¿Es correcto seguir usando el SPT?

El ensayo de penetración estándar o SPT (Standard Penetration Test) es el ensayo de penetración dinámica más usado en todo el mundo, y también el más antiguo, porque el modelo que usamos ahora es de 1927, pero las primeras versiones datan de 1902, nada menos.

Normalmente, si algo se mantiene durante tanto tiempo es, o bien porque su exactitud no ha sido superada, que no es el caso, o porque es barato y fácil de hacer, que sí es el caso.

El SPT tiene muchos defectos, la muestra está alterada, sólo sirve para hacer granulometrías, humedades y límites, los golpeos no son válidos en materiales cohesivos y cabe preguntarse hasta qué punto cumple con las normativas modernas.

En su defensa, hay que reconocer que tiene tras de sí un bagaje de muchos años, lo que se traduce en mucha información disponible, por no hablar de las famosas correlaciones del SPT, busques lo que busques, por raro que sea, alguien habrá obtenido una correlación con el SPT.

¿Qué lo mantiene en vigor?

  • El precio (a 15 euros lo he llegado a ver, últimamente)
  • Su facilidad de ejecución (cualquiera puede hacerlo)
  • La «conveniente» alteración de la muestra (es genial, no hay manera de saber si el ensayo se ha hecho bien o mal… ni tan siquiera si se ha hecho o se ha «inventado»)
  • Y, como no, el número de golpes, un valor de resistencia tan inmediato, que ya no requiere más cálculos, cualquiera puede interpretarlo, hasta el sondista.

Ese es justamente el problema del SPT, su versatilidad, si ya sirve para todo, ¿para qué hacer más ensayos?, ¿qué más da que no sea exacto?

Manual de Taludes del Instituto Geológico y Minero de España (IGME)

Aprovechando que estoy calculando unos taludes estos días, añado al blog el Manual de Taludes del Instituto Tecnológico GeoMinero de España (ITGE), denominación que duró muy poco, de 1988 a 2000, año en que volvió a ser otra vez el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).

Manual de Taludes del Instituto Geológico y Minero de España (IGME)

Es la primera y única edición, la de 1987, titulada simplemente «Manual de Taludes«. En 1991 se hizo una primera reimpresión, con una nueva portada, de color verde (la de la imagen superior), y un nuevo título, «Manual de Ingeniería de Taludes«, y en 2006 una segunda reimpresión, pero esta vez sólo cambiaron la portada.

Durante el V Congreso de Taludes y Laderas Inestables de Madrid, en 2001, le pregunté a Francisco Ayala Carcedo (qepd), codirector del Manual y también del Congreso, por una posible 2ª edición y me dijo que él no estaba interesado, pero que había mucha gente del IGME que sí lo estaba así que, quién sabe, quizá algún día lleguemos a verla (estaría muy bien, es un libro muy recomendable).

Como me gusta saber lo que me han costado los libros (sobre todo si los he pagado yo), no suelo quitarles el precio, éste en concreto me costó 3.120 pesetas (18,75 euros) en 1997. En el catálogo de publicaciones del IGME de 2009 [pdf, 6 MB] vale 30 €, no está mal el aumento del IPC.

El documento que enlazo no es exactamente el mismo archivo pdf que está disponible en la página web del IGME, al escanearlo mezclaron algunas páginas, he corregido lo que he podido.

Manual de Taludes del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) Manual de Taludes / Manual de Ingeniería de Taludes [pdf – 28 MB]

Si lo quieres en versión impresa porque lo vas a manejar mucho, porque te gusta tener los libros encuadernados en papel, porque quieres regalarlo o, simplemente, porque no te gusta consultar documentos por pantalla, puedes comprarlo en el siguiente enlace afiliado:

Mentiras, malditas mentiras y estadísticas

No hay dos personas iguales, y justamente por eso la medicina recurre a la estadística para comprobar si un nuevo tratamiento consigue resultados, se lo dan a un número significativo de personas, descartan resultados (doble ciego y demás) y luego buscan tendencias (lo del Viagra fue una consecuencia no esperada, según cuentan).

Con los suelos pasa algo parecido, existen muchas teorías, muchas, pero sólo son válidas para los casos más extremos, las arcillas saturadas en régimen plástico y las arenas limpias, para el resto, los suelos reales, esos con los que trabajamos cada día, sólo hay meras indicaciones.

En estos casos, representar gráficamente los resultados es un buen método para detectar tendencias de comportamiento y delimitar el rango de validez de los parámetros, el problema es que en geotecnia, los libros están llenos de correlaciones y gráficas, pero pocos se molestan en indicar en qué tipo de suelos se hallaron esas correlaciones.

Las correlaciones del SPT para suelos arenosos, con algunas excepciones (granos muy angulosos, por ejemplo), dan valores similares, aunque el valor del SPT debe corregirse (hablaré de eso otro día).

Pero las correlaciones de suelos arcillosos con el SPT, bueno, con estas hay que tener cuidado, más vale informarse sobre el tipo de suelo de que se trata (granulometría, humedad, límites, Su, etc.) y ver si coincide con el que tenemos:

Recomiendo la lectura de este artículo [pdf] de la Revista de Obras Públicas de agosto de 1971, «Los penetrómetros, las arenas y sus correlaciones», se ha quedado antiguo en algunas cosas, pero sigue teniendo conclusiones muy válidas.

Los Cimientos en el Código Técnico de la Edificación

En febrero de 2007, por mediación de GEOSUPORT, tuve el placer de dar una charla para el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Valencia (CAATV) en el Palacio de Congresos.

El tema de las jornadas era, como no, el Código Técnico de la Edificación, a punto ya de entrar en vigor por aquellas fechas, y a mi me tocó presentar la parte de cimientos, con la que torturé a los asistentes (muchos, por cierto) durante más de una hora.

Dejo aquí la presentación de aquella charla por si a alguien le interesa pegarle un vistazo:

Los cimientos en el código técnico de la edificación

Los Cimientos en el nuevo Código Técnico de la Edificación (pdf – 2,68 MB)

Para los más curiosos, en una de las diapositivas, la de los anclajes al terreno, hay una fotografía de la excavación de El Corte Inglés de la Avenida de Francia, en Valencia, en la que se aprecia un edificio que, posteriormente, ha sufrido «ciertos daños».

Según unos, la culpa es del centro comercial, algo posterior, pero según otros, la culpa es del edificio (mejor dicho, su arquitecto) que no respetó lo que indicaba el informe geotécnico… cosas que pasan.