El pasado mes de febrero se celebró en Valencia el VI Congreso Nacional de la Ingeniería Civil. Cabría preguntarse si un congreso tan genérico puede representar a todo un sector pero, disquisiciones estadísticas aparte, lo cierto es que el evento prometía, por lo menos los dos primeros párrafos de la presentación del congreso (las negritas son originales del texto):
La globalización, la convergencia de las organizaciones españolas con las europeas, la defensa de la competitividad y la crisis económica son algunas de las causas determinantes de los profundos cambios actuales en nuestra sociedad. El principal objetivo de este Congreso es encontrar respuestas que adapten nuestra profesión a dichos cambios, para así mejorar la formación de nuestros profesionales desde la docencia a la investigación, conseguir un aumento del empleo en el sector y, en general, definir la ingeniería que se va a necesitar.
También es muy necesario que en este Congreso reflexionemos sobre la imagen que la sociedad tiene de nuestro sector y de nuestra labor profesional. Para ello convocamos también a medios de comunicación, representantes de los ciudadanos, usuarios de infraestructuras, etc., y, en general, a todos los interesados en que la ingeniería civil preste un mejor servicio a la sociedad.
(el resto se puede leer aquí, pdf – 744 kB)
La preocupación está justificada. La Ingeniería Civil está al servicio de la sociedad, cierto, pero lo que no se conoce no se valora y, hoy por hoy, la Ingeniería Civil se sitúa -como en el chiste-, a medio camino entre la ignorancia y la indiferencia, basta echarle un vistazo al dossier de prensa (pdf – 21 MB) para comprobarlo, porque algunos no saben ni cómo se llama la carrera.
En cualquier caso, no parece que sea un tema muy urgente, después de todo, porque una vez acabado el congreso, en el decálogo de conclusiones (pdf – 545 KB) no hay ni una sola mención a la imagen de la profesión.
No, no se trata de un error, vuelve a leer la presentación y lo comprobarás, dice “También es muy necesario que en este Congreso reflexionemos sobre la imagen que la sociedad tiene de nuestro sector y de nuestra labor profesional”, pero nada más, sólo reflexionar.