¿Por qué he borrado más de la mitad del blog?

Como bloguero vuestro que soy, os debo una explicación…

Este sitio ha llegado a tener más de mil entradas (o posts, como quiera usted llamarlo) a lo largo de sus 18 años de vida, 11 como página web y 7 como blog.

He borrado más de la mitad.

¿Por qué?

La explicación corta, el socorrido TL;DR, es «Porque si, que para algo es mi blog».

La explicación larga, en mi línea, es muy larga, que para algo es mi blog. Y cual alcalde berlanguiano, «esa explicación que os debo, os la voy a pagar».

– Entradas caducadas

A finales de los 90 (me estoy haciendo mayor) esto era una simple página web en la que recopilaba enlaces sobre geotecnia y anunciaba los cursos de Servicios Técnicos de Mecánica de Rocas, STMR, impartidos por (Súper) Manuel Romana. Si, de ahí viene SMR, que no os engañen con lo de «Slope Mass Rating» 🙂

¡ Un abrazo, Don Manuel !

¿Por qué?, pues porque a) tener una página web era lo último, en aquel momento; b) STMR era la empresa que me daba de comer, también en aquel momento; y c) porque cuando le decías a alguien «en la página web tiene toda la información sobre el curso» podías sentir cómo se le hacía el culo gaseosa. Disfrutaban.

Cuando dejé de trabajar para STMR decidí continuar recopilando enlaces y anunciando cursos, y así he seguido hasta ahora. Demasiados años ya, toca descansar. Salvo el CEDEX, la SEMR, la UA y alguno que otro más, nadie me lo ha agradecido nunca, así que… tampoco creo que lo echen de menos, la verdad.

Resumiendo, que no tiene sentido conservar entradas que anuncian cursos impartidos hace años, así que las he borrado.

Alguien dirá ahora aquello de «bueno, pero así Google te indexa con palabras relacionadas con la geotecnia y te trae visitas y bla-bla-bla y el SEO y más bla-bla-bla».

Seguramente, pero prefiero que esas visitas no se topen con información caducada. Escribo para mi y para la gente, por ese orden. Es importante estar a buenas con Google, lo sé, pero tampoco hay que pasarse.

– Entradas que ya no funcionan

Que esté en Internet no quiere decir que esté ahí para siempre. Los servidores petan, las empresas quiebran, las páginas dejan de actualizarse, los usuarios borran sus vídeos, los enlaces dejan de funcionar, el pelo se termina cayendo (snif!) y un día algo deja de levantarse. Es ley de vida.

Conservo parte de lo que enlazo, pero no todo, sería imposible almacenarlo todo… y bien que lo lamento.

Igual que antes. No tiene sentido mantener entradas que no llevan a ningún sitio, así que las he borrado.

– Entradas «refundidas»

A menudo he publicado noticias más o menos actuales y días después alguna novedad para completar la información. Esas entradas han sido «refundidas» en una sola, ahorrando el tener que ir de un lado para otro.

Con el tiempo tengo pensado hacer lo mismo con las entradas dedicadas a la documentación, como las Geotechnical Engineering Circulars o la normativa técnica, pero eso ya no corre tanta prisa. Ya lo haré.

– Entradas con copyright

Muchas entradas constan de una simple fotografía que me ha servido para ilustrar algún concepto o noticia. Lo malo es que, de acuerdo a la ley, el copyright no permite hacer esas cosas, de hecho, ni siquiera permite enlazar a la página original (si, muy absurdo todo, ¿qué esperabais de nuestros políticos?).

Voy a conservar las mejores. Me queda la duda de qué hacer con el resto, ¿añadirlas a Pinterest, que lo tengo abandonado?, ¿hacer un Tumblr?, ¿enterrarlas…?

Me lo pensaré este verano, tomando un café, en Sarajevo, que es dónde mejor lo hacen (un día tengo que hablar del tema).

– Porque dejo WordPress y la migración es un auténtico peñazo

La verdadera razón de hacer limpieza. Dejo WordPress. Yo también. Estoy harto. Harto de actualizaciones constantes, de alertas de seguridad, de fallos de memoria, de modificar cosas cada vez que Google estornuda, de plug-ins para estadísticas, para compartir, para SEO, para caché y para guayo. Se acabó. Lo dejo.

WordPress es un fantástico gestor de contenidos, ahora mismo el mejor, pero no necesito tanto. Se ha convertido en un monstruo que permite hacer de todo, desde periódicos hasta tiendas on-line. Yo simplemente quiero una página web en la que soltar mi rollo. Punto.

Vuelvo al blog estático, a los orígenes. Eso si, modernizado, que han pasado muchos años y ahora hay opciones muy chulas (tantas que me ha costado decidirme, tres meses llevo haciendo pruebas).

Vuelvo a trabajar en local, con archivos de texto plano y en Markdown, todo muy minimalista. Llámalo «rollo hipster», llámalo «rollo zen», yo lo llamo «eliminar problemas».

Eso si, la migración un puto desastre. Me está tocando revisar TODAS las entradas una a una, y francamente, cuantas menos cosas tenga que reescribir, mucho mejor (vale, a esto lo podéis llamar «rollo vago»).

¿Para cuando el cambio?

Pues… calculo que llevo un 20% por ciento hecho así que… dos o tres años, por lo menos 🙂 Tranquilos, todavía publicaré unas cuantas entradas bajo WordPress.

Por fuera, el cambio será sólo estético, más minimalista (puede que demasiado). Por dentro, espero que vaya todo mucho más rápido, al eliminar el código de WordPress.

Eso es todo, en unos días más cosas (espoiler: será un libro sobre estaciones geomecánicas. Y tengo una copia firmada y dedicada, mola mucho).

El blog queda en estado latente por unos meses…

“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo”.

Historia de dos ciudades, Charles Dickens, 1859.

 

Dickens ambientó el inicio de su novela en el convulso año de 1775, comparando la pre-revolucionaria ciudad de París y la aparentemente tranquila Londres con una descripción que se ha convertido en un clásico, a la hora de comparar lo bueno y lo malo.

No sé si estamos en el mejor o en el peor de los tiempos, tampoco sé si estamos en la primavera de la esperanza o en el invierno de la desesperación. Lo que si sé es que a veces hay que tomar decisiones difíciles y afrontar nuevos retos.

La decisión difícil es emigrar.

Los nuevos retos… bueno, esos ya vendrán.

El blog va a seguir, tengo muchas cosas escritas y pienso seguir publicando, pero no con el ritmo actual, lo primero es lo primero.

Próxima parada, Perú…

Actualización Noviembre 2013. Para los que me preguntan cómo me ha ido, bueno, todos los comienzos son duros, pero ha valido la pena, estoy trabajando. Eso si, no estoy en Perú… ¡¡ un saludo desde Bosnia-Herzegovina !!

 

Ah, por cierto, me he dejado barba.

big-bang-theory-barbudos

Las Redes Sociales en la Ingeniería: Ingeniería 2.0

Las Redes Sociales en la Ingeniería: Ingeniería 2.0La Demarcación de Madrid del CICCP está organizando estos días su segunda “Semana de la Ingeniería de Caminos en Madrid [pdf]”. El último acto, previsto para el próximo miércoles 20 a las 18:00, será un coloquio sobre “Ingeniería 2.0: Taller con experiencias de éxito en las Redes Sociales”. Estará coordinado por Marta Serrano y Luis Andrés y contará con la presencia del Decano de la Demarcación, Miguel Ángel Carrillo, así como Juan Carlos Arroyo, Carlos César Álvarez, Ramiro Aurín, Juan Manuel de Lázaro, Manuel García , Teófilo Serrano, Rafael Pacheco y Enrique Montalar (si, yo también voy).

Se tratará el problema #soymastereuropeo sobre la homologación del título, claro ejemplo de cómo la colaboración en Redes Sociales puede funcionar de modo eficaz (incluso entre ingenieros), aunque se hablará un poco de todo, aprovechando la ocasión.

Las Redes Sociales, bromas aparte y pese a quien pese, han llegado para quedarse. Teníamos Internet, correo electrónico y sistemas de mensajería, era cuestión de tiempo que surgieran sistemas que lo unificaran todo y los resultados son realmente interesantes, con redes tan variopintas como los foros, las granjas de blogs, facebook, Twitter, Linkedin, Flickr, Youtube o Google+, la red que probablemente “acabe” con el correo electrónico, tal y como lo conocemos (visto lo que han hecho con Google Reader no le auguro mucho tiempo a Gmail, francamente).

Uno de los problemas de las Redes Sociales, hoy por hoy, es filtrar el “ruido”, toda esa comunicación espuria que no aporta información, por eso son interesantes las propuestas “Ingeniería 2.0”, como es el caso de este taller, o la idea de “Web 2.0 para profesionales” que proponía Félix Sacristán hace unos meses, enmarcadas ambas dentro del modelo “Red Social de ciencia” como sistema para comunicar y compartir información en entornos muy específicos, de forma similar a lo que hace la Wikipedia, por ejemplo, que no deja de ser una red social enfocada a redactar artículos, después de todo.

 

El evento se transmitirá a partir de las 18:00 por Twitter (#ingenieria20) y a través de YouTube (como lo del Papa, pero sin fumata blanca… creo). 

Mi agradecimiento a la Demarcación de Madrid del CICCP y a los organizadores por la invitación.


El blog como «marca personal» del ingeniero

Me preguntan muy a menudo si tengo este blog para incrementar mi «marca personal» como ingeniero. La respuesta es negativa. Yo empecé a escribir cosas sobre geotecnia en mi propia web personal en 1998, y si decidí pasarme al formato blog fue simplemente por comodidad, cansado de modificar la web en html puro y duro…

… pero tengo que reconocer que si, que un blog incrementa la «marca personal» mucho más que una web normal.

La razón está en la forma en que Google valora la actualización del contenido, pero hoy no voy a escribir sobre eso, sino sobre blogs e ingenieros.

Se atribuye al gurú Tom Peters (que estudió Ingeniería Civil, por cierto) el concepto de «marca personal» («personal brand«) en 1997, pero la mejor definición sigue siendo la de Jeff Bezos, el CEO de Amazon, «marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás delante» («cuando no estás en la sala», dijo exactamente).

Para entendernos, hoy por hoy, «no estar delante» quiere decir Internet.

¿Qué es lo primero que haces cuándo te nombran una empresa o una persona?, ¿buscar su nombre en Google?, ¿qué te hace pensar que no van a hacer lo mismo contigo?, ¿preocupado por lo que puedan encontrar?, ¿preocupado por no aparecer siquiera?

Bueno, pues si te preocupa tu «marca personal» necesitas un blog.

Si, Twitter, facebook, Tuenti, Google+, LinkedIn y demás redes sociales te pueden ayudar, por supuesto, pero no puedes confiarlo todo a las redes sociales. ¿Recuerdas MySpace? yo tampoco, pero en 2005 costaba 580 millones de dólares y movía más tráfico que Google, y lo mismo pasará algún día con facebook.

No puedes confiar en un servicio de terceros. Necesitas algo «seguro», un sitio que tú puedas controlar y dónde te puedan localizar, un sitio que los buscadores puedan indexar y recordar. Ese sitio es tu blog (y si es en tu propio dominio, todavía mejor).

El blog como "marca personal" del ingeniero

Durante años, los Ingenieros Civiles (y aquí incluyo Obras Públicas y Caminos, que al fin y al cabo estamos en el mismo redil) nos hemos excusado en un discreto anonimato. Puede que ese anonimato estuviera justificado en su momento, cuando todo dependía del Ministerio de Fomento y la promoción se conseguía por antigüedad, pero medio siglo después no sólo no tiene sentido, sino que nos penaliza, dándonos una apariencia de sector gregario, displicente y totalmente falto de autocrítica e iniciativa… y ojalá fuera sólo apariencia.

Afortunadamente la situación está cambiando, cuando empecé este blog tuve que soportar críticas de compañeros que decían que «un ingeniero de caminos no debía escribir un blog» (si, hay gente así). Lo penoso es que eran los mismos que presumen de que el primer Premio Nobel de España, de literatura, era ingeniero de caminos (presumir de glorias pasadas también es muy típico del sector, porque Echegaray ganó el Nobel en 1904, y anda que no ha llovido). Como digo, la situación está cambiando, y tenemos que felicitarnos por ello.

Atreverse a dar consejos sobre un tema debe estar cimentado en el éxito (estrategia a seguir) o en el fracaso (estrategia a evitar). En mi caso es un estado intermedio, estoy razonablemente satisfecho con el blog (y todavía más con sus lectores), pero no creo que pueda decir mucho de mi «marca personal». De una cosa si estoy seguro, mi manía de hacer experimentos y «tocarlo” todo ha provocado que «rompiera» el blog unas cuentas veces (y las que me quedan), así que tengo experiencia para opinar (hey, si nadie cometiera fallos el mundo sería un sitio muy aburrido, el fracaso es necesario para apreciar mejor el éxito).

¿Estás pensando en empezar un blog?, ¿quieres tener «tu sitio» en Internet? Perfecto, decide un título, los temas que quieres tratar y la estructura que va a tener. Apóyate en otros blogs que te llamen la atención, coge ideas, inspírate, pero sin plagiar, se nota mucho (todos leemos los mismos blogs, quedará de pena y perderás credibilidad).

Hazlo. Seguro que tienes algo que contar.

Web 2.0 Una oportunidad y reto para los profesionales de la Ingeniería Civil

Me envía un tweet Félix Sacristán, de Inka Geoserveis (@Inka_3G) para decirme que me ha citado como ejemplo ¡¡ !! en una charla para el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Cataluña (CETOP).

Superada la vergüenza de poner mi nombre y una (retocada) fotografía ya sólo faltaba que me fueran citando por ahí, pero a todo cerdo le llega su San Martín. Según parece me cita como buen ejemplo, lo cual me deja algo más tranquilo. No creo serlo (tengo muchísimo que aprender todavía) pero como la presentación puede dar ideas, la pongo por aquí (hay algunas cosas en catalán, pero se entiende sin problemas).

Está hecha con Prezi y se titula “Web 2.0 Una oportunidad y reto para los profesionales. Las TIC’s aplicadas a la mejora de la profesión”.

Sobre las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, alias TIC, ya escribí hace unos meses. Sobre los profesionales de la ingeniería civil poco puedo decir que no se sepa ya. Son buena gente, de verdad, hablan de cosas muy raras pero se les coge cariño (entre nosotros, casi es mejor que no se prodiguen más por Internet, la red no está preparada para tanto talento concentrado).