El enfrentamiento entre los Colegios Profesionales y el gobierno con motivo de la famosa Ley Ómnibus y su liberalización de servicios no es nuevo. En 2008, la Comisión Nacional de la Competencia instaba a acabar con la colegiación obligatoria, hace unos días el Presidente del Gobierno volvía a sacar el tema afirmando que los Colegios Profesionales son “instituciones laborales con rigidez crónica” y, justamente ayer, volvíamos a tener noticias al respecto, por dos vías distintas, además:
- Por un lado, Ramón Jáuregui, el ministro de la Presidencia, diciendo que el gobierno se estaría planteando suprimir «algunos» colegios profesionales. No dijo cuáles pero si cuándo, en próximas semanas, y lo hizo con un ejemplo poco meditado, que “en un periódico no sólo escriben periodistas titulados” (sic), y una frase lapidaria, “las reformas de hoy son el futuro de mañana” (sólo le faltó decir aquello de los polvos y los lodos).
- Y Por otro lado, la Comisión Nacional de la Competencia, con una oportuna nota de prensa sobre la incoación de un expediente sancionador contra los colegios de arquitectos, arquitectos técnicos y peritos e ingenieros técnicos industriales por vulneración de la competencia.
No tengo nada en contra del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (vale, la agenda que regalan me parece de chiste, pero ese es otro tema). Como profesional autónomo me gusta visar mis trabajos para contar con la protección del seguro y he de admitir que nunca he tenido el menor problema para hacerlo, al contrario, todo han sido facilidades.
El problema es otro, el problema es que el porcentaje de colegiados que visamos algo es ínfimo. Para el resto de colegiados, la gran mayoría, los que trabajan por cuenta ajena y no firman ni visan nada, el Colegio es sólo un gasto más y estarían encantados de quitárselo de encima, mientras que para los que trabajamos como autónomos, el visado es un Seguro de Responsabilidad Civil que, sin el colegio, no podríamos permitirnos.
¿Qué pasará si eliminan los colegios?
Nada, no pasará nada, absolutamente nada, mientras no toquen el fútbol en este país no pasará nada de nada… pero sin el respaldo legal del colegio se abre la veda para denunciar al ingeniero/arquitecto/lo-que-sea por cualquier cosa… y convendría que lo tuviéramos en cuenta, porque manejamos conceptos como «riesgo», «tolerancia», «periodo de retorno» y «factor de seguridad», y son conceptos que no siempre se entienden bien, fuera del sector.