Está alborotado el gallinero estos días porque el último borrador de la Ley de Servicios Profesionales del Ministerio de Economía [pdf, 63 KB] califica a las distintas ramas de la ingeniería española de “anomalías” dentro del contexto europeo y aboga por su eliminación para acometer “una nueva regulación de las atribuciones de ingeniería” que permita a cualquier ingeniero disponer de habilitación “para cualquier actividad profesional de las que ahora están reservadas a los ingenieros en sus distintas ramas y especialidades”.
El alboroto está justificado, a nadie le gusta que le llamen “anomalía”, pero es que el borrador tampoco tiene desperdicio, especialmente el Apartado IV.4 “Reforma de la ingeniería”, que llega a decir que “la segmentación agrava el problema de la falta de titulados en ingeniería” (¿faltan?, ¡¡ pero si exportamos !!), aunque el Apartado V tampoco se queda atrás, con frases como “Esta reforma es compatible con los títulos universitarios actuales, ya que no se refiere al ámbito académico, sino al de las atribuciones profesionales […]”
Lo complicado del tema es que el Ministerio de Economía quiere podar las ramas de las ingenierías sin tocar las titulaciones, competencia del Ministerio de Educación, y eso le obliga a escribir frases como la anterior. Dice el borrador que la reforma de atribuciones profesionales no se refiere a los títulos académicos, pero resulta que son los títulos académicos los que permiten tener esas atribuciones profesionales. ¿Cómo lo arregla entonces?, muy fácil, eliminando las atribuciones por titulación con la rebuscada excusa de que todas las ingenierías “tienen un núcleo común de conocimiento suficiente”, es decir, que a igualdad de atribuciones profesionales, el borrador deja la puerta abierta a… estudiar la carrera más fácil y asequible, ni más ni menos que eso.
¿Qué falla en el sistema actual?
El sistema actual de “reservas profesionales” no es bueno ni malo, simplemente está anticuado (algo que también dice el borrador). Hoy por hoy, sólo se tienen competencias en aquello que ha sido examinado (y aprobado) en estudios oficiales. Podemos hacer cursos y tener mucha experiencia profesional, pero a la hora de demostrarlo, opositar a un puesto o firmar un proyecto, se necesita un título “oficial” que lo certifique, una firma “oficial” que lo garantice y un organismo “oficial” que se haga responsable de ello, lo cual lleva a una situación “oficial” absurda, que no sirve de nada estar al día porque no se puede demostrar.
¿Qué pretende el Ministerio de Economía?
Pues no lo tengo muy claro todavía. En ausencia de títulos “oficiales”, alguien tiene que asumir la responsabilidad de comprobar y valorar si la formación continua y la experiencia profesional mencionadas antes son reales o imaginarias, y las Compañías de Seguros tienen casi todos los boletos para encargarse de hacerlo, porque una vez dejen de ser obligatorios los Colegios Profesionales vamos a depender del Seguro de Responsabilidad Civil para poder trabajar.
De todos modos el borrador no dice nada al respecto así que tendremos que esperar y ver qué dice la ley definitiva.
¿Es un cambio a mejor?
El planteamiento es positivo, no se puede seguir con un sistema que no valora la formación continua, lo que ya no es tan positivo es la forma de hacerlo, porque tampoco es normal que, de un día para otro, se unifiquen todas las atribuciones y los que se han molestado en aprender y estudiar vean tirado por tierra todo ese esfuerzo, y eso lo digo con dos titulaciones y medio doctorado a mis espaldas.
Estamos hablando de un borrador, por supuesto, pero ¿no se pueden coordinar mejor el Ministerio de Economía y el de Educación?, ¿qué sentido tiene mantener tantas titulaciones entonces?, ¿se podrá ejercer nada más salir, como ahora o se impondrá un periodo de prácticas?, ¿qué criterio se va a usar en las oposiciones a partir de ahora?, ¿y en los organismos públicos?, ¿bajo qué baremos?, ¿qué va a exigir el Ministerio de Fomento en sus proyectos?, ¿y el ADIF?, ¿qué titulación debe tener un Director de Obra?, ¿es este borrador, simplemente, un pulso a los Colegios Profesionales…?
Más información:
– Cinco Días – El Gobierno eliminará las especialidades de ingeniería.
– Borrador 15-12-2010 de la Ley de Servicios Profesionales del Ministerio de Economía [pdf, 63 KB]
Es mucho pedir que dos ministerios se coordinen. Bastante sería que no se pisaran competencias: Que el ministerio de economía entre a valorar que hay un núcleo común de conocimientos suficiente, es entrometerse en lo que debería valorar el ministerio de educación. Si aceptamos éso como cierto, llevamos una eternidad haciendo el tonto: Cualquier ingeniero de caminos puede dedicarse a diseñar aviones; Son como los puentes, pero más ligeros…
Sería muy positivo que entrase en juego el concepto de formación continua, que permitiese irse abriendo las puertas de los campos profesionales demostrando experiencia. Pero no se puede partir de hacer tabla rasa, y decir que todos pueden hacer de todo.
Más crudo lo tenemos los arquitectos, que por extraños piques históricos no somos ingenieros, pero tampoco somos muy diferentes. Bueno, sí, algunos no tienen nada de ingeniero.
“Saben aquell que diu”
Un hombre recibe una carta de su hospital con los resultados de unos análisis que concluyen que debe cortarse las dos piernas.
Va al hospital y le cortan una.
Cuando vuelve a casa, está todo contento, y su mujer le pregunta que porqué y el responde.
“lo de la Ley de servicios profesionales no era tan grave como parecía”
Señores preparémonos para aprender a caminar con una pierna.
Próxima estación, Que pasa con los colegios profesionales????
Visitad mi blog hablo de los colegios
GEOJUANJO: Cimentaciones, Geotecnia y otros vicios: Crisis al cubo para los colegios profesionales
Un recuerdo para Eugenio
http://www.youtube.com/watch?v=2iSYuokUZGY&feature=related
Pablo, seguramente se tendrán que alejar mucho.
te inserto una entrada de mi blog que enlaza con esta tuya.
GEOJUANJO: Cimentaciones, Geotecnia y otros vicios: Vente a Alemania Pepe
UN SALUDO