Licuefacción de suelos en Makuhari, Japón

Gracias a En Morrenas descubro este interesante vídeo en el que se puede ver una licuefacción de suelos “en vivo y en directo”, narrada con una tranquilidad que llama la atención, teniendo en cuenta las imágenes.

Buscando más información he encontrado esta esta página en la que el autor comenta que estaba tranquilo porque no sabía muy bien qué ocurría ni, por supuesto, lo que estaba pasando más al norte. El vídeo está grabado en un parque de Makuhari (aquí en Google Maps), una zona muy próxima a la bahía de Tokio ganada al mar mediante rellenos hace unos 25 años, vamos, que todo encaja.

 
 

Terremoto en Christchurch, Nueva Zelanda

El terremoto del 3 de septiembre pasado en Christchurch, en la isla sur de Nueva Zelanda, ha pasado sin pena ni gloria por los informativos, pese a haber alcanzado una magnitud de 7,2 Mw (escala de magnitud de momento o MMS).

Nueva Zelanda es un país peculiar, tiene una intensa actividad sísmica pero también una gran tradición de construcción con madera y adobe (casi el 90% de las viviendas residenciales), por lo que cuenta con normativa de construcción antisísmica desde hace años, normativa que parece haber funcionado, ya que no ha habido víctimas mortales.

Por desgracia, los informativos consiguen más audiencia si hay imágenes «morbosas»… ergo, no ha sido un terremoto tan ”mediático» como otros.

Una fotografía de Rob Griffith para Associated Press, vista en Photos of the Day
Los primeros estudios se han centrado en averiguar por qué los movimientos observados en superficie no se corresponden con las fallas conocidas, más que nada porque eso indicaría que la estructura de la zona es todavía más compleja de lo que se pensaba. Como han dicho: «hasta el sábado pasado nada hacía pensar que hubiera una falla activa justo ahí«.
Una de las cosas que más me ha sorprendido cuando buscaba información ha sido esta interesante vista aérea a lo largo de 22 km de fracturas, con desplazamientos horizontales de 4 metros y saltos verticales de hasta 1,50 metros, todo ello en calidad 1080p:

Y así ha quedado la ciudad más afectada, Christchurch, a 30 km del epicentro (70 km según otras fuentes):

Más información:

CNN

New Zeland Herald.

El País

Galería fotográfica en El País

Ingeniería Sísmica, la Shaking Table de la UCSD

En el Art. 3.6.2.3.2 de la Norma de Construcción Sismorresistente para Edificación NCSE-02, al hablar de osciladores, modos de vibración y amortiguamiento, se establece que las características de la construcción deben determinarse «por alguno de los siguientes procedimientos, por orden de preferencia:

  • Ensayos sobre construcciones de características iguales o semejantes a las que se considera.
  • Ensayos sobre modelos de la construcción considerada.
  • Procedimientos teóricos de la mecánica y la elasticidad.
  • Fórmulas aproximadas o empíricas, […]».

Evidentemente, esa debería ser la secuencia a seguir en casi cualquier disciplina, «Realidad → Modelo → Teoría → Empirismo» pero, lamentablemente, no es el caso de la geotecnia, en la que el empirismo prima sobre la realidad hasta tal punto que podría decirse aquello de «nunca dejes que un mal terreno te estropee una buena correlación«.

Al final, ser más o menos estricto depende de las condiciones sísmicas de la zona, por supuesto, pero hay que reconocer que tener una «mesa vibratoria» como la del vídeo, en la que poder «marear» la construcción hasta su colapso, y comprobar así cómo y cuánto aguanta en realidad… es todo un lujo.

 

Es la «shaking table» de la Universidad de California en San Diego, mide 12,20 m x 7,60 m, y es la segunda mayor del mundo, detrás de la impresionante E-Defence de Japón, de 20 x 15 m² (aquí tienes un «listado de las «shaking table» que hay por el mundo, vía Wikipedia).

Recomiendo ver el vídeo en calidad máxima, a 720p, y comprobar cómo fallan los paños de ladrillo (min. 1:18) y aparecen las grietas de tracción en diagonal (min. 0:58 y 1:55), por no hablar del movimiento de los pilares.


Leonardo Zeevaert Wiechers, 1914-2010

No es habitual conocer al ingeniero de una obra, lo normal es conocer al arquitecto de prestigio que se lleva el mérito, en algunos casos de forma tan «inadecuada» que incluso tiene que pedir disculpas públicamente, como le ocurrió a Sir Norman Foster al «apropiarse» de la autoría del viaducto de Milleau, del ingeniero francés Michel Virlogeux.

En el ámbito de la geotecnia, el nombre de Leonardo Zeevaert, fallecido ayer martes (16-feb-2010) a los 95 años de edad, está unido a una cimentación, la de la Torre Latinoamericana de ciudad de México, un rascacielos de 183 metros de altura sobre un pésimo terreno y en zona sísmica… todo un reto que Zeevaert supo resolver mediante pilotes flotantes y que lleva ya más de 50 años en pie, superando durante este tiempo movimientos sísmicos de hasta 8,1 grados (escala Richter) en el terremoto de septiembre de 1985.

Torre Latinoamericana, de Leonardo Zeevaert

Leonardo Zeevaert Wiechers estudió Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma de México, posteriormente amplió su formación cursando estudios de posgrado en el MIT, con Donald Taylor y, ya más tarde, con Karl Terzaghi. Fue el primer profesor de Mecánica de Suelos e Ingeniería de Cimentaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, fundador y primer presidente de la Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos (entre 1954 y 1968) y vicepresidente de la Sociedad Internacional de Mecánica de Suelos entre 1961 y 1965. Desde 1986 era profesor emérito en la UNAM.

Como decía en una entrevista del año 2005“Algunos jóvenes estudiosos no saben lo que cuesta, en tiempo y esfuerzo, perfeccionarse en la práctica profesional. Yo les digo que a mis noventa años de una vida de estudio y dedicación, todavía no puedo decir que domino la materia a la perfección”.

Más información:

Leonardo Zeevaert (wikipedia)

La Torre Latinoamericana (wikipedia)

EJGE Hall of Fame of Geotechnical Engineers (en español)

La Torre Latinoamericana, construcción y comportamiento

La Torre Latinoamericana, álbum de construcción

Como curiosidad, en la versión del 2008 de la película «The day the earth stood still» (traducida como «Ultimátum a la Tierra» o «El día que la tierra se detuvo», según países), la Torre Latinoamericana también recibe su preceptiva dosis de destrucción, tan habitual de este tipo de películas.