El ensayo de penetración estándar o SPT (Standard Penetration Test) es el ensayo de penetración dinámica más usado en todo el mundo, y también el más antiguo, porque el modelo que usamos ahora es de 1927, pero las primeras versiones datan de 1902, nada menos.
Normalmente, si algo se mantiene durante tanto tiempo es, o bien porque su exactitud no ha sido superada, que no es el caso, o porque es barato y fácil de hacer, que sí es el caso.
El SPT tiene muchos defectos, la muestra está alterada, sólo sirve para hacer granulometrías, humedades y límites, los golpeos no son válidos en materiales cohesivos y cabe preguntarse hasta qué punto cumple con las normativas modernas.
En su defensa, hay que reconocer que tiene tras de sí un bagaje de muchos años, lo que se traduce en mucha información disponible, por no hablar de las famosas correlaciones del SPT, busques lo que busques, por raro que sea, alguien habrá obtenido una correlación con el SPT.
¿Qué lo mantiene en vigor?
- El precio (a 15 euros lo he llegado a ver, últimamente)
- Su facilidad de ejecución (cualquiera puede hacerlo)
- La «conveniente» alteración de la muestra (es genial, no hay manera de saber si el ensayo se ha hecho bien o mal… ni tan siquiera si se ha hecho o se ha «inventado»)
- Y, como no, el número de golpes, un valor de resistencia tan inmediato, que ya no requiere más cálculos, cualquiera puede interpretarlo, hasta el sondista.
Ese es justamente el problema del SPT, su versatilidad, si ya sirve para todo, ¿para qué hacer más ensayos?, ¿qué más da que no sea exacto?