pie a ponerlo por las nubes, ¿he dicho ya que es muy bueno?, pues me quedo corto, es muy muy bueno, quizá demasiado, para estos tiempos que corren…

Un detalle más, según la UNE-EN ISO 22476-2:2005 Ensayo de penetración dinámica, la máxima deflexión admitida en las barras (o varillas) del DPSH es del 0,2%, así que el ensayo no sería válido (si, ya lo sé, las normas sólo se citan, no se leen y mucho menos se acatan, pero para eso estoy yo, para descubriros esos pequeños detalles).


Ensayo SPT, ¿hasta rechazo o hasta rotura?

Cuando fijamos un clavo en la pared hay tres criterios (por lo menos) para dejar de dar golpes; atravesar la pared (a veces pasa); que todavía pueda entrar más pero ya esté bien sujeto; y que ya no se clave más por muchos golpes que le sigamos dando, bien, pues ese “deja-de-pegarle-que-ya-está-bien” es lo que se denomina “rechazo” en los ensayos de penetración.

Si de algo vamos sobrados en geotecnia es de ensayos de penetración, el más conocido es el ensayo SPT, pero los tenemos de todos los gustos y colores, CPT, CPTu, SCPT, SCPTu, RCPT, RCPTu, DPL, DPM, DPH, DPSH, Borro, Delft, Meurisse, de sonda lastrada, PANDA, DCP, Gouda, Becker, Begemann, Mackintosh, DPZ, HSC, etc… los hay antiguos y modernos, estáticos y dinámicos, mecánicos y eléctricos, sísmicos y resistivos, en presiones totales y en presiones efectivas, por punta y por fuste, con toma de muestras y sin toma de muestras, baratos y muy caros, normalizados y fuera de la ley, con conteo manual y conteo automatizado, útiles e inútiles, reales y falsos… vamos, por pedir, incluso los hay con cámara de vídeo incorporada, por no mencionar los pilotes hincados, ensayos de penetración a escala 1:1 en su mismidad.

Sobre la protección de las cabezas de los pilotes hincados ya escribí hace unos meses, al hablar de la Punta de Oslo, esta vez le toca al ensayo SPT, que también sufre sus particulares migrañas.

cabeza de tomamuestras de ensayo SPT abollada

Pues si, en el caso del ensayo SPT, la norma UNE 103-800-92 establece que el “rechazo” se produce en dos circunstancias, cuando el tomamuestras necesita más de 50 golpes para penetrar 15 cm en el terreno o cuando la suma de dos tramos alcanza los 50 golpes pero, claro, golpe a golpe y verso a verso, la cabeza del SPT termina deformándose… falseando al alza los resultados del ensayo, cual puntaza miope.

cabeza de tomamuestras de ensayo SPT abollada