«Mecánica de Rocas Aplicada a la Minería Metálica Subterránea»

El libro que presento hoy lleva por título «Mecánica de rocas aplicada a la minería metálica subterránea» y, al igual que ya pasó con el Manual de Taludes, cambia entre ediciones, si el Manual de Taludes cambió de nombre (conservando el ISBN), este modificó su formato, eliminó un par de temas y, lo más curioso, cambió de autores.

Mecánica de Rocas Aplicada a la Minería Metálica Subterránea

Como su nombre indica, trata de mecánica de rocas y de minería metálica subterránea (más o menos al 50%), a lo largo de más de 300 páginas. Es un libro muy recomendable, con temas muy bien explicados (el de los criterios de rotura, por ejemplo) aunque en otros esté algo desfasado ya, como el de la clasificación geomecánica Q de Barton, más que nada porque el libro es de 1991 y Barton revisó su método casi por completo en 2002, en un completo artículo del International Journal of Rock Mechanics and Mining Sciences que figura entre los 10 más citados de dicha revista (en el momento de escribir esta entrada, septiembre de 2009).

El «Mecánica de rocas aplicada a la minería metálica subterránea» me costó lo mismo que el Manual de Taludes, 3.120 ptas (18,75 €). Su precio actual en el catálogo de publicaciones del IGME de 2009 (pdf) es de 12,50 €, mientras que el Manual de taludes vale 30 €… no tengo muy claro qué baremo usan para determinar los precios, la verdad.

La versión que dejo aquí no es exactamente la misma que hay en la web del IGME, he corregido un par de páginas que se habían ido de sitio durante el proceso de escaneado.

Mecánica de Rocas Aplicada a la Minería Metálica Subterránea

Mecánica de rocas aplicada a la minería metálica subterránea [pdf – 24 MB]

 

Por cierto, en el libro no queda muy claro de qué año es la Clasificación Geomecánica de Protodyakonov. Hace unos años hice un «estado del arte» de las clasificaciones geomecánicas y pude comprobar que es de principios del siglo XX, pero muchos textos (como este manual) la fechan en 1962, seguramente porque las fuentes originales están en ruso y son difíciles de encontrar. En fin, si alguien lo sabe le agradecería que me lo dijera.

La torre inclinada de la Oude Kerk de Delft, Holanda

Tener experiencia en suelos blandos no te libra de tener una torre inclinada. En Delft, la cuna del penetrómetro holandés y el PLAXIS también tienen una, la torre inclinada de la Oude Kerk.


La Oude Kerk (iglesia vieja) de Delft se empezó a construir en 1246 aprovechando los cimientos de otra iglesia anterior (como tantas otras), y no ha parado de modificarse desde entonces, incluso ha cambiado de santo, dedicada en un principio a San Bartolomé, en 1396 lo cambió por San Hipólito.


La torre tiene 75 metros de altura y 1,96 metros de desplazamiento horizontal máximo. Es posterior a la iglesia, se construyó entre 1325 y 1350, y como no había suficiente espacio entre la iglesia y el canal, se tuvo que desviar éste, quedando así parte de la cimentación sobre el terreno natural, más competente, y parte sobre el relleno del canal, más deformable.

Se empezó a inclinar ya durante su construcción pero, aún así, durante 150 años fue el punto más alto de la ciudad.

En 1843, el Consejo de la Ciudad, preocupado, propuso derribar la parte superior para evitar su desplome, y aunque finalmente la decisión no se llevó a cabo, en 1900 (más o menos), se aceptó reconstruir las cuatro torres angulares, a plomo, corrigiendo un poco la inclinación, al menos visualmente, como se hizo en Pisa. La última restauración de la torre es de 1995.


Hay unas 400 personalidades enterradas en esta iglesia, entre las que destaca Anton van Leeuwenhoek (1723), el inventor del microscopio.

Como curiosidad, decir que una de sus dos campanas, la de la Trinidad (Bourdon), de 1570, con 2,30 metros de diámetro y casi nueve toneladas de peso, sólo se voltea en situaciones excepcionales, ya que la torre no es capaz de soportar las vibraciones (tiene ya algunas grietas importantes), a partir de cierto peso los efectos dinámicos debidos al volteo de campanas no son despreciables, precisamente.

Fuente: Wikipedia y Flickr (Ettubrute, adam lane, bmf9q12)


Nueva edición del «Basics of Foundation Design» de Bengt Fellenius

(Post actualizado con la versión de abril de 2015)

Tenemos nueva versión del «Red Book Basics of Foundation Design», de Bengt H. Fellenius, rebautizado desde hace ya algunos años como «Basics of Foundation Design».

Basics of Foundation Design - Bengt Fellenius

Hay bastantes cambios. En esta edición el libro tiene 433 páginas, unas 40 más que en la anterior. El capítulo que más se ha actualizado es el dedicado al ensayo CPT, una asignatura pendiente por estos lares, en los que sacas a la gente del SPT y se pone muy nerviosa. Evidentemente el CPT es más caro, no hace falta que me lo cuenten, lo he sufrido, pero en determinados suelos no se puede hacer otra cosa, es lo que hay.

Basics of Foundation Design - Bengt Fellenius

 

Si alguien se está preguntando si Bengt Fellenius tiene alguna relación con Wolmar Fellenius, el del famoso «método sueco» de cálculo de estabilidad de taludes, de 1920, le puedo contestar que si, es su nieto (dejó Suecia y se fue a «hacer las Américas»).

Bengt Fellenius & Wolmar Fellenius

Por cierto, si alguna vez has dudado del concepto de «profundidad crítica» en la resistencia por fuste de pilotes en suelos granulares, el también llamado «efecto Kerisel», no eres el único, Fellenius, junto a Kulhawi o Vesic, es de esos que piensan que no existe tal efecto, y que todo es culpa del aparato de medida (aunque tampoco terminan de aclararse entre ellos, tienen ideas muy distintas).

¿Es correcto seguir usando el SPT?

El ensayo de penetración estándar o SPT (Standard Penetration Test) es el ensayo de penetración dinámica más usado en todo el mundo, y también el más antiguo, porque el modelo que usamos ahora es de 1927, pero las primeras versiones datan de 1902, nada menos.

Normalmente, si algo se mantiene durante tanto tiempo es, o bien porque su exactitud no ha sido superada, que no es el caso, o porque es barato y fácil de hacer, que sí es el caso.

El SPT tiene muchos defectos, la muestra está alterada, sólo sirve para hacer granulometrías, humedades y límites, los golpeos no son válidos en materiales cohesivos y cabe preguntarse hasta qué punto cumple con las normativas modernas.

En su defensa, hay que reconocer que tiene tras de sí un bagaje de muchos años, lo que se traduce en mucha información disponible, por no hablar de las famosas correlaciones del SPT, busques lo que busques, por raro que sea, alguien habrá obtenido una correlación con el SPT.

¿Qué lo mantiene en vigor?

  • El precio (a 15 euros lo he llegado a ver, últimamente)
  • Su facilidad de ejecución (cualquiera puede hacerlo)
  • La «conveniente» alteración de la muestra (es genial, no hay manera de saber si el ensayo se ha hecho bien o mal… ni tan siquiera si se ha hecho o se ha «inventado»)
  • Y, como no, el número de golpes, un valor de resistencia tan inmediato, que ya no requiere más cálculos, cualquiera puede interpretarlo, hasta el sondista.

Ese es justamente el problema del SPT, su versatilidad, si ya sirve para todo, ¿para qué hacer más ensayos?, ¿qué más da que no sea exacto?

¿Se puede hallar la tensión admisible del terreno a partir del ensayo de placa de carga?

Es muy habitual pensar que en obra civil se hace más y mejor geotecnia que en edificación, lo cual no siempre es cierto. Como ocurre en todas partes, se abusa mucho de las prisas de última hora.

Pongámonos en situación, estructura de hormigón, con cargas muy concentradas, y algo denominado «estudio geotécnico» (sic) que, con un par de catas de apenas 0,90 m de profundidad recomienda 400 kN/m².

A punto de hormigonar, un desconfiado Director de Obra no lo ve claro y propone hacer dos placas de carga sobre la solera y ver si aquello es viable o no.

[Si, ya lo sé, el ensayo es «carga con placa», pero todo el mundo lo llama «placa de carga»]


El ensayo de placa de carga es lento y necesita un camión como contrapeso, (mejor tenerlo en cuenta, que en algunos sitios no cabe) pero es fácil de hacer y proporciona datos reales, sin ensayos posteriores ni correlaciones intermedias, y eso siempre es bueno.

¿Se puede hallar la tensión admisible del terreno a partir del ensayo de placa de carga?

Si, pero no directamente.

El asiento elástico de un cimiento circular rígido depende de los parámetros elásticos del terreno (E y v) y de la tensión aplicada. Con la placa de carga se tiene el problema contrario, se conocen la tensión aplicada y el asiento producido, y las incógnitas son E y v.

Al tratarse de un ensayo tensión-deformación a escala reducida (menor que la cimentación definitiva) sobre el mismo suelo, proporcionará los parámetros de comportamiento del terreno real, pero con las limitaciones del modelo reducido.

A partir de esos parámetros se podrá hallar la tensión admisible, siempre y cuando se tengan en cuenta ciertos condicionantes.

1º) ¿Qué valor de v es correcto tomar?

Depende del terreno, aunque 0,25 es un buen punto de partida.

2º) ¿Qué módulo de deformación E obtenemos?, ¿edométrico, sin drenaje, uniaxial, real?

En principio, el real, aunque dependiendo del suelo, podría ser sin drenaje.

3º) ¿Qué espesor de terreno se ensaya?

Unas tres veces el diámetro, no más.

4º) El asiento elástico ¿qué porcentaje representa respecto del total?

Depende del terreno, hay que estudiarlo para cada caso, pero por suerte existe bibliografía sobre el tema.

5º) ¿Qué norma tomar, la antigua UNE 7391-75, la NLT 357-98 o la moderna UNE 103808-06?

Pues como se suele decir, «para gustos, colores», pero con una estructura que transmite cargas estáticas, prefiero la UNE 7391-75, con una carga más pausada.

6º) ¿Cómo podemos saber si el ensayo es fiable?

Estudiando cómo varía el módulo de elasticidad E durante el proceso de carga. Si el terreno se comporta de modo elástico, el valor de E debe mantenerse más o menos constante durante la carga, verificando también que el terreno mantiene sus propiedades en profundidad (la escasa profundidad que cubre este ensayo, claro).

7º) ¿Qué pasa con el terreno por debajo, el que no se ha ensayado?

Dependerá del tamaño real de la cimentación, la distribución de tensiones en profundidad se puede calcular sin problemas, así que sólo hace falta estudiar, para las dimensiones reales, qué porcentaje de la tensión se concentra en el espesor que hemos ensayado y comprobar hasta qué punto son válidos los resultados.

8º) ¿Qué se hace con el módulo de balasto?

En este caso, nada, era una cimentación rígida, el módulo de balasto no intervenía en los cálculos estructurales, ya trataré el tema más adelante.

geotecnia, ensayo de placa de carga

Como se puede ver, en el primer escalón de carga, el inicial, el terreno se reajustó y cedió un poco pero luego se estabilizó, obteniéndose en ambas placas módulos muy constantes, pero también muy distintos, del orden de cuatro veces.

Calculados de nuevo los asientos diferenciales con estos dos valores de E, no se pudo mantener la recomendación de 400 kN/m², tuvo que bajarse a 230 kN/m², como ya he dicho, eran cargas muy concentradas.

9º) ¿Cuánto ha costado recalcularlo todo de nuevo y el consiguiente retraso?

Mucho más de lo que hubiera costado hacer un buen informe geotécnico desde el principio… eso si, como lo han vendido bien y le han echado la culpa al terreno, todavía lo cobrarán por algún otro lado, que la contrata siempre gana, incluso cuando pierde.

10º) ¿Por qué el ensayo no llega a 400 kN/m², que era la tensión recomendada?

Ni idea, yo también me lo pregunto.

y 11º) ¿Se ha exigido alguna explicación a los redactores del estudio inicial?

Para variar, no.