Últimas noticias sobre la homologación «Título 5-6 años → Máster» en Gestiona Infraestructuras

Tal y como se acordó el pasado mes de enero, Marta Serrano y Luis Andrés han estado esta mañana en «Gestiona Infraestructuras», el programa de radio on-line de Ramiro Aurín (@ramiroaurin), junto a Diego Jalón y José Luis González Vallvé, para presentar las últimas noticias sobre la homologación del título de 5-6 años con el máster, ya sabéis, eso que llamamos #soymastereuropeo y que tanto os estoy nombrando últimamente (para pesar de muchos, me temo).

El tema se trata a partir del minuto 15 (con un breve espacio de publicidad entre 30:50 y 34:10) y, como suele pasar, la conversación ha tocado muchos otros temas, como las Redes Sociales, Linkedin, la presencia en Google, los «créditos Bolonia» o la (escasa) respuesta de las empresas españolas hacia la iniciativa #soymastereuropeo y todo lo relacionado con Internet, en general… como todos sabemos.

Podéis escuchar el programa pulsando en el enlace inferior:

Marta Serrano y Luis Andrés en Gestiona Infraestructuras, 19-febrero-2013

Próxima cita en Gestiona Radio, antes de Semana Santa, para comentar el presunto borrador que deberíamos tener ya por esas fechas. Hasta entonces ya sabes que tienes todas las novedades en el blog #soymastereuropeo.

 

PD: Para los geotécnicos, hay un diálogo muy explícito en el instante 35:45, hablando sobre el coste de un kilómetro de AVE…


#soymastereuropeo – Buenas noticias sobre la homologación «Título de 5-6 años → Máster»

El pasado miércoles 13 de febrero hubo una reunión con el presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Juan Antonio Santamera, para conocer de primera mano las últimas noticias del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte sobre la homologación «Título de 5-6 años → Máster».

A dicha reunión asistieron Luis AndrésJuan Manuel de LázaroCarlos César ÁlvarezManuel de  Lucas y Marta Serrano, cinco nombres que ya debes conocer si has estado al tanto del tema, ya sea en Twitter, Linkedin o facebook, etiquetado con el hashtag #soymastereuropeo.

Como puntos más importantes de la reunión cabe destacar:

  • La Subdirección de Títulos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte trabaja ya en el borrador.
  • En principio, la homologación será directa para las carreras de (al menos) 5 años o más de 300 ECTS.
  • Aún no se sabe qué figura legal adoptará la resolución, ¿Real Decreto?, ¿Orden Ministerial?
  • Se estima que el primer borrador puede estar preparado en unas dos semanas.
  • Se pretende que la acreditación sea visible en el título, mediante un sello o una apostilla del Ministerio, evitando así tener que mostrar certificados adicionales.
  • La próxima reunión está prevista para finales de febrero.

Esto es sólo un resumen del post, tenéis toda la información (y mucho más) pulsando en la imagen inferior: 

#soymastereuropeo


Nueva ROM 2.0-11: Recomendaciones para el Proyecto y Ejecución en Obras de Atraque y Amarre

El pasado 17 de enero de 2013 la Ministra de Fomento presentó en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos el nuevo documento «ROM 2.0-11: Recomendaciones para el proyecto y ejecución en obras de atraque y amarre».

De paso, Ana Pastor aprovechó también para anunciar un convenio para “el desarrollo profesional en el exterior de los ingenieros de caminos”, cosa que suena muy bien pero que nadie sabe todavía en qué va a consistir, exactamente (y me apostaría algo a que nunca volveremos a saber del tema, que estas cosas quedan muy bien en prensa pero luego…).

ROM_2.0-11_Recomendaciones_Proyecto_y_Ejecucion_Obras_de_Atraque_y_Amarre

“El objetivo fundamental de una obra de atraque y amarre es proporcionar a los buques unas condiciones adecuadas y seguras para su permanencia en puerto y/o para que puedan desarrollarse las operaciones portuarias necesarias para las actividades de carga, estiba, desestiba, descarga y transbordo así como embarque y desembarque de pasajeros, vehículos y mercancías que permitan su transferencia entre buques o entre éstos y tierra u otros medios de transporte.”

Esta nueva edición anula las anteriores ROM 0.2-90 y 2.0-08 y se presenta en dos tomos. El Tomo I (148 páginas) engloba los capítulos más generales (tipos de obras de atraque y amarre, y dimensionamiento en planta y alzado) mientras que el voluminoso Tomo II (468 páginas) se dedica íntegramente a los “Estados y situaciones de proyecto”, manteniendo esa perspectiva probabilista tan peculiar de las recomendaciones que pronto deberíamos adoptar con los Eurocódigos.

Las Recomendaciones tienen un precio de 60 € (15 € + 45 €) pero Puertos del Estado permite su libre descarga desde la página web, lo cual es de agradecer.

Como ya pasó con las «Recomendaciones Geotécnicas para Obras Marítimas y Portuarias (ROM 0.5-05)» o la «Guía de Buenas Prácticas para la Ejecución de Obras Marítimas», los dos tomos del documento se distribuyen en varias partes (en 10 archivos pdf, concretamente). Como en anteriores ocasiones he preferido “agruparlo” en un único fichero, más “pesado” de manejar pero también más cómodo a la hora de buscar algo específico, en mi opinión (un simple CTRL+F y lo tienes todo localizado).

Dejo aquí el enlace al documento en un único fichero por si alguien lo quiere descargar, si prefieres la versión “en fascículos” puedes descargar los ficheros desde la página de Puertos del Estado.

Nueva ROM 2.0-11: Recomendaciones para el proyecto y ejecución en obras de atraque y amarre ROM 2.0-11: Recomendaciones para el Proyecto y Ejecución en Obras de Atraque y Amarre (pdf – 12,8 MB) 


Una Ley de Servicios Profesionales incompatible con el anonimato del ingeniero

El nuevo borrador de Ley de Servicios Profesionales sigue suscitando debates, especialmente entre los arquitectos. Diréis que les concedo mucha importancia, y diréis bien, por aquello de “las barbas del vecino” y porque durante muchos años se han sabido promocionar mejor que los ingenieros y eso es algo que conviene valorar. Y de valoraciones quería hablar yo, porque el otro día en uno de esos debates se dijo una cosa interesante: “tenemos que conseguir que la gente valore que su casa esté hecha por un arquitecto”.

He aquí un factor común entre sectores, el problema de la autoría ante el público, el problema de saber “quién ha hecho qué”.

No me refiero a obras o edificios famosos, hablo del día a día. ¿Sabemos el nombre del arquitecto que ha hecho nuestra casa? Alguien dirá que si, en poblaciones pequeñas o viviendas unifamiliares, pero a nivel urbanita no serán muchos. Hay arquitecto porque la ley obliga a ello, pero su presencia es tan desconocida como la de los ingenieros que han proyectado las carreteras, puentes, túneles y líneas de metro y ferrocarril que usamos todos los días, desconocida salvo para acordarnos de ellos cuando algo falla o no nos gusta.

Vivimos en un mundo bipolar: anonimato o fama; o no sabemos quién lo ha hecho o si lo sabemos y es muy famoso. Aquí no hay grises, sólo blancos y negros.

Guardaba este estudio de HISPALYT sobre “La calidad de la vivienda en España” (pdf – 2.766 KB) desde hace tiempo, por esta pregunta, precisamente: ¿Cuáles son los aspectos más valorados en una vivienda?

HISPALYT - Aspectos valorados en la vivienda

Dice el estudio:

Tanto el prestigio de la constructora como la reputación del arquitecto son los dos aspectos que menos contemplan los posibles compradores de una vivienda. Probablemente influye en ello el hecho de que, en numerosas ocasiones, ni siquiera se informe de estas cuestiones en las memorias de calidades de los edificios.

Es de 2007 y alguien podría decir que está desfasado, pero no lo creo, esta es la realidad y hoy sería incluso peor. Si tienes un solar bien situado, comunicado, soleado y tranquilo puedes construir lo que quieras, se va a vender, lo firme un arquitecto o lo firme un ingeniero, igual que nadie valora quién ha proyectado una carretera o un puente, lo usan sin preguntar, nos guste o no.

Con una Ley de Servicios Profesionales que permite a todos «hacer de todo» más nos vale espabilar. Los ingenieros queremos que se reconozca nuestra labor pero nos escondemos en algo tan anónimo como “el servicio a la sociedad” y dejamos que sean los políticos quienes decidan sobre lo que deberían ser cuestiones técnicas meditadas, estudiadas y razonadas, ¿qué tal si empezamos a presentarnos como profesionales responsables?, ¿se ha planteado algún Colegio Profesional una buena campaña de publicidad?, no sería mala idea, teniendo en cuenta la cantidad de ingenierías que hay…


«El Futuro de las Profesiones», para el CICCP lo importante es el visado

Crecen los enanos en el “Circo Mediático de las Noticias Asombrosas del Gobierno” (ríase usted del Cirque du Soleil, oiga). Esta vez el triple salto mortal de la pista central corre a cuenta del nuevo borrador (si, otro) de la Ley de Servicios Profesionales, que se atreve con la eliminación de las reservas de actividad para los arquitectos, lo dicho, un triple salto mortal… ¿sin red?, ya veremos, por ahora sólo es un borrador.

Curiosamente, unos días antes de conocerse el borrador el presidente del CICCP escribía sobre el tema en “Cinco Días” y ya dejaba caer la eliminación de las reservas de actividad, aunque parecía estar más preocupado por la pérdida del visado obligatorio. En cualquier caso, puestos a tener miedo, lo que de verdad asusta, y mucho, es esta frase:

“lo razonable es que el ejercicio profesional de las diferentes profesiones reguladas de ingeniería se fundamente en dicho marco”.

Atención al tema porque el “marco” al que se refiere es el plan Bolonia, si, el mismo marco que no ha sido capaz de homologar a los titulados de planes anteriores se pone ahora como ejemplo para regular el ejercicio profesional… Dios nos pille confesados si todo lo hacen igual de bien.

Señor Presidente, el cargo le permite hablar por los ICCP, pero eso no quiere decir que todos compartan su visión del asunto. Los ICCP estamos mucho más preocupados por el paro y la homologación del título #soymastereuropeo que por los visados de la Ley de Servicios Profesionales. Si tenemos que demostrar nuestra valía frente a otros titulados lo haremos, pero no juegue con nosotros…

 

EL FUTURO DE LAS PROFESIONES

La llamada Ley Ómnibus de 2009, transposición de una directiva europea de diciembre de 2006 relativa a los servicios en el mercado interior, fue un primer instrumento normativo para modificar y liberalizar el sector servicios y afectó de modo importante a las profesiones regladas, las ingenierías en particular. En concreto, introdujo 18 modificaciones a la Ley de Colegios Profesionales de 1974, preconstitucional por tanto, que había regulado hasta entonces el funcionamiento de dichas instituciones. Entre otras modificaciones, desaparecieron la colegiación obligatoria -que ya solo rige cuando así lo dispone una ley estatal-, la obligación del visado y la posibilidad de publicar baremos indicativos de precios de los diferentes servicios. El visado profesional quedó posteriormente regulado mediante el Real Decreto 1.000/2010, de 5 de agosto, que incluye la obligación del visado en la edificación y en ciertas obras relacionadas con explosivos y minería, pero no declara obligatorio el visado de ninguna obra pública, ni siquiera de aquellas de cuya solidez y estabilidad depende de forma muy obvia la seguridad de las personas.

En definitiva, se requiere certificación colegial para proyectar y construir un edificio de viviendas u oficinas pero no para diseñar y construir un puente o una presa. Aquella Ley Ómnibus disponía que en el plazo de un año se promulgaría una disposición también con rango de ley que determinase las profesiones para cuyo ejercicio sería obligatoria la colegiación. Y aunque circularon varios borradores del Gobierno anterior, aquella norma no llegó a promulgarse.

En septiembre pasado, el Gobierno aprobaba su plan estratégico de política económica, que habría de desarrollarse durante el primer semestre de 2013 y que incluía el envío al Parlamento de un proyecto de Ley de Servicios Profesionales encaminado a «fomentar la competencia en este segmento del sector servicios». El objetivo no es cuestionable, pero parece claro que hay que compatibilizarlo con otros designios tendentes a mantener la calidad de las prestaciones y de los servicios públicos a ellas vinculadas, y a preservar la buena salud y el elevado prestigio de nuestras empresas, en buena medida basado en la competencia irreprochable de los técnicos que trabajan en ellas.

Lógicamente, desconocemos los términos en que el Gobierno planteará su propuesta, pero algunas declaraciones todavía de carácter general y faltas de concreción han hecho cierto hincapié en la eliminación de la mayoría de las reservas de actividad, que se correspondían en el pasado con dominios de colegiación obligatoria. En este sentido, convendría prevenirse contra una excesiva desregulación de las profesiones técnicas, ya que, de un lado, es irreal asimilarlas entre sí como si fueran meras especialidades de una misma ingeniería -difícilmente las presas que proyecta el ingeniero de caminos podrán ser ejecutadas por el ingeniero naval, ni el buque que este construye podría quedar en manos de un ingeniero agrónomo-, y, de otro lado, la calidad de nuestros técnicos, que redunda en el ya mencionado e indudablemente reconocido prestigio internacional de nuestras empresas de ingeniería y de servicios, es consecuencia de la excelente preparación de nuestros ingenieros, clasificados por las especialidades que son usuales en la comunidad internacional.

En definitiva, y como ha manifestado la Unión Profesional de Colegios de Ingenieros, la regulación que finalmente se plantee de las ingenierías «no puede ser ajena a la reciente adaptación que se ha realizado en España de las titulaciones universitarias para su adecuación al Espacio Europeo de Educación Superior (Bolonia). Este nuevo marco (Real Decreto 1.393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales) ha definido con claridad qué títulos universitarios habilitan para el ejercicio de profesiones reguladas (con lo cual no existe problema para su identificación) y también ha establecido qué competencias se deben adquirir para ejercer determinadas profesiones. Por ello, lo razonable es que el ejercicio profesional de las diferentes profesiones reguladas de ingeniería se fundamente en dicho marco».

«Basta con un análisis de las diferentes órdenes que establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habilitan para el ejercicio de las diferentes profesiones de ingeniero (aeronáutico, minas, navales, caminos, canales y puertos, montes, industrial, telecomunicación y agrónomo) para percatarse de que el núcleo general de conocimientos académicos es sumamente específico en cada una de las ramas de ingeniería. De esta forma, parecería absurdo que alguien que haya obtenido los conocimientos que le habilitan para ejercer una concreta profesión regulada de ingeniero -naval, industrial, de montes, etc.- pudiera disponer de atribuciones profesionales sobre un área ajena a sus conocimientos».

En lo relativo al visado, el citado Real Decreto 1.000/2010, de 5 de agosto, establece en el artículo 2 el visado obligatorio en los proyectos de ejecución de edificación, certificados de final de obra de edificación, proyectos de demolición de edificaciones y otros casos singulares relacionados con explosivos y con la minería. De nuevo hay que decir que es un sinsentido garantizar la idoneidad de quien proyecta un edificio y no de quien construye un puente, pongamos por caso. A nuestro juicio, el real decreto debería revisarse íntegramente con más ecuanimidad.

Por último, no cabe desconocer que el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos mantiene un seguro de responsabilidad civil que protege a todos los colegiados. Tal garantía para la sociedad solo tiene sentido en un marco regulatorio de reserva de actividad y de colegiación obligatoria. La desaparición del seguro dejaría desvalida en la práctica a la sociedad civil.

En suma, los ingenieros de caminos creemos que una mayor competencia en los servicios ha de ser positiva para la economía, pero no de manera desordenada ni exacerbada, si no queremos que la competitividad mal entendida termine deteriorando la solvencia de las prestaciones. Por lo mismo, nada nos agradaría más que poder participar con nuestro asesoramiento en la elaboración de las normas que ha de conjugar la liberalización efectiva de la economía con la preservación de la calidad de nuestras actuaciones empresariales y de la profesionalidad de nuestros técnicos, cuyo acomodo intelectual y personal en el seno de los colegios ha demostrado ser una salvaguarda para la excelencia.

Juan Antonio Santamera Sánchez
Presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
Cinco Días, 14 de diciembre de 2012 (enlace)